MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Cuauhtémoc Cárdenas
ƑIgnorancia o mala fe?
Llaman la atención las recientes y reiteradas declaraciones del Presidente de la República y del secretario de Gobernación en el sentido de que el general Francisco Gallardo, preso político de la alta burocracia del Ejército, debiera recurrir a la justicia civil, para ganar, debemos entender, el juicio que se ventila en los sótanos de la justicia militar.
Esas declaraciones se han hecho en situación de apremio, para no tener que acatar la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y no enfrentar al gobierno de México con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual -todo hace suponer- por la forma como autoridades militares y políticas del país han manejado el caso, de llegarle el asunto, fallará a favor del general Gallardo.
Llaman la atención en particular sus declaraciones, porque los señores Fox y Creel saben bien -sería inconcebible pensar que ambos lo ignoraran- que desde el pasado 18 de febrero se presentó en su contra, así como de otras autoridades menores, un amparo indirecto por el incumplimiento de la recomendación de la CIDH, que ni ellos dos, ni nadie, ha contestado; saben también que el general Gallardo sólo aceptará cualquier medida que lo beneficie si ésta deriva del cumplimiento de la recomendación de la Comisión Interamericana, pues está en juego su dignidad militar y ciudadana; y saben, sobre todo, que al recurrir a la justicia civil solicitando un amparo directo, estaría el general Gallardo cayendo en el garlito de reconocer su culpabilidad ante los tribunales militares, que ya se ha visto cómo han actuado, yendo de violación en violación al derecho en este caso, moviéndose según las presiones ejercidas indebidamente por algunos de los altos mandos, que tienen nombres y apellidos.
Invitar entonces al general Francisco Gallardo a acogerse a la justicia civil, se hace Ƒpor ignorancia o por mala fe?