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ALEBRIJES
Patricia Vega
La maravillosa Amélie Poulain
AMELIE ES UNA cinta que, con inteligencia y sensibilidad, invita a ponerle un poco de magia a nuestras vidas. Y ante esa placentera posibilidad las personas se vuelcan a verla.
HACE UNOS DIAS, en su alusión al vigor de la cinematografía francesa, Carlos Bonfil señaló que por un éxito de Tom Cruise hay paralelamente 9 millones de espectadores en Francia (ocho en el extranjero) para la comedia romántica El fabuloso destino de Amélie Poulain (2001), de Jean-Pierre Jeunet, hecho que el crítico de cine interpretó con razón como ''exitosa resistencia a los embates del blockbuster y del star system estadunidense".
SIN EMBARGO EL éxito de la maravillosa fábula de Amélie no se circunscribe a su país de origen: acaba de triunfar en las propias entrañas del monstruo hollywoodense al convertirse en la película francesa más taquillera en la historia de Estados Unidos (lleva recaudados 15 millones de dólares) y supera el número de espectadores que obtuvo La jaula de las locas, en 1978.
ƑDONDE RESIDE EL virtuosismo de una cinta que narra la historia de una joven mesera fantasiosa y solitaria, de 23 años, que cierto día, tras el accidente que acabó con la vida de Lady Di, decide entregarse como una secreta hada madrina a componer las vidas de quienes se cruzan en su camino?
EN SU TRAVESIA hacia el propio descubrimiento del amor, Amélie (interpretada por la actriz Audrey Tautou) se enfrenta a los desafíos de la vida cotidiana y en el camino, a través de situaciones hilarantes y satíricas, se vuelve un personaje entrañable. El realizador Jean-Pierre Jeunet (el mismo de Alien: la resurrección (1997), que codirigió, con Marc Caro, La ciudad de los niños perdidos (1985) y Delicatessen (1991), muestra que para hacer una espléndida película no se necesita a las estrellas taquilleras ni la elaborada sofisticación tecnológica que demandan millonadas de dólares; basta con una buena historia transformada en un guión impecable, un puñado de personajes humanamente excéntricos y bien construidos e interpretados por buenos actores y unos cuantos efectos especiales utilizados con gran imaginación y creatividad. Así, a través de su narrativa fílmica Jeunet transforma lo ordinario en extraordinario.
EL RESULTADO HACE olvidar la emblemática pedantería de los parisienses y el hecho de que se ofrezca como telón de fondo una ciudad ''idealizada", a través de efectos digitales, es lo que menos importa.
SALUDADA DE MANERA unánime por la crítica internacional, Amélie ha sido descrita como encantadora, cautivadora, inventiva, fascinante, deliciosa, intrigante, gozosa... ojalá que su inminente estreno comercial en México sea, como augura Carlos Bonfil, una oportunidad para debilitar al prejuicio tenaz que presenta al cine francés como ''producto de lujo, frivolidad elitista" y permita, al ser un fenómeno de taquilla, una selección más exigente e imaginativa del cine francés que se proyecta en México.
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