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CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Y después, ¿qué va a quedar
del PRD?
No hay mucho más que decir acerca del PRD. La próxima
elección para votar al sustituto de Amalia García en la presidencia
de ese partido se vició tras la creación de un órgano
electoral, en el que las corrientes de amalios y chuchos arrebataron
todas las posiciones.
Pero ni hablar, esos eran los riesgos que corría
el grupo de Rosario Robles al involucrarse en la carrera por la presidencia
del PRD. Todos lo sabían y nadie puede llamarse a engaño
en este proceso que promete ser desaseado.
La muestra ya la pusieron quienes ahora llevarán
las elecciones, es decir, amalios y chuchos, los mismos que
en la contienda anterior fueron contrarios y mostraron hasta dónde
pueden llegar en esto de llenar de acciones ilegales un proceso de este
tipo.
Fueron tantas las trampas, tantos los vicios aprendidos
de un PRI decadente, que se hizo necesario repetir la elección y
con ello hundir en el desprestigio a este organismo político, que
aún ahora sufre las consecuencias de aquella contienda.
En aquel tiempo el partido se dividió en dos, aunque
no todos estaban de acuerdo en los candidatos. De cualquier manera el Consejo
Político del instituto político quedó constituido
por fieles de una y otra tribus.
Y así está a la fecha, muy pocos miembros
de otras corrientes se pudieron "colar" al consejo en el que reinan amalios
y chuchos. Por eso no hubo sorpresa cuando el "consejo" eligió
a su órgano electoral y los rosaristas abandonaron el lugar donde
se efectuaba el acto.
El guiso estaba hecho y quien quiera ir a la mesa deberá
tragarlo. Por eso, en el máximo cargo del órgano electoral
se eligió a un hombre que pudiera estar bien -a secas- con las dos
corrientes dominantes.
Arnoldo Vizcaíno, originario de Colima, el mismo
que fue presidente del partido en aquel lugar, fue, dicen en el PRD, miembro
del Partido Comunista y durante algún tiempo siguió con fidelidad
a Amalia García, aunque al paso del tiempo modificó esa postura
y le sirvió a Jesús Ortega. No tiene ninguna experiencia
electoral.
Ni qué decir de la imparcialidad de la segunda
de a bordo en la instancia electoral. Allí fue instalada Irene Aragón,
hermana de la diputada Hortensia del mismo apellido y secretaria de Amalia
García. Tampoco cuenta con algún trabajo en elecciones que
pudiera suponer su sapiencia en estas lides. La trampa está tendida.
Conscientes de ello, Rosario Robles y sus seguidores están
dispuestos a seguir en la contienda. Las posibilidades de triunfo, aún
con el inconveniente, dicen los rosaristas, será imposible esconder
el triunfo de la ex jefa de Gobierno.
La seguridad de esta última corriente en ganar
la elección parece no contar con la marrullería y la trampa,
y con algo de ingenuidad política suponen que el órgano electoral
en manos de los contrarios cederá ante sus presiones y organizará
sesiones públicas que transparenten el proceso.
Ni hablar, unos y otros han quemado sus naves y después
de la elección ni uno ni otro tendrán cabida en el PRD, pues
los rosaristas no estarán por convalidar un triunfo fraudulento
de sus oponentes ni los amalios y chuchos soportarán
el liderazgo de Rosario que, en caso de triunfar, deberá hacer saber
a su bases cuál es la verdadera situación en la que recibe
el partido y eso no dejará en sosiego a los perdedores. Que así
sea.