JUEVES Ť 29 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť El gobierno no considera el plusvalor en Texcoco: experta

En AL los terrenos ejidales valen 10 veces más que en México

Ť La megarrentabilidad será para operadores del aeropuerto, dice

PATRICIA MUÑOZ RIOS

En América Latina, el precio de los terrenos sin servicios oscila entre 5 y 10 dólares por metro cuadrado, y ya urbanizado se eleva de 30 a 35 dólares, por lo que el precio que se está dando actualmente es casi 10 veces superior al existente en el ejido de México, aseguró Susana Medina, investigadora del Colegio Mexiquense, en un estudio que presentó ayer sobre el mercado de tierras en nuestro país.

En el caso de las expropiaciones en Texcoco, sostuvo que estos terrenos van a adquirir un "plusvalor" en el corto plazo por la construcción del nuevo aeropuerto, y esto no se está considerando en la indemnización a los ejidatarios. De ahí que la "mega-rrentabilidad" que tomará el proyecto será para las industrias que operen en el mismo, así como para los empresarios privados y extranjeros que participen en él.

El gobierno federal -reiteró- está haciendo caso omiso de este plusvalor que obtendrán los terrenos que pretende expropiar, y ni siquiera reconoce un valor de mercado para la operación, por lo que, en los hechos, se estaría traspasando la rentabilidad de estos ejidos de sus actuales dueños a los inversionistas futuros.

La estimación de que el precio del terreno sin servicios en México debe oscilar entre 5 y 10 dólares fue tomada con base en estudios de suelo, recuperación de plusvalías y desarrollo regional, realizados por la Universidad Autónoma del Estado de México, según refirió la investigadora en su análisis denominado Los mercados de tierras periurbanos en México.

No hay terreno

En el mismo documento detalla que en México hay baja oferta de suelo para pobres, se adolece de irregularidad en la tenencia de la tierra, planeación inadecuada, baja respuesta de los organismos públicos y los gravámenes inmobiliarios son de los más elevados a nivel mundial.

Estableció que en algunas ciudades como la de México, y en estados como Jalisco, Tamaulipas, Baja California, Hidalgo, San Luis Potosí, Sonora y Veracruz la reserva del suelo alcanza para menos de un año, y eso eleva considerablemente la tenencia de tierra.

En su análisis presentado ayer en el Foro Internacional Ordenamiento de la Propiedad y Sistemas Catastrales, organizado por la Secretaría de la Reforma Agraria y la Procuraduría Agraría, Susana Medina se refirió también a la falta de vivienda en el país. Indicó que "en México, de cada 100 familias sólo 20 tienen casa propia ya pagada, 30 están en proceso y 50 rentan".

Según sus investigaciones, 82.70 por ciento de la población ocupada no puede acceder de manera formal al mercado de suelo y vivienda en el país por sus magros salarios. Esto es porque para poder adquirir la vivienda más económica que oferta actualmente el mercado se requiere un ingreso del orden de 1.92 veces el salario mínimo mensual, que sumado a lo que cada familia necesita sólo en alimentación, da como resultado un ingreso necesario de 6.29 minisalarios, que muy pocas familias tienen.

Para acceder a un crédito de interés social para vivienda se requiere tener una percepción mensual de entre 9 y 12 mil pesos, a precios de 2001. Sin embargo, para una casa de interés medio alto, es casi imposible el acceso, pues a través de la banca se requiere un salario de 25 mil pesos, que significan cerca de 22 salarios mínimos. Así, sólo 17 por ciento de la población ocupada en México puede entrar a la oferta legal de vivienda, y eso siempre y cuando sea de nivel medio-bajo.

En su análisis hace una proyección sobre el volumen de nuevos hogares que se establecerán en el país entre 2000 y 2005, y señala que su número rebasará los 4 millones, no obstante, de este total, entre 83 y 85 por ciento serán hogares considerados como pobres.

Detalla que ante la imposibilidad económica y la creciente demanda de vivienda para las nuevas familias, la población de bajos recursos, que es la mayoría, ha recurrido y recurrirá al "mercado subterráneo", pues les permite construir a largo plazo aun con los consabidos problemas de suelo, servicios y los abusos de seudo líderes sociales.

Se calcula -dijo- que al año 250 mil familias reciben su escritura, e igual número ingresa al mercado ilegal del suelo; la cifra, pues, se mantiene constante. La política de regularización de la tenencia de la tierra ha tenido poco o nulo efecto, pues las ciudades siguen creciendo fundamentalmente mediante la toma clandestina de predios.

En cuanto al terreno ejidal, apuntó que hay aproximadamente entre 10 y 15 millones de propietarios en condiciones de irregularidad, y que los cambios al artículo 27 constitucional, "en lugar de reducir el mercado informal y ante la necesidad de los ejidatarios de un ingreso más seguro y rentable que cosechar la tierra, lo han incrementado".