Ť "Eso sucede en todas partes", la respuesta de la gente
En las calles de Mazatlán, las escenas violentas no son parte de una película
JORGE CABALLERO ENVIADO
Mazatlan, 20 de noviembre. Un lugareño sale de la disco de moda y se monta en su camioneta de lujo. Manejando se va a cenar unos tacos, mientras, sin percibirlo, unos desconocidos se le emparejan al vehículo y le descargan las balas de una pistola calibre 45 en la cara y el cuerpo, luego se escurren. Los transeúntes observan el asesinato sorprendidos y cautelosos; minutos después, cuando el rechinido de llantas, gritos y los estruendos de los disparos cesan, la gente vuelve a sus hot dogs y tacos en los puestos o sigue su camino por el malecón a su hotel.
A pesar de que se está celebrando el Festival Internacional de Cine de Mazatlán esta escena no es parte de un rodaje a lo Hermanos Almada: "Son ajustes de cuentas entre los narcotraficantes menores", comenta un mesero de la disco Valentinos; en el último fin de semana se ha repetido dos veces.
Los mazatlecos se nublan, para ellos no pasa nada: "¿Cuál violencia?, eso sucede en todos lados", es la respuesta estándar de la gente.
"Así actúan, ese es el modus operandi de ajustes de cuentas entre los narcos. A pesar de que aquí, más que la venta de droga, que sí la hay, es por el lavado de dinero por medio de las discotecas; eso es por lo que hay más problemas entre ellos, eso es lo que se disputan", confía un fotógrafo de un diario local que pidió guardar el anonimato.
La Mochila Azul Generation
Las noches en las pistas de baile de Mazatlán son copiosas, casi todas sacian a su público con música pop, banda, merengue, rock en vivo y hasta canta bar; algunas tienen todo junto para que el público pueda performear en la pista, escuchar a alguna banda de covers roqueros o echarse su rola favorita con ayuda del infinito poder de unas cervezas. Lo más singular es que en una noche en la sección de canta bar cuatro espontáneos interpretaron La mochila azul y ocasionaron el desgañite de la concurrencia acompañando las coplas del otrora Pedrito Fernández, y hasta el grupo de rock desconstruyó la pieza musical llevándose una gran carretada de aplausos.
Paquete teybols
La diversión del table dance, en opinión de los taxistas, es nueva: "La Botana y el Ramsés tienen como tres meses, aquí se usa más la casa de citas". Por 450 pesos tienes placer por 90 minutos directamente en tu habitación o si lo prefieres una fellatio por 200 pesos, pero en la casa de citas.
Los teybols aquí en Mazatlán ofrecen paquetes a lo arcón navideño, por ejemplo el Ramsés tiene tres diferentes, el más económico es el Paquetequedes: botella de ron, cuatro refrescos, una cajetilla de cigarros y cuatro teybols en la mesa, a escoger de las 50 muchachas que tienen y a la hora que se elija, todo esto por 450. De ahí únicamente varía el precio por el tipo de bebida etílica.
Buenos muchachos
Los mazatlecos en general son muy hospitalarios y las mazatlecas mujeres muy bellas, pero cuidado y se exprese uno mal de su puerto, porque los golpes pueden venir. Un ejemplo lo protagonizó un reportero que cubre el festival de cine, al usar la hiriente frase pendenciera, clásico del chilango megalómano: "Aquí todo está piojoso", al solicitar la dirección de un restaurante y no obtener respuesta. El ofendido mazatleco se paró y recomendó, evidentemente airado: "No digas eso porque a alguien no le puede parecer y puede sacar su pistola. No ofendas porque es como si yo fuera al Distrito Federal y me pusiera a insultarlos. Sean buenos muchachos y no les pasa nada".