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Ť Subir ingresos e incorporar estímulos
y remuneraciones al salario, principales propuestas
Plantean investigadores mejoras en el SNI
Ť Sugieren también un plan de jubilación
y que sólo universidades evalúen a los científicos
Ť El sistema debe mantenerse, pero con un perfil más
preocupado por la academia: De la Peña
KARINA AVILES
Miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)
consideraron que una de las reformas ideales sería incorporar los
estímulos que reciben del SNI al salario, pero advierten que esta
posibilidad es difícil por los problemas sindicales que encierra
y porque al gobierno le ha convenido pagar remuneraciones en lugar de sueldos
nominales. Otros integrantes del sistema plantearon aumentar los sueldos
de los científicos para que de esa forma las remuneraciones tengan
un carácter académico más que salarial.
En entrevistas por separado, investigadores del SNI hablaron
sobre las reformas que consideran necesarias para que el sistema que aglutina
a los científicos más destacados del país mejore.
El tema de las remuneraciones es considerado como uno de los prioritarios
ya que en algunos de los casos -de acuerdo con el Conacyt- los estímulos
que perciben representan hasta 80 por ciento de sus percepciones.
El
vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), José Antonio
de la Peña, recordó en principio que uno de los motivos por
los que se creó el SNI, en 1984, fue para recompensar los bajos
salarios de los científicos en aquel momento de crisis económica
y así evitar la fuga de cerebros y el abandono de profesiones. De
esa manera, se buscó un "paliativo en forma de estímulo que
significaba entre 15 y 20 por ciento del salario" de un investigador.
Conforme pasaron los años, los sueldos de los científicos
continuaron siendo bajos en tanto que los estímulos representaban
una parte cada vez más importante del salario, explicó. A
su vez, el SNI se convirtió en un método permanente de evaluación
del medio académico.
Frente a la situación actual, el científico
apuntó: "No se puede decir únicamente que dichos estímulos
se integren al salario porque éste último tienen prestaciones
e impuestos que no tienen los estímulos". Por ello, consideró
que "en lugar de hacer parches", la primer tarea sería aumentar
los sueldos de los investigadores para que de esa forma los estímulos
tengan un "carácter académico más que salarial" y
representen entre 15 y 20 por ciento de las percepciones. De la Peña
manifestó que es necesario que se mantenga el SNI pero con un perfil
más preocupado por la academia.
Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones
en Materiales de la UNAM, Baltasar Mena Iniesta, planteó que las
remuneraciones que reciben los investigadores se integren al salario. Sin
embargo, dijo, habría varias dificultades para llevar a cabo esa
iniciativa porque para empezar, el gobierno federal tendría que
aumentar los presupuestos a las universidades públicas y el otro
problema sería contender con los sindicatos de las instituciones
de educación superior.
Por otro lado, expresó que sería positivo
que una sola institución, en este caso, las universidades, realizaran
la evaluación de los investigadores con el fin de que el académico
se evite el tener que pasar por los dos sistemas de evaluación que
actualmente existen: uno es el del SNI y el otro, es el de la institución
respectiva.
El científico aclaró que el SNI no debe
desaparecer en tanto que no exista un salario digno para el investigador.
Dicho sistema, agregó, se creó como un plan de emergencia
pero ahora es fundamental. Si desaparece sería "mucho más
grave porque los investigadores ser empezarían a ir".
También, señaló que el SNI tendría
que hacer un plan de jubilación porque lo que ocurre es que ningún
investigador quiere retirarse porque dejaría de percibir sus estímulos
y se iría con una "jubilación máxima de 10 salarios
mínimos".
Al respecto, el investigador del Instituto de Investigaciones
Económicas, Jorge Basave, manifestó que el problema de las
jubilaciones tiene como consecuencia generar el envejecimiento de la planta
académica e inhibir la generación de nuevos investigadores
al no liberarse las plazas. "Nadie quiere retirarse porque se muere de
hambre", destacó.
Por otro lado, consideró que "sería una
demanda generalizada de los investigadores el que no sólo los estímulos
del SNI sino las remuneraciones adicionales a la productividad se integraran
al salario".
No obstante, "lo veo muy difícil" en razón
de que al gobierno le conviene mantener los estímulos porque si
aumentara un salario tiene que incrementarlo para todos. Y con los estímulos
hace una diferenciación, explicó.
El sistema que actualmente se mantiene "es una forma de
manejar una zanahoria en frente de los investigadores porque uno sabe que
tiene que producir un número determinado (de publicaciones) para
recibir los estímulos".
Lo anterior, ha producido algunas deformaciones porque
en algunos casos ?no en todos, subraya- los investigadores se preocupan
más por la cantidad que por la calidad. Aunque también, dichas
remuneraciones han logrado "que mucha gente se ponga a trabajar más".
Como está planteado el sistema, hay investigadores que no pueden
dedicar determinado tiempo a la reflexión de sus proyectos para
no perder sus estímulos, finalizó.