MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

HAY BUENAS NOTICIAS provenientes de la cartomancia oficial, toda vez que ayer se inauguró, oficialmente, la temporada de apuestas, albures, proyecciones y conexos sobre el futuro inmediato de la economía nacional. La traqueteada macrocalculadora del cambio fue lustrada y de nueva cuenta está en operación, luego de que en 2001 se le quemó el circuito.

UNA TEMPORADA QUE, como se observó a lo largo del año recién concluido, se presta para que los cartománticos del cambio divulguen todo tipo de cálculos, estimaciones, proyecciones, aproximaciones y demás etcéteras posibles en este renglón, aunque a final de cuentas ninguna coincida con la realidad.

EN ESTE CONTEXTO, y a pesar de las recientes advertencias del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, en el sentido de que todavía no es posible aventurar, a mediano plazo, el fin de la recesión, el ex pesimista gobernador del Banco de México dio el banderazo de salida al asegurar que la depresión económica en México tocaría fondo en el primer trimestre de este año, luego de que en 2001 el producto interno bruto mostró una caída (según cifras preliminares) de 0.3 por ciento, contra una oferta original de 7 por ciento, modificada poco después a 4.5 y según avanzaba el año y la realidad a 3, 2 y uno por ciento.

PARA NO QUEDARSE ATRAS, un ex optimista como el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien en la primera mitad de 2001 y junto con el presidente Fox defendió a capa y espada un ilusorio crecimiento de 4.5 por ciento, advirtió que en México se "están prendiendo focos amarillos y rojos relacionados con el empleo", relacionados con una "preocupante" caída en la productividad, asociada al aumento en costos laborales.

PREVIENDO QUE EL comentario anterior provocara algún tipo de alarma entre los confiados mexicanos, el diligente secretario de Hacienda explicó la situación: "México no está en crisis, sino que forma parte de un ciclo económico internacional... (por lo que) la caída en la actividad nacional obedece a razones externas y no a una crisis financiera..." Explicó que en 2001 la economía mexicana mostró una desaceleración en sincronía con todo el mundo, en la que el empleo fue la variable más afectada, ya que el costo unitario de mano de obra ha aumentado.

EL GOBERNADOR DEL BDEM no se quedó atrás: la economía mexicana tuvo una contracción estimada de 1.4 por ciento en el último trimestre de 2001, de ahí que el descenso acumulado en el año se aproxime a 0.3 por ciento. No obstante, a juicio de Guillermo Ortiz, "es probable que estemos en este trimestre tocando fondo y veamos una recuperación más adelante".

UN EXPERTO EN MACROECONOMIA como lo es el secretario del Trabajo, monseñor Carlos Abascal Carranza, se negó rotundamente a quedarse afuera en la inauguración oficial de la temporada respectiva, y dio a conocer sus primeras proyecciones para el segundo año del cambio: la administración del presidente Fox, dijo, prevé generar alrededor de 300 mil nuevas plazas laborales, con una estimación de 1.7 por ciento de crecimiento en el producto interno bruto.

LAS PROYECCIONES DE tan distinguido personaje son dignas de tomar en consideración, toda vez que su cálculo en materia de generación de empleo representa tan sólo 22.2 por ciento de la oferta original de la administración del cambio en esta materia: un millón 350 mil nuevas plazas laborales cada año, que poco después fue recortada a 700 mil. La realidad, finalmente, impuso su criterio, cancelando alrededor de 450 mil plazas.

LO ANTERIOR QUIERE decir que los "esfuerzos" gubernamentales en generación de empleo para 2002 ni siquiera taparían los hoyos abiertos durante el primer año del cambio, sin considerar que la oferta original fue totalmente incumplida con todo y el fructífero Chambatel.

HASTA ESO, MONSEÑOR Abascal, cuando menos, intentó matizar su oferta: si este año se logra un crecimiento del producto interno bruto cercano a 1.7 por ciento, entonces podrá evitarse "lo que nos sucedió a lo largo de 2001". Si no se logra, pues no, y todo mundo tranquilo y convencido.

PERO SI DE PLAZAS laborales se trata, el único ganón de toda la trifulca globalizadora y neoliberal ha sido el mismísimo ex presidente de México, que no puede ser otro que el de los chistes malos (malísimos, de hecho). La agencia de noticias Reuters difundió ayer que Ernesto Zedillo fue nombrado parte del consejo de directores de la gigante minera estadunidense Alcoa Inc. En un comunicado, el presidente de Alcoa, Alain Belda, dijo que "la amplia experiencia del doctor Zedillo tanto en el gobierno como en la industria privada, así como su conocimiento de los mercados globales y económicos, serán un activo de Alcoa para alcanzar sus agenda global de crecimiento".

EL JOVENAZO QUE muerto de la risa le decía a los depauperados de este país que no traía cash en el bolsillo como para soltarles un dinerito y narrador de otros chistoretes sexenales, ya ligó su tercera chamba al hilo: Procter and Gamble, Union Pacific Corporation y ahora en otra trasnacional, Alcoa, principal productora de aluminio del mundo. Además, el 15 de diciembre de 2000 el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, nombró a Zedillo presidente de una comisión de la ONU que recomendará mecanismos para financiar el desarrollo de naciones empobrecidas, que de eso el ex presidente sí sabe.

DE ACUERDO CON la información de Reuters, Alcoa reportó una pérdida neta de 142 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado (17 centavos por acción), después de una restructuración que le costó 241 millones de dólares. La última vez que Alcoa, con sede en Pittsburgh, reportó una pérdida trimestral neta fue en el primer trimestre de 1994: 108.3 millones de dólares (61 centavos por acción), según cifras de la empresa.

INAUGURADA OFICIALMENTE la cartomántica temporada, hagan sus apuestas, optimistas o pesimistas, que de todas maneras la realidad, tarde que temprano, nos ubicará, con su delicadeza, en nuestra exacta dimensión.

Las rebanadas del pastel:

OTRO CONTADOR DE chistes, pero con el valor agregado de que recita la Biblia, aseguró ayer que "el soplete neoliberal" terminó por fundir a Argentina, país que tras casi cuatro años de recesión celebra que está lejos de salir del hoyo. El presidente venezolano Hugo Chávez dijo que la política de privatizaciones practicada por el emérito Carlos Saúl Menem "casi ahorca", por lo cual pidió erradicar para siempre las políticas neoliberales, porque no hacerlo "nos lleva al infierno, es salvaje"... HABLANDO DE AQUELLOS lares, el Banco Central de Argentina tuvo que intervenir ayer en el recientemente inaugurado mercado cambiario "libre" para evitar que un derrumbe del peso atentara contra el plan económico del gobierno y terminara de sumir al país en el caos. La institución participó con 500 mil dólares, a un tipo de cambio de 1.70 pesos, cuando la moneda local se había desplomado a 2 unidades por dólar, confió un portavoz del banco a Reuters.

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