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Alma Rosa Alva de la Selva
Crónica hertziana del 2001
Cuando un año se termina, impone el recuento de
hechos y acontecimientos. En el caso de la radio, el saldo de 2001 es el
de un medio en movimiento, que en los 12 meses transcurridos ha vivido
un panorama cambiante que le ha obligado a adaptarse y a modificar proyectos
aparentemente inamovibles.
El año 2001 fue, sin duda, el año de la
radio porque, en su noveno mes, el medio masivo por excelencia contó
80 años de su primera transmisión en México, mientras
el 12 de diciembre se cumplieron cien de la emisión radial que estrenara
el espectro, realizada, como se sabe, por Marconi de Inglaterra a Canadá.
Pero, además de celebrar la centenaria presencia
radiofónica, otros muchos sucesos ocurridos en el cuadrante señalan
al 2001 como un año significativo, que se abrió con el retorno
de una etapa más de recesión publicitaria, luego del año
político de 2000, que aportó cuantiosos ingresos a los medios
electrónicos vía la cuantiosa propaganda para la elección
presidencial. Mas la inquietud no fue privativa del sector comercial de
la radio, pues en el caso de la llamada "estatal" ?que no ha dejado de
ser gubernamental?, en los albores del año, ya con la administración
foxista, no existía alguna noción clara sobre su destino.
No se conocía, como tampoco se conocería después,
el proyecto que se supone tenía o debería existir para las
emisoras del Instituto Mexicano de la Radio o para las emisoras indigenistas.
Con la ausencia de una política explícita que trazara los
razgos generales del camino a seguir, la incertidumbre fue común
denominador en el escenario radiofónico.
Cambios
A
lo largo del año que se va en el cuadrante, convertido en campo
de batalla comercial, hubo numerosos cambios de conductores, comentaristas
y formatos, en la búsqueda de lo más rentable. De un día
para otro, diversas figuras radiales cambiaron de empresa cuando no fueron
obligadas a dejar los micrófonos. La lista es por demás larga
e incluyó también a varios comunicadores que se vieron sujetos
a los vaivenes del rating y la comercialización de los espacios
a costa de lo que fuera, como también a la necesidad de posturas
políticas "correctas" de frente a la posible revisión de
las condiciones para el otorgamiento de las concesiones de radio y televisión
(que se llevó a cabo preliminarmente en la Mesa de Diálogo
para la Revisión Integral de la Legislación de Medios Electrónicos,
con representación de grupos de participación ciudadana).
Así, el año comenzó con la salida de María
Victoria Llamas, Manú Dornbierer y Tomás Mojarro, seguido
por una serie de cambios de Radio Fórmula... Fue evidente que el
intenso movimiento en la radio, además de mostrar la falta de proyectos
sólidos en el día tenía que ver con el asunto de la
revisión del marco legal de los medios electrónicos, así
como con el retorno a una radio musical, pasada la época propicia
para las emisiones de discusión política y de opinión.
Las batallas en el día se dieron a lo largo de
todo el año y comprendieron también algunas llamativas reapariciones,
entre las que destacó la de Jacobo Zabludovsky, quien en septiembre
retornó a su lugar profesional de origen, como parte de una estrategia
del Grupo Radio Centro para competir contra su propio socio comercial José
Gutiérrez Vivó, ahora incómodo para la empresa de
la familia Aguirre, pero en cuyos servicios se interesan importantes consorcios
de la competencia.
Transacciones empresariales
Pero eso no fue todo. Muy importantes, por su repercusión
en la industria, están resultando las transacciones empresariales
registradas en 2001, en las que algunas de las familias de empresarios
pioneros de la radio comercial empiezan a desplazarse del escenario para
irlo cediendo a otros grupos del campo de los medios electrónicos
que acrecentan su participación en la industria, cuya estructura
de concentración no se altera por ello. Tal sería el caso,
por ejemplo, del ascenso de MVS como socio mayoritario del Núcleo
Radio Mil, manejado durante décadas por la familia Salas.
