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Ť Pemex requerirá de 3 mil millones de
dólares para la elaboración del nuevo combustible
Incluye el plan anticontaminación uso de gasolina
con menos azufre
Ť Reducirá hidrocarburos, óxidos de nitrógeno
y monóxido de carbono, según programa del gobierno federal
para la calidad del aire Ť En 2006, automóviles más limpios,
plantea
ANGELICA ENCISO L.
A fin de apoyar las acciones de combate a la contaminación,
Pemex deberá elaborar una nueva gasolina, baja en azufre, y para
ello requiere de una inversión de 3 mil millones de dólares.
A partir de 2006 entrarán al mercado nacional automóviles
que para su eficiente funcionamiento requerirán este tipo de combustible.
Esta es una de las medidas ambientales que aplicará
el gobierno, después de que entre en vigor el programa para mejorar
la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México
(ZMVM).
Los vehículos que en unos años más
circularán en la zona tienen la tecnología TIER 2, y son
más limpios que los que actualmente se producen en el país.
El
azufre aumenta el desgaste en el motor, deteriora el aceite, corroe el
sistema de escape, disminuye la eficiencia y durabilidad del convertidor
catalítico y representa un ligero incremento en la generación
de óxidos de nitrógeno.
El documento refiere que las emisiones de los vehículos
han mostrado que niveles menores a 50 partes por millón en gasolinas,
utilizando tecnología catalítica actual, permite reducir
entre 21 y 27 por ciento los tres principales contaminantes: hidrocarburos,
óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono.
El avance mundial en las tecnologías de control
de emisiones para vehículos nuevos requieren gasolinas con un contenido
de azufre por debajo de las 80 partes por millón para que se cumplan
las normas de emisión.
Actualmente el contenido promedio de azufre de las gasolinas
que se comercializan en la ZMVM es de 390 y 220 partes por millón
para las gasolinas Magna y Premium. El planteamiento del programa es que
a partir de 2006 se comercialice la gasolina Premium con 50 partes por
millón y una gasolina Magna con 300.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) deberá actualizar la norma relativa a las gasolinas,
en la que se deberá definir el contenido de azufre que deberán
contener a fin de evitar daños en los sistemas de control de emisiones
de los motores que se vendan o circulen.
Tan sólo en el rubro de transporte el programa
tiene consideradas 42 medidas, las cuales requerirán una inversión
total de 9 mil 806 millones de dólares. A esto se deberá
sumar el gasto que representen las otras 48 acciones que se apliquen en
la industria, la educación ambiental, el fortalecimiento institucional
y los servicios.
Para la ejecución del programa, las autoridades
responsables deberán asegurar la sustentabilidad financiera de la
aplicación de medidas, indica el documento. La obtención
de los recursos se hará bajo los principios de equidad ambiental:
el que contamina paga el costo de mantener bajo control sus emisiones;
el que se beneficia de un servicio ambiental debe pagar por el costo de
su dotación, y quien conserve los recursos e invierta en la conservación
ecológica, reconstruyendo el capital de la nación, debe recibir
por ello un estímulo o una compensación.
Además
del Fideicomiso Ambiental de la ZMVM que considera el establecimiento de
un esquema de subsidios cruzados entre programas ambientales para compensar
la desigualdad de ingresos entre los grupos sociales.
Un ejemplo de cómo operaría este punto es
que quien utiliza automóvil deba pagar un costo proporcionalmente
mayor que la persona que realiza sus viajes en transporte colectivo.
Asimismo, el programa considera hacerse de recursos de
fuentes internacionales lo cual tendrá que ser un "esfuerzo conjunto
entre los gobiernos del Distrito Federal y el estado de México,
y las secretarías de Hacienda y Relaciones Exteriores".
Otra fuente de recursos son los fondos de financiamiento
de los gobiernos locales, los cuales deberán crearse como un instrumento
económico auxiliar para la elaboración y ejecución
de la política ambiental. Estos fondos se podrían alimentar
de recursos financieros que destinen los gobiernos locales de su propio
presupuesto de egresos, de aportaciones que realicen personas físicas
o morales o de recursos crediticios.