Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Viernes 25 de enero de 2002

Cultura

Ť La revista trimestral cumple 20 años de bregar a contracorriente

La falta de interés por la música clásica es cada vez más notoria en México: Pauta

Ť Se necesitan creadores, ejecutantes y público con sólida formación, advierten Helguera y Lavista Ť Los festejos comienzan con una mesa redonda y un recital en el Munal

ANGEL VARGAS

La revista Pauta, cuadernos de teoría y crítica musical es una suerte de Quijote del ámbito editorial mexicano especializado en música. En sus dos décadas de existencia ?que cumple este año y cuyos festejos comienzan mañana, a las 12 horas, con una mesa redonda y un recital en el Museo Nacional de Arte (Tacuba 8)? ha tenido que sobreponerse a un contexto histórico en el que el arte sonoro pareciera perder adeptos.

helguera_lavista_6haAl respecto, su director fundador y su jefe de redacción, el compositor Mario Lavista y el escritor Luis Ignacio Helguera, respectivamente, alertan que en México resulta cada vez más notoria la falta de interés hacia la música clásica, con situaciones y hechos como la ausencia de educación musical en los programas oficiales; la desaparición de radiodifusoras especializadas, como el reciente caso de la XELA, y de orquestas, como la Sinfónica Miguel Hidalgo, desintegrada el año pasado; así como los severos problemas en otras agrupaciones nacionales, entre ellos el de índole laboral de la Filarmónica de la Ciudad de México.

''Parece que Pauta es una revista que está dedicada a una especie en peligro de extinción: el público de música clásica'', expresan. ''Y da la impresión también de que tratamos temas sobre un género, el clásico, que obviamente no está en peligro de desaparecer pero que algunos quieren que forme parte de un museo en lugar de que sea una actividad viva.''

Para ambos creadores, la salud musical de un país no depende sólo de la realización de conciertos, por numerosos que sean, y subrayan que en el caso del nuestro es necesaria una infraestructura que incluya ?además de una sólida educación tanto de los creadores y ejecutantes como de los públicos? estímulos, desarrollo de escuelas y maestros de alto nivel, apoyo a grabaciones y a su distribución, y difusión.

Consideran indispensable la publicación de libros y revistas en español, ''pues dan cuenta de lo que ocurre en la vida musical del país y el extranjero, a nivel técnico e informativo, y con ello permiten un mejor acercamiento al oyente''.

El compositor resalta que si bien en nuestro país la edición de libros es un rubro que comenzó a ser atendido en los últimos tres lustros, la publicación de revistas especializadas en música clásica representa una añeja tradición que se remonta a los primeros años del México independiente, con la aparición, en 1826, de Periódico Filarmónico y poco después de la Gaceta Musical, de Jaime Nunó.

''Gustavo Campa, Manuel M. Ponce, José Pablo Moncayo, Carlos Chávez y Rodolfo Halffter también fundaron revistas; la última antes de nosotros la creó en 1968 Esperanza Pulido, y apareció regularmente hasta que murió la maestra'', agrega.

''Pauta es, entonces, desde el punto de vista histórico, continuadora de esa tradición. Quizá lo que nos hace diferentes es nuestro interés también por la poesía y la escritura, pues asumimos que son disciplinas hermanas. La nuestra es (por eso) una publicación que encuentra lectores no sólo en el ámbito musical.''

Apego al espíritu primigenio

Lavista y Helguera se dicen orgullosos porque en el transcurso de estos 20 años la revista no sólo salvó ciertos obstáculos ?quizá el más difícil, cuando el Instituto Nacional de Bellas le retiró temporalmente el apoyo?, sino mantenerse apegada al espíritu primigenio.

''Pauta nació con el ánimo de mostrar el pensamiento de los músicos más representativos del siglo XX. Siempre nos ha interesado participar en el debate sobre la música nueva, estableciendo diálogos entre músicos mexicanos y colegas de otros países. Tratamos de ser fieles a nuestros propósitos. Sin embargo, hablar de fidelidad no quiere decir inmovilidad y no nos quedamos en un solo lugar'', destacan.

''Buscamos ser una revista contemporánea, inclusive que el punto de vista sobre la tradición sea a partir de la contemporaneidad. Nos interesa hablar de Mozart desde hoy, por ejemplo, y es en esa vocación en la que funcionamos en los órdenes musical y literario y poético. Tenemos colaboraciones de músicos jóvenes y de escritores.''

Para Lavista y Helguera son muchas las remembranzas, anécdotas y satisfacciones suscitadas en dos décadas. Recuerdan, por ejemplo, que Pauta se debe en mucho al ex titular del INBA Ignacio Toscano, quien como encargado de difusión cultural de la UAM a principios de los años ochenta impulsó la revista. Posteriormente fue apoyada por el INBA y luego quedó adscrita sólo al instituto. Ahora depende del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Con tiraje de 2 mil ejemplares por trimestre y deficiente distribución, Pauta es una ''revista casi marginal o underground'', pero goza de excelente salud. Incluso, apuntan, a niveles de que este 20 aniversario sirve de detonador para comenzar un viejo proyecto, Los cuadernos de Pauta.

En esta colección se publicarán, en forma de libros, artículos y textos publicados en la revista. De hecho ya fue editado el primero, sobre mujeres compositoras mexicanas, y Gloria Carmona prepara el segundo, sobre el fallecido director Eduardo Mata. Planean editar una antología de poesía y otra de relatos y existe el proyecto de incluir un disco compacto en cada uno de los tomos que se publiquen, aunque falta hacer los trámites con las disqueras.

Los festejos por el 20 aniversario incluyen, además de la mesa redonda-recital, uno o dos conciertos en el próximo Foro de Música Nueva dedicados a la publicación y un programa de actividades en el Festival Cervantino.

''Queremos subrayar que si Pauta no ha sido la primera revista musical en México, esperamos que no sea la última. Se han detonado otros proyectos a partir de nosotros, pero han durado uno o dos números. Se necesita cierto grado no sólo de idealismo, sino de insensatez, para de verdad luchar contra muchos elementos que no permiten que una revista se elabore de manera natural. Hay que hacer hasta lo imposible para que las cosas sucedan'', rubrican Lavista y Helguera.