Desde luego, una de las batallas político?comerciales
de mayor relevancia fue la librada por Televisa para crear un grupo radiofónico
de envergadura. Luego de su fallida solicitud ante la Comisión Federal
de Competencia para aliarse con Grupo ACIR con el fin de levantar a su
división radiofónica, Radiópolis ?rechazo que, por
cierto, fue ampliamente aplaudido por los radiodifusores del interior del
país?, sorpresivamente el consorcio hizo oficial en octubre su alianza
con el grupo español PRISA.
Ello se produjo en medio de una fuerte controversia, dado
que Televisa se valió de la fórmula de la "inversión
neutra" para hacer una transacción que transfiere 50 por ciento
del capital de Radiópolis a los empresarios españoles, cuando
de acuerdo con la legislación que rige a la radio y a la televisión,
éstas sólo pueden estar en manos de mexicanos (artículo
14 y 23 de la Ley Federal de Radio y Televisión). No obstante la
grave transgresión legal en la que se incurrió (aunque contó
con el aval presidencial), las autoridades competentes dejaron el asunto
de lado. No ha ocurrido así, por el contrario, con las empresas
del sector que ya están planeando reacomodos y alianzas nuevas ante
la presencia de PRISA, dueña de la cadena radiofónica SER
en España en el cuadrante nacional. Ello anticipa otro año
de intensas luchas comerciales en la radio, incluido el interés
de otras empresas extranjeras, entre ellas, la Hispanic Broadcasting Co.
(HBC), en invertir en las empresas radiofónicas de la ciudad de
México.
Sin embargo, la crónica hertziana registra también
batallas de otra naturaleza, por ejemplo, aquellas que se libran por un
espacio en el cuadrante. Tal fue el caso, por ejemplo, de Radio Voladora,
emisora alternativa que debutó en mayo en el 102.1 de FM, y que
vino a consolidar un proyecto radiofónico itinerante que recorría
el sur de la ciudad.
Nuevas producciones de Radio Educación
Por su parte, Radio Educación lanzó al aire
nada menos que 28 nuevas producciones en julio, siete de las cuales provenían
de la convocatoria pública para tal efecto emitida meses antes.
Asimismo, la emisora decana de la otra radio firmó sendos convenios
con Radio Francia y la BBC de Londres para transmitir sus producciones.
En noviembre, XEEP realizó el primer seminario internacional "Los
archivos sonoros y visuales en América Latina", e inició
el envío de su señal vía internet. Mientras, Radio
UNAM buscaba cambios en su programación, de los cuales pasó
a formar parte desde septiembre el espacio informativo de Ricardo Rocha,
quien, por cierto, luego de su salida de ACIR reapareció en el IMER
bajo una modalidad financiera que no había sido puesta en práctica
en las emisoras "estatales".
De entre los múltiples sucesos ocurridos en la
radio en el año que se acaba, consignemos finalmente dos sucedidos
en el ámbito gubernamental: uno, el anuncio del Gobierno del DF
de su interés por recuperar una frecuencia con la que contaba hasta
hace poco y con la cual busca desplegar un proyecto de comunicación
social, y el segundo, el rápido desplome del controvertido programa
Fox en vivo, Fox contigo, que del estrellato en enero, por sucesivos
errores, cayó en el descrédito para luego, en diciembre,
pasar a convertirse en motivo de exhorto de los diputados a la SG para
su evaluación con el fin de verificar posibles transgresiones de
la Ley Federal de Radio y TV en términos de respeto a la vida privada,
la dignidad personal y la moral, así como de ataque a los derechos
de terceros.
Como se ve, de todo hubo en el panorama radial del año
que está dejando su lugar al 2002, cuyo escenario ya se plantea
como de fuerte actividad para las ondas hertzianas.
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