CLASE POLITICA
Miguel Angel Rivera
LA "GUERRA" está declarada. Los resultados se conocerán en julio de 2003.
ANTES LO MAS importante en la vida nacional era la elección presidencial, pero ahora igual o más trascendente es la composición de las cámaras del Congreso de la Unión.
SI EL GOBIERNO del presidente Vicente Fox lo previó o no -aunque resulta difícil creer en un acto no premeditado-, en la práctica la denuncia de los supuestos desvíos de dinero de Pemex hacia las arcas del PRI desató ya una lucha que sólo terminará con las votaciones federales de mediados del año venidero, en las cuales se renovará la Cámara de Diputados.
EL MANDATARIO ha manifestado expresamente su deseo de contar con mayoría legislativa, pues sólo de esa manera podrá lograr los cambios que considera indispensables para la cabal realización de su programa de gobierno. Por el otro lado, para el PRI es cuestión de vida o muerte conservar o acrecentar su precaria mayoría en la Cámara de Diputados. Sin ella, se acentuará su caída y se volverá impensable recuperar el Ejecutivo Federal.
ENTRE TODOS los priístas, la visión de una debacle en 2003 debe ser más intolerable para los dos aspirantes a la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes Rangel y Roberto Madrazo Pintado. Todavía está lejano el momento en que se decidirá la candidatura presidencial, pero, llegada la ocasión, siempre será una importante plataforma presentar un saldo positivo y luchar por el Ejecutivo Federal con el respaldo de una mayoría en el Congreso de la Unión.
ESE ES EL VALOR y la trascendencia de las elecciones federales de 2003, como lo puso de relieve el ex precandidato presidencial y ahora árbitro de las elecciones internas del PRI, Humberto Roque Villanueva. Víctima él mismo del anterior aumento al IVA, el político coahuilense advirtió que en caso de que el presidente Fox logre mayoría legislativa, lo primero que vendrá será la aplicación generalizada de ese repudiado impuesto y después la privatización del petróleo y la electricidad.
ANTE ESTE panorama, la decisión de aplazar o no las elecciones internas del tricolor resultará apenas un movimiento estratégico y no una acción definitiva. Estas líneas se escriben antes de conocer el resultado del cónclave de la dirigencia nacional y los gobernadores del tricolor, pero por declaraciones previas de los actores principales puede darse como un hecho que las votaciones serán pospuestas.
LAS ACUSACIONES no comprobadas de financiamiento ilegal han viciado el proceso. No es responsabilidad de los informadores -"allí está la nota"- y por eso todo lo relativo a las propuestas de cambio dentro del partido pasan a segundo plano.
ADEMAS, cualquier signo de división interna se magnificaría, y por eso muchos de los mandatarios y miembros de la cúpula priísta consideran preferible posponer la contienda interna. Es el momento, dicen, de presentar un frente único ante los antagonistas externos.
TODAVIA MAS porque, en distintas ocasiones, con evidentes propósitos de descalificación, los aspirantes a dirigir el PRI y otros cuadros destacados de ese instituto político han sido acusados de "negociar en lo oscuro" con el presidente Fox. Si eso sucedió, se puede asegurar que no volverá a ocurrir, pues en tiempos de guerra es traición pactar con el enemigo.