VIERNES Ť 7 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť "No sirve ser la economía más grande de Iberoamérica si hay 40 millones de pobres"
Superar pobreza y desigualdad, el gran reto: Fox
Ť Dice que dentro de los programas sociales no tendrán lugar corporativismo ni clientelismo
JUAN MANUEL VENEGAS
La magnitud de la pobreza que viven millones de mexicanos exige una "cultura de la equidad", porque de nada sirve que seamos la economía "más grande" de Iberoamérica si "seguimos con 40 millones de pobres". El desafío es transformar ese "éxito económico" en oportunidades para todos, señaló el presidente Vicente Fox Quesada.
El mandatario presentó en Los Pinos el Programa Nacional de Desarrollo Social, que a decir de la titular del área, Josefina Vázquez Mota, "va todo dirigido" al combate a la pobreza, porque "no podemos dejar a la lógica de la oferta y la demanda el destino de los mexicanos".
Superar pobreza, desigualdad y marginación es "el mayor y más urgente" reto que tiene el país, apuntó el jefe del Ejecutivo, para en seguida afirmar que dentro de los proyectos que se pondrán en marcha no tendrán lugar "ni el corporativismo ni el clientelismo".
Para lograrlo, la estrategia se desplegará en cinco frentes: primero, "la generación de oportunidades", para que cada ciudadano o familia pueda acceder a mejores condiciones de vida a través de su propio esfuerzo, lo que irá acompañado por diversos programas para "el desarrollo de capacidades", que permitan a cada persona elegir "lo que quiere ser y hacer".
Un tercer frente, explicó, será el del fortalecimiento y afianzamiento de las instituciones, para que "cada persona y cada familia tengan las seguridad y la garantía del ejercicio pleno de sus derechos y la integridad de su persona y de sus bienes".
El cuarto objetivo es la consolidación de un patrimonio "básico", que implica una vivienda digna, seguridad jurídica de la propiedad y la posibilidad de ahorro. El quinto por alcanzar es "la equidad, que dé voz y poder a los grupos vulnerables y a quienes han sido víctimas de la discriminación o la exclusión, para asegurar su acceso equitativo a las oportunidades", abundó el titular del Ejecutivo federal.
La titular de Sedeso, Josefina Vázquez Mota -quien adelantó que "en breve" el Presidente hará un "importante anuncio a la nación" sobre la "articulación" de las políticas de desarrollo social y humano-, señaló por su parte que la desigualdad que hay en México se refleja no sólo en la mala distribución del ingreso, sino en los indicadores de esperanza de vida, nutrición, escolaridad y morbilidad.
Este es, dijo, el momento de darle un sentido de urgencia a la "reconciliación entre el México desarrollado y el atrapado en la pobreza y la falta de oportunidades".
Vázquez Mota señaló que plan sectorial para la superación de la pobreza tiene también como desafío impedir que los recursos queden "atrapados" en las instituciones o por los funcionarios, ya sea por "ineficiencia o por falta de transparencia".
Sin querer entrar al debate con la enumeración de las "deficiencias del pasado", la funcionaria llamó a la ciudadanía a "la corresponsabilidad", que no es otra cosa sino mantenerse atenta a los compromisos contraídos por el gobierno y verificar que éstos se cumplan.
"Fortalecer la confianza de la población en su gobierno exige rendición de cuentas claras, que permitan a la sociedad verificar que los recursos que se dirigen hacia el desarrollo social se vean realmente aplicados con eficiencia y favoreciendo la corresponsabilidad".
La secretaria de Desarrollo Social -en el mismo tenor que Fox Quesada- advirtió que a pesar de la "estabilidad" de los indicadores macroeconómicos, nadie puede estar conforme con los resultados, ya que "la eficiencia económica no es sinónimo de desarrollo humano, ni de mejor distribución de la riqueza".
En tal sentido, subrayó que este gobierno "no dejará a la lógica de la oferta y la demanda el destino de los mexicanos; pero tampoco los abandonará a un Estado interventor y centralista que ha mostrado su fracaso y desaliento".
El objetivo central "es incorporar el tema de la pobreza a la agenda nacional, con seriedad y también con prioridad, porque ya no basta saber cuánto se hace y a cuántos llegamos; hoy tenemos que ser capaces de decir cómo llegamos y si aquello que hacemos ayuda a superar la pobreza o hace que la gente permanezca en ella".
En la presentación del mencionado programa contra la pobreza el presidente Fox no dejó escapar el momento de insistir en la "necesidad" de aprobar la reforma hacendaria que propuso al Congreso, pues surgió "del compromiso que tenemos de transformar ese éxito económico que nos ha permitido mantener estables las variables fundamentales de la economía (control del déficit público, endeudamiento, reservas nacionales, inflación, tasas de interés, tipo de cambio e inversión extranjera), en verdaderas oportunidades para las 40 millones de personas excluidas del desarrollo".