Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Sábado 26 de enero de 2002

Política

Ť La Red de Defensores para los Derechos Humanos denuncia agresiones de delincuentes

Renovado acoso contra bases de apoyo del EZLN

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ocosingo, Chis., 25 de enero. Siguen las amenazas y agresiones contra bases de apoyo del EZLN en distintas regiones de Ocosingo y Chilón. Ahora, la Red de Defensores para los Derechos Humanos, con sede en San Cristóbal de las Casas, denunció que en el Nuevo Poblado de Na'chejeb la población "es asolada por un grupo de delincuentes, que no permite que los campesinos salgan del poblado, ya que los vigilan adonde quiera que van, y no pueden salir ni a trabajar porque los persiguen con el objetivo de matarlos".

Los municipios autónomos de la región padecen presiones, agresiones y provocaciones, al tiempo que surgen conflictos que hacen pensar en una suerte de escalada de tensiones, sobre todo en materia de propiedad de la tierra, en los municipios autónomos Ernesto Che Guevara, Primero de Enero, Francisco Gómez, Olga Isabel y Ricardo Flores Magón.

En otras ocasiones se trata de hechos meramente delictivos, pero asociados a las viejas "guardias blancas" de los finqueros, que se han transformado en paramilitares, o en asaltantes.

Dos pobladoras de Naƀchejeb, Verónica Gómez Jiménez y Martha Girón Gómez, el 14 de enero fueron perseguidas en la ciudad de Chilón por integrantes del grupo que hostiga permanentemente a la comunidad. Uno de ellos, identificado como Alejandro Flores Hernández, quien "portaba una pistola calibre .38 y las amenazaba gritándoles que iba a haber baño de sangre y que les iban a sacar las tripas. Cabe mencionar que este señor ya estuvo recluido en el penal de Cerro Hueco, por asalto y robo".

La comunidad de Na'chejeb identifica como miembros de este grupo a 15 personas, cuyos nombres son del conocimiento de las autoridades. Estos hechos violentos, agrega la Red, "no son los únicos que se dan en el municipio de Chilón, donde se vive con miedo ante la impunidad de que gozan los delincuentes, sin que las autoridades hagan algo al respecto".

Los hermanos Manuel y Juan Gómez Kanté fueron baleados el 26 de julio de 2001 mientras trabajaban su cafetal, en la comunidad Belisario Domínguez, en Chilón. De acuerdo con la denuncia, alrededor de las 16 horas llegaron Fernando Gómez Morales, Daniel Núñez Espinosa y Agustín Gómez Rodríguez, portando armas de fuego. Ante la amenaza de ser atacados, Manuel y Juan Gómez trataron de salir del cafetal, pero el primero fue alcanzado por una bala en la frente y Juan, al escuchar los disparos, volteó y pudo ver que Fernando Gómez Morales había disparado contra su hermano. Juan logró escapar hasta Belisario Domínguez a pedir ayuda. Sin embargo, no pudo regresar al lugar de los hechos, porque los que dispararon continuaban allí. Hasta la mañana siguiente logró llegar al cafetal y recoger, gravemente herido, a Manuel Gómez.

Un compañero de los afectados pidió auxilio al comandante de la policía municipal de Chilón. Llegaron dos patrullas alrededor de las 8:30, tomaron fotografías, levantaron al herido y lo llevaron al hospital de Yajalón. Allí, el Ministerio Público tomó declaración a Manuel y, levantando el acta correspondiente, citó a los afectados a declarar el 30 de julio. No obstante, debido a la gravedad del herido, fue trasladado al Hospital General de San Cristóbal de Las Casas, donde permaneció 13 días. Quedó ciego.

Por está razón, los agredidos no pudieron declarar ante el Ministerio Público en la fecha señalada. Posteriormente, Manuel Gómez no pudo seguir con el tratamiento médico. El y sus familiares quedaron sitiados por sus atacantes. En general, todos en Belisario Domínguez viven amenazados.

Después de su regreso a la comunidad, los hermanos Manuel y Juan, así como su padre Juan Gómez Morales, "no han podido salir para continuar con el proceso legal sobre los hechos de los que fueron víctimas, ni siquiera para seguir con el tratamiento de la ceguera de Manuel, ya que son constantemente vigilados por los agresores, quienes se presume interpusieron una denuncia contra la familia Gómez Kanté; en la comunidad se rumora que existe orden de aprehensión en su contra y que está por realizarse un operativo policiaco para su captura".

Los tres agresores, junto con Pedro Núñez Jiménez, agente rural de la comunidad de El Progreso, Chilón, han actuado bajo la asesoría de Diermo Frans Juárez, para denunciar a Manuel, quien les reclamó que "mejor lo hubieran matado de una vez", según refieren los defensores comunitarios.

La Red exige a las autoridades correspondientes que se investiguen estos hechos "para acabar con la impunidad de que gozan estos grupos, que no pueden ser acusados debido al miedo que infunden a la población".

Fuentes de la Red comunicaron a este enviado que miembros de las organizaciones regionales, antes independientes, que hoy participan en el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, se justifican diciendo que "aunque el gobierno está hecho un relajo, nosotros estamos fortaleciendo nuestras organizaciones".

Algunos de estos militantes de organizaciones trabajan hoy en áreas que distribuyen o inciden en la distribucion de los proyectos productivos. Y desde allí están promoviendo "el fortalecimiento" de sus agremiados. Los apoyos para la producción sirven de gancho. No queda claro si se trata de una política de gobierno, o una acción local, que como sea compromete las proclamadas intenciones conciliatorias del foxismo y el pablismo.

Según estas fuentes, si este proceso continúa, producirá una nueva modalidad de contrainsurgencia, en la que las organizaciones independientes de Ocosingo, o el PRD en la zona norte, jugarían el rol de la CNC en gobiernos anteriores.

Bastante mal ambiente le hace al gobierno estatal la estridente oposición priísta, con recursos que van desde la difamación y el acorrientamiento extremo del lenguaje político, a las peligrosas "audacias" que parece haber tras el reciente ataque a la casa del ombudsman de la entidad; y todo acompañado por la agitada movilidad de alianzas en estas horas sucesivas del tricolor (que en Chiapas se manifiestan en un alborismo muy madracista, y un mapachismo muy chiapaneco).

No hay que ignorar que en estos tiempos de pax nervosa (por usar palabras cardenalicias) siguen operando, impunes, los mismos grupos paramilitares de antes. Se pensaría que el gobierno de Salazar Mendiguchía lo que menos necesita es que las organizaciones que participan en su gobierno le hagan olas.