Ť Fear not incluye su obra reciente y se exhibe en una galería de Manhattan
Confirma The New Yorker a Gabriel Orozco como ''el mejor artista conceptual de su generación''
Ť Sus instalaciones producen fuertes efectos emocionales en aquella urbe atemorizada
Ť La expresión budista ''yo te protegeré'' completa el título de la exposición
MERRY MAC MASTERS
Desde el pasado 7 de noviembre el artista Gabriel Orozco (Jalapa, 1962) exhibe en su espacio neoyorquino, la Marian Goodman Gallery, una muestra de obra reciente con el nombre Fear not (no temas o no tengas miedo), que el crítico de la revista The New Yorker, Peter Schjeldahl, ha interpretado como ''un entredicho tranquilizador'' para los habitantes de la gran manzana.
Fear not, sin embargo, es como Orozco le puso a una serie de dibujos ''con impresiones de las manos''. Explica que siempre le llamó la atención la expresión budista de la mano extendida o abierta que muestra la palma como saludo de paz, llamada ''fear not, I will protect you''. La otra mano, que está abajo, representa la segunda parte de la frase: ''yo te protegeré''. Reconoce, no obstante, que al exhibir siempre busca que su obra se relacione con el contexto que la rodea.
Schjeldahl escribió un artículo para elogiar la obra de Orozco en esa prestigiada publicación. De entrada, señala que la presente exposición ''confirma que (Orozco) es el principal artista conceptual y de instalación de su generación''. Continúa: ''También (Orozco) es muy bueno. El tipo de arte que abraza me parece del todo agotado; no obstante, adoré esta muestra diestra y animada de esculturas, dibujos, fotografías y un video. Me hace querer arrebatarlo de los brazos de curadores y teóricos que lo han hecho una estrella en el fatigado circuito internacional de bienales que, con sus variaciones sin fin sobre temas de Marcel Duchamp y Joseph Beuys, entre otros, complacen sólo a los organizadores''.
La pelusa y el ataque a las Torres Gemelas
La de la Marian Goodman es su primera exposición después de la retrospectiva organizada en 2000 por el Museo de Arte Contemporáneo, de Los Angeles, que itineró en el Rufino Tamayo y en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. En el transcurso del presente año Orozco también participó en la Trienal de Yokohama y la Bienal de Estambul. A principios del presente, el Museo Georges Pompidou abrió una sala con su obra como parte de su colección permanente.
Para Orozco la pieza más importante de Fear not es una realizada con la pelusa que se acumula en las secadoras de ropa. Al final, ''decidí colgarlos sobre hilos de muro a muro como un tendedero, digamos, de polvo. Pero no nada más parece un tendedero lleno de cosas; también parece polvo flotando. Esto causó un efecto emocional fuerte en Nueva York por la relación con el polvo, producto del ataque a las Torres Gemelas. Es un polvo muy fuerte, muy cargado. La pelusa de la secadora es parecida de cierto modo porque tiene pedazos de fibra, pero también cabello y piel, es decir, los residuos del cuerpo''.
Muchas veces, apunta el entrevistado, sus piezas parecen fáciles. Pero puede ser que se lleve un año de estarlo pensando y al final, ''aunque el resultado parece muy simple, muy directo, el proceso es bastante largo''.
La muestra comprende la instalación Mixiotes, formada por esculturas colgantes realizadas con hojas de agave y de bambú. Orozco había presentado una pieza así hace dos años en el mercado Medellín, de la colonia Roma, dentro de una exposición de la galería Kurimansutto; sin embargo, para Nueva York preparó obras nuevas.
Cambio de ritmo en enero
Si Fear not incluye muchos dibujos es porque Orozco optó por descansar este año ''para ver cómo trabajo normalmente. Estuve alejado de todo y viví en Costa Rica, donde mi esposa trabajaba. Corté muchos proyectos. Por eso salieron tantos dibujos, porque me la pasé dibujando y viajando en Costa Rica y tomando fotos''.
De su retrospectiva en el Museo Tamayo indica: ''Me dio mucho gusto la cantidad de personas que la vio, como 40 mil. Muchos escribieron, había mucha polémica, se corrió la voz muy fuerte; había una expectativa muy grande, pero no es que el museo haya hecho más anuncios publicitarios de los habituales. Fue un éxito y me dio gusto que muchos pudieran verla.
''Por otro lado, quedé tranquilo de hacer algo que era importante de mi parte, una cosa que creía como expectativa necesaria para mí y para mi país. También me divertí mucho con las polémicas que se armaron y la reacción de la crítica, que fue apasionada y, de repente, agresiva. Se movió algo importante y fue bueno hacerlo.''
En enero, Gabriel Orozco retomará su ritmo acostumbrado de actividades, pero por ahora prefiere no adelantar nada.