Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Sábado 26 de enero de 2002

Política

Servidores públicos en respaldo de Labastida

El 14 de mayo de 2000 la administración en manos del PRI constituyó el Programa Nacional de Servidores Públicos Priístas, integrado por secretarios de Estado, subsecretarios, oficiales mayores, coordinadores generales y directores de área que militaran en ese partido, y que tenía como propósito "aportar" 3 millones de votos a favor de Francisco Labastida Ochoa.

Dicho proyecto estuvo a cargo del entonces subsecretario del Trabajo, Carlos Armando Biebrich Torres, ex secretario de Elecciones del CEN tricolor y ex gobernador de Sonora.

Ese día, en un salón del World Trade Center, se congregaron unos 500 funcionarios de primer nivel de la administración de Ernesto Zedillo, a quienes se les autorizó "difundir la obra de los gobiernos priístas" como base para la promoción del sufragio a favor de Labastida.

Ante ellos, el subsecretario Biebrich dijo: "Abiertamente no sólo expresamos nuestra simpatía por los candidatos del PRI, sino que trabajaremos para promover y participar con nuestra familia, vecinos y compañeros de trabajo en encuentros, conferencias, reuniones y actos de campaña".

El trabajo proselitista de los funcionarios públicos se fundamentó en dos documentos: el Programa de servidores públicos y el Manual operativo para coordinadores estatales.

De ambos se desprendía que en las secretarías de Estado y dependencias del gobierno se realizarían dos listas, una con los nombres, adscripción, domicilio y clave de elector de todos los "empleados de confianza", y otra con los de mandos medios y superiores.

También se planteó la necesidad de constituir otra relación de funcionarios "que reunieran el perfil para la defensa del voto (principalmente abogados)". En los textos se señala que "todo servidor público priísta podrá apoyar" a Labastida, a través de una o más de las cuatro líneas básicas del programa: promoción del voto, difusión y debate sobre las tesis del candidato, participación en los programas operativos del tricolor y apoyo para la evaluación semanal de los programas de campaña y del partido.

Esta promoción se realizó en todas las oficinas gubernamentales, incluidas las de los estados, con los familiares e incluso vecinos de los funcionarios públicos, a quienes se les entregaron listas para identificar a los electores "promovidos" a favor del candidato. Con una F se señalaba a los familiares, y con una A a las amistades.

Una de las intenciones de este proyecto fue dedicar especial atención al proselitismo entre vecinos, que constituyó "una valiosa aportación, pues frecuentemente el servidor público reside en zonas donde el PRI cuenta con escasos simpatizantes, (que) pueden ser definitivos para hacer ganar" a Labastida.

ENRIQUE MENDEZ