JUEVES Ť 29 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Admite la Alianza del Norte la posibilidad del envío de tropas internacionales a la región
Imposible lograr en 5 días una solución a la problemática afgana: subcomisionado de ONU
Ť De forma velada, Naciones Unidas condicionan la ayuda humanitaria con la firma de acuerdos
EVA USI CORRESPONSAL
Königswinter, 28 de noviembre. Después de un inicio marcado por un sorpresivo optimismo en las negociaciones de la Conferencia Interafgana en las afueras de Bonn, durante el segundo día de conversaciones la ONU redujo sus expectativas por que se produzca un rápido acuerdo en la ruta política a seguir para la conformación de una administración interina en Afganistán. La Alianza del Norte, que ya no quiere seguir siendo llamada como tal sino Frente Unido, ya no rechaza categóricamente el envío de tropas multinacionales.
"La atmósfera de las conversaciones es cálida", dijo el subcomisionado especial para Afganistán de la ONU, el español Frances Vendrell. Pero esto podría cambiar rápidamente, aun así, descartó la posibilidad de que la conferencia fracase. "La comunidad internacional espera que haya un avance político como resultado de las negociaciones, pero si en Bonn no hay un acuerdo definitivo, dijo, las conversaciones continuarán donde los afganos decidan". El diplomático advirtió que no puede esperarse una solución en el lapso de cuatro o cinco días, después de más de dos décadas de guerra. "El objetivo de la conferencia es un acuerdo sobre una 'autoridad interina', que deberá entrar en funciones ante el vacío de poder en Kabul".
La estructura del
matrimonio de conveniencias
En la Conferencia Interafgana en la residencia de Petersberg se busca con urgencia una solución política. La Alianza del Norte, vista por observadores más bien como un "matrimonio de conveniencias" entre distintos líderes mujaidines, logró conquistar Kabul con el apoyo militar de Estados Unidos, y se comporta de acuerdo a la ecuación de presencia igual a posesión de poder.
En las filas de la Alianza se encuentran los verdugos y torturadores que gobernaron Afganistán entre 1992 y 1996, y aunque a ella pertenezcan también figuras moderadas como el ministro del Exterior aliancista, Abdullah Abdullah, y el responsable de seguridad, Yunus Qanuni, es la fuerza dominante en el país a pesar de estar integrada por los grupos étnicos minoritarios tadjikos, uzbekos y hazaras. Los pashtunes, el grupo étnico mayoritario, no tienen una fuerza política, a pesar de que los pashtunes del sur se hayan liberado de los talibán. Su debilidad se refleja en las negociaciones de Bonn, donde están representados mayoritariamente por pashtunes en el exilio.
Por ello urge la conformación de una autoridad interina, antes de que las rivalidades tribales conduzcan a una guerra civil.
En este sentido se discute una cuestión clave para la seguridad y continuidad política en Kabul, como es el envío de tropas multinacionales de paz. Vendrell reiteró la posición de la ONU: "creemos que la presencia de una fuerza multinacional es sumamente deseable en Afganistán, pero en este punto de las conversaciones, un acuerdo al respecto es prematuro"
El comisionado especial de la Organización de las Naciones Unidas para Afganistán, el embajador de Argelia Lakhdar Brahimi, quien preside la conferencia, conoce la tradicional aversión de los afganos ante cualquier influencia o presencia de tropas extranjeras en su territorio, y por ello insiste en la conformación de una fuerza policial integrada por los distintos grupos étnicos, antes que en el envío de tropas internacionales. Se habla entre los corredores de la conferencia sobre una tercera alternativa, que sería el envío de tropas integradas exclusivamente por países musulmanes que contarían con el mandato de Naciones Unidas y tendrían la capacidad militar para enfrentar agresiones armadas.
La Alianza del Norte rechaza en principio el envío de fuerzas multilaterales "extranjeras" en Afganistán. El líder de la delegación aliancista, Yunus Qanuni, dijo ante periodistas no ver la necesidad para ello, ya que la situación de seguridad está bajo control. "Hemos dejado en claro en el pasado que las tropas de paz pueden ser integradas por nuestras propias fuerzas"; sin embargo, afirmó que si la conferencia se decide a favor, las negociaciones no fracasarán por esta cuestión, "podrían ser parte de un amplio paquete para garantizar la paz". Qanuni dijo que de no encontrar consenso en la ruta política a seguir, las negociaciones podrían continuar en la "histórica" ciudad de Kabul, de la cual es responsable en materia de seguridad. El líder uzbeko enfatizó que su movimiento ya no es la Alianza del Norte sino el Frente Unido, que incluye amplias regiones al sur y este del país y pidió a periodistas que ya no utilizaran el término de Alianza del Norte.
Continúan las deliberaciones sobre el futuro papel del antiguo monarca Mohamed Zahir Shah, como líder simbólico y figura de unidad en el proceso de transición. "El rey goza de un respeto unánime entre todos los afganos", dijo Vendrell y añadió que hay señales por parte de las cuatro delegaciones que integran las negociaciones, en que les gustaría un papel para el antiguo monarca en el exilio. Al respecto, Qanuni dijo que el Frente Unido no cree en figuras sino en sistemas. "Si la Loya Jirga (Gran Asamblea) decide que el rey juegue un papel, así será".
El papel de la "marioneta" de Estados Unidos
Naciones Unidas tienen una difícil tarea en las negociaciones de Bonn, pues a pesar de ser acusada de ser marioneta de Estados Unidos es la única organización internacional capaz de asumir un papel de liderazgo legítimo en un proceso de paz en el que están interesados tanto la comunidad internacional como los partidos, facciones, etnias y líderes mujaidines en Afganistán. Adicionalmente a la pacificación, el problema más inmediato es la ayuda humanitaria. Los ataques aéreos de Estados Unidos desde principios de octubre, acompañados de actos de venganza de las fuerzas talibanes. han impedido que los envíos de víveres lleguen hasta los más necesitados; la ONU advierte sobre el peligro de que miles mueran este invierno víctimas del hambre y del frío. Y a mediano y largo plazos está el problema de la reconstrucción del país; se estima que será necesario destinar unos 10 mil millones de dólares tan sólo durante los primeros dos años, según cálculos de la ONU. La comunidad internacional tendrá que ayudar con un monto estimado en unos 2 mil millones de dólares.
Una conferencia de donantes tendrá lugar el 5 de diciembre en Berlín, para apoyar medidas de ayuda humanitaria, le seguirá otra en Japón a mediados de enero. Esto es manejado por la ONU como un sutil elemento de presión a los participantes de la Conferencia Interafgana; sólo si hay un acuerdo, está asegurada la ayuda financiera.