En México, los elementos alquímicos de la música del genial e incomprendido Philip Glass
Ť Su álbum reciente, Philip on film, contiene en cinco cd los empeños de su quehacer
PABLO ESPINOSA
El compositor Philip Glass en primera persona: ''Escribir música para una 'imagen móvil' ha integrado una parte fundamental de mi vida como músico desde los tempranos años sesenta, cuando estudiaba en la Juilliard School y hacía trabajos para producciones teatrales en Nueva York. Para mí, el teatro, la danza, la ópera y el cine son medios para combinar texto, movimiento, imagen y música para producir una experiencia artística. Esos cuatro elementos tienen para mí un valor semejante al de los cuatro elementos alquímicos: tierra, aire, fuego y agua y en ese sentido constituyen a su vez los componentes básicos de toda representación escénica".
Las palabras de Glass fungen como presentación de la materia prima de su nueva gira, que se iniciará la próxima semana en México: su nuevo álbum, titulado Philip on film y que contiene cinco discos compactos con la totalidad de su música para cine.
A diferencia de las ediciones anteriores de esta música, lo que escuchamos en estos nuevos discos de Philip on film contiene el asombro renovado, una calidad de sonido superior y una mirada total a una de las vertientes de su genio. Las nuevas versiones de Powaaaqtsi, Koyaanisqatsi y Dracula, con el Kronos Quartet, están de alarido.
Una gira histórica, que comenzará en Bellas Artes el 6 de febrero y significará, entre otras improntas, escuchar en vivo y frente a las imágenes los elementos alquímicos del genial pensador de sonidos y músico incomprendido, Philip Glass.