MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Nadie es dueño de la selección nacional, afirmó el presidente del Cruz Azul
Debe aclararse el caso de Cuauhtémoc: Alvarez
Ť Supone que hay algo más de fondo en la renuncia del delantero al Tricolor
MIGUEL ANGEL RAMIREZ
Porque considera que en la renuncia de Cuauhtémoc Blanco puede haber algo más de fondo y que nadie es dueño del Tricolor, Guillermo Alvarez Cuevas, presidente del Cruz Azul, señaló ayer que la Federación Mexicana de Futbol debe aclarar el caso del jugador y la pelea entre Alejandro Burillo Azcárraga, responsable de la comisión de selecciones, y Rafael Lebrija, titular de la Primera División.
Alvarez Cuevas, de visita en el entrenamiento de los cementeros, consideró que Blanco no es un jugador al que se le pueda olvidar tras el anuncio que hizo.
"No es tan fácil nada más esperar que alguien haya declarado que no quiere formar parte de un grupo y dejarlo como si fuera una decisión unilateral. Hay que convencerlo y, sobre todo, que exponga, creo, razones de más fondo."
Para él "no es ningún capricho" del delantero. "Creo que fue algún momento más bien emotivo y derivado probablemente de algún jalón de orejas que le hayan dado."
Agregó que nadie está "para imponer reglas" y, como dice el veterano entrenador Ignacio Trelles, el único indispensable en el futbol "es el balón", pero "sería bueno aclarar que está pasando ahí".
Piensa que pudo resolverse todo antes del partido eliminatorio contra Honduras "y no estar esperando en un momento de triunfo, que después se puede interpretar como triunfalismo para poder estar sobre acciones de disciplina o de un grupo.
"Creo que Cuauhtémoc es un muchacho con el que habría que platicar. Muy valioso, desde luego en la cancha, y que habrá que orientarlo más todavía en algunas actitudes fuera del terreno de juego.
"Porque si ahorita le preguntan a sus compañeros de juego, pues todo mundo va a hablar bien de él. Todos van a justificarlo, pero quién sabe si en el seno interno del seleccionado. Ahí es donde valdría la pena aclarar las cosas."
También pidió que no se deje pasar el problema entre Burillo y Lebrija. "Porque nadie es dueño de la selección como para manejar una serie de conceptos en donde se margine a directivos de la Federación Mexicana de Futbol, que incluso tienen mayor jerarquía que otras personas".
Dijo lo anterior al referirse a la decisión del titular de la Comisión de Selecciones de negarle el acceso a los vestidores a Lebrija, luego del triunfo ante los hondureños.
Recordó que a "la comisión de selecciones la nombra el consejo nacional y el señor Alejandro Burillo debe estar supeditado a las decisiones" de la máxima instancia de la FMF.
Aceptó que se dio un paso importante con la clasificación al Mundial, "aunque no se haya hecho muy brillante para que tampoco no se caiga en triunfalismo y se piense que se vino a rescatar un barco que se estaba hundiendo. El rescate vino de todo un trabajo de grupo, partiendo principalmente de Javier Aguirre".
Se le hizo ver que muchos jugadores consideran a Burillo como el salvador del futbol mexicano y contestó: "Perfecto. Entonces vamos a ver si los contratos de los jugadores los puede arreglar también él".
Reconoció que las promesas del responsable de la comisión de selecciones se cumplen, "pero de eso a que alguien pretenda ser el salvador o el factótum de todo un programa de selecciones, pues no lo podríamos admitir ninguno de los clubes".
Remató diciendo que "más allá del poder económico o incluso de algún poder político" de Burillo, está "la voluntad de los 19 clubes que están en la rama de la Primera División y, desde luego, en el consejo nacional".