Polémico estado de sitio

La decisión del presidente Fernando de la Rúa de decretar el estado de sitio para hacer frente al estallido social provocó incluso fuertes críticas del propio oficialismo, mientras tres de las cuatro centrales obreras de la provincia de Córdoba resolvieron "desconocer" la medida y convocaron a un paro y a movilizaciones para hoy.

El estado de sitio es una medida excepcional a la que puede recurrir el gobierno para restringir libertades individuales en casos de grave peligro o por causa de conmoción interna: se suspenden las garantías constitucionales, pero no su vigencia.

La declaración de esta medida corresponde al Congreso, y durante su receso al Poder Ejecutivo. Sin embargo, De la Rúa lo decidió mientras el Parlamento estaba sesionando para flexibilizar las restricciones al retiro de salarios depositados en los bancos, y derogar los poderes especiales del ministro de Economía, Domingo Cavallo.

"La solución a los problemas de Argentina no es la represión sino el cambio del modelo económico", dijo en un comunicado la Confederación General del Trabajo, principal central obrera.

Hasta el partido de De la Rúa, la Unión Cívica Radical, acusó al gobierno de llevar al país al estado de desborde social al aplicar su modelo económico que incluye recortes en las pensiones de jubilados, de salarios de estatales y otros, con la finalidad de lograr el déficit público cero acordado con el FMI.

"El responsable principal es el ministro de Economía, Domingo Cavallo, expresión de un modelo. No alcanza con su renuncia sino que se requiere una acción inmediata del gobierno, que debe convocar urgentemente a la unidad nacional", dijo la jefatura radical.

En cambio en el opositor peronismo, que prácticamente controla el Congreso bicameral y tiene bajo su mando a 13 de las 24 provincias, las opiniones estuvieron divididas: el sector liderado por el ex presidente Carlos Menem exigió "la adopción de medidas que en el marco constitucional posibiliten la superación del caos", pero no rechazó el estado de sitio. Otros peronistas dijeron que "en principio" estaban en contra de la medida, pero eligieron la prudencia.

Por su lado, Amnistía Internacional advirtió que pueden producirse detenciones arbitrarias en Argentina en el marco de esta medida de excepción, pues permite la detención de personas sin autorización judicial.

Desde el regreso de la democracia, en 1983, ésta es la cuarta vez que se impone el estado de sitio. Fue decretado por el presidente Raúl Alfonsín, del mismo partido que De la Rúa, una vez a causa de amenazas golpistas por parte de los militares y luego ante la ola de saqueos a los supermercados, en 1989. El presidente que le siguió, Carlos Menem, lo implantó en 1990, para reprimir un alzamiento militar. (AFP Y REUTERS)