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Ť Mucho dinero y varias fracturas, precios que
pagó por aprender el skeleton
Confía Cuaz en ir a los Juegos de Invierno
Ť En los próximos días intentará
obtener uno de los ocho boletos en la Copa Alemania
ROSALIA A. VILLANUEVA
Amante
de los deportes extremos en los que lo más importante es "experimentar
y descubrir cosas nuevas'', Luis Carrasco, mejor conocido como el Cuaz,
está convencido de que ganará en la Copa Alemania uno de
los ochos lugares en la especialidad de skeleton para asistir a Salt Lake
City y representar por primera vez a México en los Juegos Olímpicos
Invernales.
"Si clasificó o no, no pasará nada, porque
sencillamente este deporte lo veo y lo disfruto con gusto desde que empecé
a practicarlo hace seis años. Me siento un poco nervioso y preocupado
y es normal, pero la motivación que tengo y las ganas de obtener
(esa clasificación) nadie me las quita'', dice este hombre de baja
estatura pero con una gran fortaleza y valor que requieren algunos deportistas
que lo ven con admiración en el CDOM.
Refiere que no hay punto de comparación ni grado
de dificultad entre los deportes extremos que practica con el skeleton,
si acaso lo más difícil "es tener decisión y el gusto
por hacerlo'', lo cual no fue nada fácil al principio, porque además
de pagarse los gastos para irse a competir en las pistas europeas y canadienses
"en las bajadas me llevé muchos golpes y me rompí dos veces
la nariz y las costillas'', obviamente porque no tenía la técnica
ni tampoco sabía dominar el trineo.
Explica que hay que estar muy relajado para manejar el
carrito y una vez acostado boca abajo controlar bien la cabeza, hombros
y rodillas para impulsarse y pasar bien las curvas, puesto que alcanza
velocidades de más de 120 kilómetros por hora y la única
protección que llevan es un casco; además las pistas varían
y unas son de mil 600 metros y las más cortas de mil 200, que se
corren en un promedio de 48, 52, 57 y 58 segundos.
Aunque admite no ser el mejor de la especialidad Carrasco
dice que no desaprovechará la oportunidad que se le presenta para
clasificarse a los JO de Invierno.
A unos días de partir "a lo desconocido'' a la
pista alemana que todavía no conoce y que sabe que es la más
peligrosa y sin importarle que sus rivales le lleven ventaja por tener
cinco torneos al año y él tuvo sólo uno, el deportista
comenta que está motivado, porque en dos semanas de entrenar con
los velocistas en la pista del CDOM mejoró la reacción de
su salida, lo que nunca había hecho en cinco años.
"Creo que le bajé 20 por ciento y mi mejor arranque
es de 4.24'', señala el Cuaz, quien, semiagachado y apoyado
con los dos brazos sobre su carrito de madera, hace repeticiones de 50
metros en la pista de tartán o se le ve practicando en concreto
en el Parque México, mientras que su trineo de acero y fibra de
vidrio de 40 kilogramos (que le compró al campeón canadiense
en mil dólares en 1997) está guardado para ser usado el día
"que pelearé el lugar con Corea, Chile, Argentina, Sudáfrica,
Grecia, Mónaco, Rusia, Islas Vírgenes y Jamaica. Si todo
sale bien, no me volteo ni tengo un accidente, espero sacar un buen resultado'',
añadió.
El Cuaz dice que invierte 2 mil dólares
cada año y que para la Copa de Alemania tiene un patrocinador, ya
que la Federación de Deportes Invernales y el Comité Olímpico
Mexicano le dan sólo el aval. Y que le gustaría formar un
equipo de skeleton porque en el CDOM hay material para formarlo.
José Luis Aguilar, titular de la FMDI, confió
que el Cuaz "tiene calidad'' y los resultados que ha obtenido "son
buenos'', por lo que está seguro que cumplirá su meta, ya
que la federación "no lleva a improvisados ni a desconocidos''.