Ť Se recordó a los Beatles muertos en la Ollin Yoliztli

Adelantaron homenaje por los 21 años de la muerte de John Lennon

ARTURO CRUZ BARCENAS

Aproximadamente mil personas acudieron al homenaje póstumo a John Lennon realizado la noche del pasado lunes en la Sala Ollin Yoliztli. La ceremonia en conmemoracion por los 21 años de la muerte de John se adelantó en México.

Una larga fila se formó y a punto estuvo de ocurrir portazo de unos desesperados por entrar, quienes habían llegado temprano y veían cómo los invitados VIP les ganaban la entrada.

Adultos llevaron a sus hijos al espectáculo organizado por Radio 590 La Pantera, que montó un show dramatizado en el que un locutor hizo una crónica del fatal 8 de diciembre de 1980, cuando el pacifista ex Beatle fue asesinado por Mark David Chapman, fan de Lennon. Cuando la voz en off mencionó el nombre del "loco" -así se le llamó en el evento- un coro de silbidos se escuchó mentándole la madre.

A unos que ya rebasaron la frontera de los cuarenta se les salieron las de San Pedro. Las imágenes de la multitud enfrente del edificio Dakota, en Nueva York, donde habitaba la leyenda viviente, conmovieron al público, que recordó aquella noche fría cuando se informó al mundo que a las 21:07, hora de México, había fallecido el hombre de bien. En Nueva York eran las 23:07. "Una de las noches más tristes en la historia de la música."

Entre cada serie de palabras del locutor, detrás de una pantalla que proyectaba su espectro, el grupo Morsa, los camaleones del cuarteto de Liverpool, interpretó los éxitos, comenzando con Quiero estrechar tu mano. Emocionado hasta el límite del delirio, un fan beatlemaniaco lucía una casaca como la usada por John en la portada del disco del Sargento Pimienta. Traía lentes para miope y su pelo al típico estilo de For sale. Unos más gruesos de apariencia, gordos, fortachones, llegaron en sus motos y daban la espalda para que se leyera el estampado de Angeles del Infierno.

La Ollin Yoliztli se estremeció cuando se escuchó de los morsos Es como volver a empezar, emblemática. Fue como si hubiera revivido el ambiente de tristeza en el Central Park, con veladoras. Ese día el fuego apagó, mitigó, el fuego en el cuerpo de John, quien recibió cinco tiros de una .38 entre la espalda y el hombro. Nueve ambulancias llegaron al sitio. El War is over estampado en la camiseta de Lennon profundizó la emoción, el rencor hacia Chapman, quien por la mañana había recibido un autógrafo de su ídolo. "Una voz en mi cabeza me ordenó: ¡hazlo, hazlo!", justificó el mozalbete de lentes.

Woman fue el fin, pero también el preámbulo a gritos que solicitaban rolas de George Harrison, fallecido el pasado viernes. "Toquen algo. No, güeyes; toquen Algo". Se la echaron y también Here comes the sun. Al final, en una composición fotográfica, dos coronas de flores rodeaban los rostros de los Beatles muertos. En la parte inferior Paul y Ringo saludan a la gente.