Ť Llegar hasta las últimas consecuencias en las indagatorias, instrucción de Los Pinos
Fox se abstendrá de abordar con la directiva del PRI el caso Pemex
Ť La certeza de que el entonces director de la paraestatal autorizó la transferencia de recursos al sindicato petrolero, avance de las pesquisas Ť Descartan en Presidencia dar carpetazo al asunto
JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox Quesada no recibirá por el momento a la directiva del Partido Revolucionario Institucional (PRI). No, al menos, para tratar el asunto de los presuntos desvíos de recursos de Pemex a la campaña electoral del tricolor en 2000. De igual forma, instruyó a los responsables de las indagatorias a mantener el curso y llegar ''hasta las últimas consecuencias''.
No habrá marcha atrás, advirtieron fuentes fidedignas del gobierno federal acerca de la denuncia que la Secretaría de la Contraloría presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el probable desvío de mil 100 millones de pesos.
Subrayaron que por lo pronto la investigación arroja que el director de la paraestatal cuando habría ocurrido el desfalco, Rogelio Montemayor Seguy, autorizó las "transferencias" al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), aparentemente sin dar cuenta al Consejo de Administración. Pero la investigación no va a quedar ahí, "ahora hay la obligación del gobierno de llevar a fondo" la pesquisa.
Confirmaron, en esa línea, "la presunción" de que los recursos habrían pasado del sindicato a la campaña presidencial del PRI durante el proceso electoral de 2000.
Entienden en Los Pinos el malestar de los priístas. Pero, aseguraron los funcionarios consultados, "también deben entender que la aplicación del estado de derecho no se puede hacer a su gusto ni a su modo ni cuando ellos quieran".
Indicaron que el asunto "ocupa" al gobierno federal, por lo que se mantendrán atentos a los acontecimientos, pero de todas partes afirmaron que no hay ninguna intención de archivar el caso en el ánimo del presidente Fox. Mencionaron, incluso, que la orden de que la información "oficial" sólo fluya de la Contraloría y la PGR es señal de la "seriedad" y el "compromiso" con que se llevará a cabo la investigación.
En el círculo cercano al mandatario hay el convencimiento de que el asunto -una vez que ya reventó- se convirtió en una cuestión de imagen, aplicación del estado de derecho, credibilidad y compromiso con la ciudadanía de combatir la corrupción.
De la importancia de ejercer el estado de derecho, afirmaron, se desprende la decisión del jefe del Ejecutivo de no recibir a la directiva priísta. "No es el momento oportuno", porque a final de cuentas "no hay la intención de pactar absolutamente nada, sino de mantener la investigación en marcha".