MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Se presentará mañana dentro del ciclo 5 de jazz, en la Sala Ollin Yoliztli

"La rebeldía es consustancial al jazz, que es la música más libre", afirma Alberto Zuckerman

ARTURO CRUZ BARCENAS

"La rebeldía es consustancial al jazz, que es la música más libre", expresó Alberto Zuckerman, quien mañana ofrecerá un concierto en la Sala Ollin Yoliztli, dentro del ciclo 5 de jazz, cuyo programa se desarrolla cada jueves desde el pasado 8 de noviembre y concluirá el 6 de diciembre. La cita es a las 20 horas.

Zuckerman, al piano, estará con su trío: Jorge Preza, contrabajo, y Pablo Priero, batería, interpretando obras de Steve Kuhn, Thelonios Monk y Bill Evans, además de tres de su autoría: Llamada, Eloísa y Tributo a Paul Bley. Zuckerman realizó estudios en el Conservatorio Nacional de Música y en el Berkle College of Music, de Boston. Los festivales de jazz más importantes del mundo han sido sus escenarios, como los de Budapest, Cracovia y Lisboa.

De visita en esta redacción, ayer, el maestro Zuckerman invitó al público a oír buen jazz, con él y su trío. "El programa estará dividido en zuckermann_ma20idos. Primero saldré a tocar el piano y desarrollaré un tema mío, Delta del Danubio, en el que recorro a través de seis diferentes tonalidades un amplio espectro interpretativo. Hay partes tranquilas, pero otras son agitadas. Le doy mucho vuelo a la imaginación."

-ƑEs jazz experimental?

-Le voy a dar mucho vuelo a la improvisación. A ver qué sale.

-ƑSerá un concierto para conocedores?

-En parte sí, pero también para alguien que quiera escuchar algo que se compone al momento. Puede ir cualquiera, inclusive niños de 8 años en adelante. Van a encontrar música con riqueza armónica que tiene libertad. No es una música establecida. No siempre toco igual. No hay música más libre que el jazz; quizá la hindú, que tiene gran libertad melódica. Una pieza puede durar media hora, con una serie de ideas, pero no tiene el apoyo armónico del jazz.

"En mi caso sí hay un margen grande de libertad. Rompo muchas reglas y no me sujeto a muchas cosas. No me gusta sonar igual, nunca. Me gusta la rebeldía; a ésta no necesariamente la asocio el rock, que escuché cuando fui joven. Pero cuando escuché al jazz me dije: 'esto es lo mío'. Hubo etapas del jazz con mucha rebeldía. Por ejemplo, las Panteras Negras se identificaban con el jazz libre de los sesenta, con lo que hacía Coltrane.

Admiración por los pianistas Evans y Jarred

Zuckerman admira a los pianistas Bill Evans y a Jarred. De los mexicanos le gusta Al Zúñiga, Félix de la Mora, Mario Patrón, Enrique Orozco, "que todavía anda por ahí; acompaña a Marco Antonio Muñiz; de eso vive. El jazz no le dio para comer, como a la mayoría. Del jazz no sale. De los jóvenes admiro a Héctor Infanzón".

Dijo que el jazz no ha pegado en el DF. "No es parte de nuestra tradición. Ya se ha incorporado alguna que otra pieza, algo de Manzanero y de Consuelo Velázquez, pero el repertorio del jazz no se integra al repertorio musical mexicano. El jazz, realmente, empezó a caminar en México desde los setenta. Poco a poco se irá enraizando, pero va a tardar."

Señaló que hay gente que escucha jazz por pose, por postura intelectualoide, "pero es una manera de entrar. Así empezamos todos. Al principio oía rock, clásico. Pero el jazz es mágico. Escuchas a John Coltrane y šuh! Es un viajesote, sin nada, con pura música".

En breve, Zuckerman lanzará al mercado su segundo disco, titulado Dúo-trío, que incluirá temas acompañado del contrabajista húngaro Aladar Pege y de su grupo Trío actual. El sello será Global Entertainment.

La Sala Ollin Yoliztli se ubica en Periférico Sur 5141, colonia Isidro Fabela, Tlalpan. Admisión: 40 pesos. El concierto durará una hora y media, más o menos.