Ť Deberán incrementar su recaudación sin que les tiemble la mano política, dice
Se acabó ''el margen de maniobra'' en la asignación de recursos a estados: Fox
Ť El gobierno no puede distribuir lo que no tiene, responde a mandatarios locales
JOSE ANTONIO ROMAN E ISARAEL DAVILA ENVIADO Y CORRESPONSAL
Ixtapan de la Sal, Mex., 28 de noviembre. En la asignación de partidas presupuestales a estados, al gobierno federal se le "acabó ya el margen de maniobra", sostuvo el presidente Vicente Fox. Exhortó a las entidades a hacer uso de sus facultades para recaudar mayores recursos sin que les tiemble la "mano política" para tomar este tipo de decisiones.
Al clausurar la 31 Reunión Nacional de Funcionarios Fiscales, dijo que aun cuando entiende y comparte la preocupación de gobernadores y presidentes municipales por la escasez presupuestal, "el Estado mexicano no puede distribuir lo que no tiene. Hoy más que nunca es importante que la sociedad invierta en sí misma".
En su intervención, siempre con un tono serio,
en algunos momentos hasta enérgico, la reforma hacendaria fue nuevamente
el tema central. Dijo que su gobierno ha presentado de forma responsable
una propuesta viable al Congreso, "pero tal parece que a veces se nos dice:
'no, no, el gobierno federal no puede proponer aumentar el tamaño
del pastel'", por lo que ahora ?dijo? entre todos debemos analizar otras
opciones para contar con los recursos indispensables para el desarrollo
del país.
Ante el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
y el gobernador del estado de México, Arturo Montiel, el Ejecutivo
federal señaló que es fácil ver el país que
se puede construir si se promueven cambios responsables, "porque de gratis
no nos va a llegar ese México que todos queremos; reclamándole
al gobierno federal que nos resuelva el asunto de financiamiento para el
desarrollo, tampoco va a llegar la solución".
Frente común para ampliar la recaudación
En el primer acto de una intensa gira por estado de México y Veracruz, en los que se anunció un programa para proteger el hábitat de la mariposa monarca y se entregaron viviendas del Infonavit, el Presidente dijo que el principal desafío que México tiene es superar la pobreza y la marginación, así como los rezagos acumulados durante décadas.
La deuda que se tiene con grandes sectores sociales, como indígenas, campesinos, colonos y mujeres, es muy grande, comentó. Y refiriéndose a ellos, dijo: "ya no pueden esperar más. Estamos en el punto límite de la tolerancia ante la injusticia y la desigualdad. Es el momento de tomar decisiones".
Indicó que la incapacidad presupuestal del Estado mexicano para cumplir a cabalidad con sus obligaciones sociales "amenaza el presente y compromete el futuro". Para superarla, añadió, es imprescindible que los tres niveles de gobierno hagan un frente común para ampliar la recaudación, así como para ejercer el presupuesto con eficiencia, oportunidad y honestidad.
Pidió que ante los problemas económicos se haga un diagnóstico correcto, pues de otra manera se pueden plantear soluciones equivocadas.
Fox dio respuesta a la inconformidad expresada por varios gobernadores por las partidas presupuestales asignadas a los estados en el proyecto de presupuesto para el año próximo. Dijo que a diferencia de hace diez años, cuando el gobierno federal gastaba directamente 70 por ciento de los fondos recaudados, ahora la suma de transferencias equivale a 60 por ciento de la recaudación participable. Esto significa que tres de cada cinco pesos captados son ejercidos directamente por los estados y los municipios.
Momentos antes, Gil Díaz había documentado, con cifras, datos y porcentajes, la afirmación del presidente Fox. El secretario de Hacienda explicó que los aumentos de las participaciones de 1980 a la fecha han pasado de 17.4 a 59.8 por ciento de la recaudación participable. En el caso de las participaciones en efectivo asignadas a los estados, los aumentos han sido "dramáticos", pues en números redondos han sido de ciento por ciento, al pasar de 12.5 en 1979 a 25.4 en el presente.
Apuntó que el gasto de la administración pública centralizada ha pasado de poco más de 6.6 por ciento del PIB a 4.8 en los últimos años. En este punto, dijo que el número de burócratas federales, sin incluir los empleados federalizados, se redujo de 850 mil en 1991, a 600 mil en 1999.
Señaló que, por el contrario, el número de empleados en las entidades, sin contar a los federalizados, se incrementó. Esta cifra pasó de un millón diez mil, a un millón 360 mil en 1999, aumentando su número de servidores públicos en casi el mismo número que el gobierno federal redujo su nómina.
Luego de citar varias cifras y datos estadísticos, el secretario de Gil Díaz señaló que "a mayor crecimiento de las participaciones corresponde un mayor desinterés por incurrir en el costo político que significa recaudar". De esta forma, añadió que los recursos que no provienen de un esfuerzo propio y que por lo tanto no se han traducido en un costo político interno por recaudar se dispersan con facilidad en gastos burocráticos.
El responsable de la hacienda pública dijo que los gastos por servicios personales en los estados, excluyendo los gastos de salud y educación descentralizados, han pasado de 34 a 53 por ciento del ingreso estatal disponible, dejando cada vez menos espacio para invertir y para proveer a la población de otros satisfactores.
Ante esta situación, manifestó que son "aconsejables" reformas legales que otorguen facultades tributarias adicionales a las entidades federativas, de tal manera que no vulneren las finanzas públicas federales; que se lleven a cabo modificaciones a algunos de los fondos de apoyo, a fin de que parte de ellos se asignen premiando los esfuerzos municipales y estatales de recaudación, y que los criterios de asignación de los fondos que tienen algún destino específico incorporen reglas que permitan una rendición de cuentas ante el Congreso de la Unión.
Gil Díaz anunció que en breve el presidente Fox expedirá un cambio al reglamento interno de la secretaría, que creará la coordinación en materia de hacienda en sustitución de la actual, que sólo abarca los ingresos, y que incluirá, con la participación adicional de los subsecretarios de Hacienda y Egresos, los temas pertinentes a esas áreas.