Ť Aumentó la demanda por la ola de frío y la iluminación de la temporada navideña

Crisis de abasto de electricidad en España; proveedores privados no invierten en el sector

Ahora es en España donde la privatización de los mercados nacionales o locales de energía eléctrica encendió focos rojos de alerta sobre las consecuencias de que el Estado deje la generación y el manejo de las redes de distribución en manos privadas.

Después de que a principios de este año el estado de California, Estados Unidos, viviera la mayor crisis de abasto de electricidad en su historia, que tuvo como una de sus inmediatas consecuencias el aumento en la factura que pagan los consumidores por el servicio, España experimentó esta semana una historia similar.

El lunes pasado España alcanzó un nivel récord de demanda de energía eléctrica, con un consumo de 35 mil 500 megavatios por la tarde de ese día, que obligó al ente regulador Red Eléctrica de España, a ordenar una reducción en el suministro para las comunidades de Madrid y Valencia.

Las causas del aumento de la demanda están ligadas a factores naturales y propios de la temporada, pero tienen su origen en la apertura del sector eléctrico en ese país.

Reportes de prensa indicaron que la ola de frío siberiano que atraviesa la península obligó a los usuarios a aumentar el uso de los sistemas de calefacción, que combinado con el aumento en la iluminación callejera en las grandes ciudades con motivo de la temporada navideña provocó el aumento en la demanda de energía que amenazó con colapsar el sistema de abasto del fluido.

Más allá de los factores coyunturales, el problema tiene origen en factores de índole estructural. La red de transporte y distribución de energía, encargada a la iniciativa privada, no recibe la inversión necesaria para su mantenimiento. Además, algunas centrales han debido realizar paros forzados y, adicionalmente, la materia prima más barata para la generación, el agua, fue escasa durante el otoño pasado por las insuficientes lluvias.

En contraste con la ausencia de competencia dentro de España, las grandes empresas privadas que atienden ese mercado, varias de las cuales como Endesa han manifestado interés por participar en México cuando se llegue a privatizar el sector, han privilegiado sus inversiones en el exterior.

España, junto con California, es ahora un espejo de lo que puede ocurrir en México.