Martes 15 de enero de
2002 |
n Más de 95 mil poblanos viven en la zona de riesgo, dijo el centro universitario |
Presentan en el Cupreder el Mapa de Peligros del volcán Citlaltépetl |
Martín Hernández Alcántara n |
Al presentar el Mapa de Peligros del volcán Citlaltépetl (MPVC) o Pico de Orizaba, Sergio RodríguezElizarrarás, investigador del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que es prioritario que se elabore documentos similares para una docena de colosos que están activos en el país. |
El científico
sugirió también que se actualice los mapas de peligro
que fueron hechos años atrás para el volcán de Colima
y el Popocatépetl, utilizando -como se hizo en el caso
del Citlaltépetl- programas de cómputo que permitan
simular erupciones para pronosticar los efectos y
alcances geográficos que éstas puedan tener. RodríguezElizarrarás y Michael Sheridan -investigador del Departamento de Geología de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo- recalcaron que el Pico de Orizaba presenta actualmente sólo una actividad fumarólica y sísmica muy ligera, apenas perceptible, pero recalcaron la importancia de hacer un mapa de peligros en este momento que no hay premura. Sheridan precisó que en la zona de mayor peligrosidad del Citlaltépetl se han presentado eventos volcánicos de gran magnitud cada 4 mil años, mientras que en la de mediana peligrosidad han ocurrido cada 20 mil. Empero, advirtió: "El problema es que la última erupción más grande fue hace 4 mil años, así que el ciclo es muy cercano". Los especialistas ofrecieron ayer una rueda de prensa en las instalaciones del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autónoma de Puebla, acompañados por el director de ese organismo, Aurelio Fernández Fuentes, y explicaron a los reporteros la diferencia entre un mapa de peligros y uno de riesgos. El primero, apuntaron, indica la probabilidad de ocurrencia de un evento volcánico y el área que abarcaría, sin tomar en cuenta las afectaciones a personas; el segundo, considera necesariamente los estragos que sufrirían las comunidades asentadas cerca de las zonas peligrosas. Los mapas de peligros volcánicos, aseveraron, son además "un instrumento básico para diseñar cualquier plan de contingencia, pero también programas de desarrollo en todos los aspectos sociales y económicos, ya que en él se encuentran delimitadas las áreas susceptibles a ser afectadas por los diferentes productos dañinos que pueden emanar del volcán analizado y producir un efecto devastador". Asimismo, a partir de ese tipo de cartas se puede evaluar el riesgo potencial para las comunidades aledañas al volcán. "Gracias a ello se tendrá los criterios necesarios para poder tomar decisiones tan delicadas como la eventual reubicación de los poblados, la determinación de rutas de evacuación, instalación de albergues, así como la influencia sobre los procesos de desarrollo de las actividades agropecuarias y urbanas". Primera aplicación del mapa En ese sentido, el MPVC ya tuvo su
primera aplicación directa, pues el Cupreder lo tomó
como base para realizar un mapa de riesgos, ubicando las
localidades más importantes de Veracruz y Puebla en las
tres zonas de peligro definidas en torno al Pico de
Orizaba, así como las que están cercanas a barrancas
por las que pueden desplazarse flujos de lodo, lava o
avalanchas de escombros, en caso de un evento explosivo
de grandes proporciones. Historia para el futuro El MPVC fue realizado por Michael
Sheridan -quien contribuyó a la realización de los
mapas de peligro del Popocatépetl y el volcán de
Colima, únicos dos documentos en su tipo en México,
además del que tiene ahora el Citlaltépetl-,
RodríguezElizarrarás, Gerardo Carrasco, de la Unidad de
Investigación de Ciencias de la Tierra de la UNAM,
Bernard Hubbard, de la Universidad Estatal de Nueva York
en Buffalo, y Claus Siebe, del Instituto de Geofísica de
la máxima casa de estudios de la nación. |