LUNES Ť 3 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Ibarra, Rodríguez Prampolini y Luna, otros galardonados
Confirma la SEP a Leñero y Zalce como premios nacionales
Ť Beneplácito en la dramaturgia, la plástica y la música
Ť El reconocimiento al pintor, tardío, dice Raquel Tibol
MERRY MAC MASTERS, CARLOS PAUL Y PABLO ESPINOSA
La Secretaría de Educación Pública confirmó ayer oficialmente los nombres de los ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2001, dados a conocer en estas páginas el viernes 23 de noviembre, los cuales serán entregados hasta enero.
Se trata de la primera entrega a cargo de la nueva administración, de origen panista, del premio de cultura más importante de México. El anuncio se hizo oficial justamente el día en que el gobierno de Fox cumplió un año, en medio de un panorama distinto al ofrecido meses atrás. En cambio, la designación del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2001 fue recibido con beneplácido por su solidez, sustentada en el prestigio y la grandeza de los galardonados.
El anuncio ocurre también en medio del acrecentamiento de rumores en el sector cultura del gobierno, entre ellos la versión de que Sara Bermúdez, responsable del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), ya decidió suplir al director del Instituto Nacional de Bellas Artes, Ignacio Toscano, y que solamente afina detalles para designar a un nuevo director a modo. Además, renació una vieja polémica acerca de la creación de una Secretaría de Cultura, frente a grandes pendientes como los casos del Casino de la Selva, el patrimonio de Fomento Cultural Banamex y la red nacional de teatros del IMSS, entre otros asuntos de gravedad.
Mientras tanto, en el ámbito cultural renació ayer el júbilo por la designación de Vicente Leñero, Alfredo Zalce, Federico Ibarra e Ida Rodríguez Prampolini, destacados científicos y artistas mexicanos.
Encabeza el listado de los seis apartados o "campos" o especialidades en los que tradicionalmente se reparte este galardón, el más importante en México, el maestro Vicente Leñero, en el "campo I, lingüística y literatura". Enseguida, en el "campo II, bellas artes", el compositor Federico Ibarra, el pintor Alfredo Zalce y el escenógrafo Alejandro Luna.
La doctora Ida Rodríguez Prampolini es la ganadora en el "campo III, historia, ciencias sociales y filosofía". En tanto que en ciencias físico-matemáticas y naturales los designados son los doctores Onésimo Hernández Lerma, Herminia Pasantes y Ordóñez y Julio Everardo Sotelo Morales. En tecnología y diseño el ganador fue el doctor Filiberto Vázquez Dávila.
El campo VI, artes y tradiciones populares, fue concedido ex aequo -como se ha estilado en años recientes- a los artesanos reboceros de Santa María del Río, San Luis Potosí, y al maestro Silvestre Tiburcio Noyola Hernández, de Cuajinicuilapa, Guerrero.
Premios tardíos y beneplácitos
La crítica de arte Raquel Tibol dijo ayer a La Jornada que el galardón a Alfredo Zalce, de 93 años, llega "un poco tarde, pero no es por culpa de quienes otorgan premios, sino porque él no quería aceptarlo". (Lo rechazó en tres ocasiones.) Si Tibol llegó a proponerlo como candidato, fue porque durante muchos años consideró que "era justo que se reconociera una labor de calidad dentro de esta diversidad de prácticas dentro de la plástica". Zalce, apunta, ha sido una persona activa durante más de 70 años del siglo 20, en actividades como el grabado, la escultura, el tapiz, la pintura y el dibujo.
En el ámbito de la literatura y el teatro, el regocijo es doble: se premia al periodista, dramaturgo, novelista y guionista Vicente Leñero, quien entre los diversos galardones ha obtenido se hallan el Biblioteca Breve Seix Barral (por Los albañiles, 1963) y recientemente el Xavier Villaurrutia. Con Leñero, dice la crítica de teatro Olga Harmony, "el teatro mexicano empieza a buscar formas dramaturgicas que no son las convencionales".
De igual manera se premia al más brillante escenógrafo de México, Alejandro Luna, quien, comenta la crítica de teatro Olga Harmony, "era un joven arquitecto que empezó ha hacer escenografías en la década de los años sesenta, para los grupos de estudiantes de la facultad de Arquitectura y para los de la Escuela Nacional Preparatoria. En esos años experimentó con texturas y espacios, no hacía escenografías excesivamente naturalistas, se salía del patrón de la escenografía realista. El buscaba, desde entonces, la esencia de la obra como propuesta escenográfica. Después empezó a descollar, a trabajar con directores como Ludwik Margulles, Héctor Mendoza, entre otros.
"Luna es el más brillante escenógrafo de México, con un manejo de los espacios y volumenes extraordinario. Es también un iluminador impresionante, pero sobre todo es un escenógrafo que busca más reflejar la esencia de la obra, que hacer una escenografía realista, aunque también es muy capaz de realizarla".
En el medio musical también hay consenso respecto del reconocimiento a uno de los compositores mexicanos que ya tienen asegurado un sitio en la historia del arte sonoro de México. La trascendencia de la obra musical de Ibarra había estado hasta entonces limitada a la conciencia de los conocedores e inmersa en sus partituras.
Ayer por la tarde, el compositor Federico Ibarra acudió al Palacio de Bellas Artes donde se restrenó su ópera Alicia. "El concepto que manejo en esta ópera -dijo a La Jornada el autores el de una tragedia, pero llena de una música muy bonita, inclusive tarareable. Alicia no canta porque no existe dentro de ese mundo de los que cantan, hablan otro idioma. Hay, por otra parte, un homenaje a Monteverdi, el autor que inventa el género operístico, y recursos vocales de otros autores (Rossini, entre ellos) pero con sorna: no es precisamente que trate de imitar a la ópera italiana de una manera muy seria, sino al contrario me estoy burlando de esos gorgoritos que estamos acostumbrados a oír en ópera".
A Rodríguez Prampolini le llega el reconocimiento en un momento en que encabeza tanto el Consejo Veracruzano de Arte Popular, de su estado natal, como la realización de un catálogo de muralismo mexicano, proyecto que se efectúa por medio del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, al cual pertenece desde 1957.