MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Los delegados de la tribuna indígena exigen "la reforma de la reforma"

El PRI corregirá errores: Sauri

Ť Decidimos renovarnos para ser un partido en el poder, dijo la presidenta del CEN en la ceremonia de clausura de la 18 asamblea

RENATO DAVALOS Y ENRIQUE MENDEZ, E ISRAEL DAVILA ENVIADOS Y CORRESPONSAL

Toluca, Mex., 20 de noviembre. En un encuentro previo se fraguó el trastocamiento de las condiciones de clausura de la asamblea priísta. Había temores de que se desbordase la plenaria a favor de Roberto Madrazo. Aunque por la noche, este último, el comité ejecutivo, Francisco Labastida, Dulce María Sauri, los gobernadores y los sectores festejaron en la Casa de Gobierno en esta ciudad.

Al fin priístas, le pusieron saliva a las heridas y sanaron -según los madracistas- lo que "había que curar". El ex gobernador de Tabasco había planchado a sus adversarios en la asamblea, y displicente dejó el acto de clausura a Sauri Riancho para ella sola.

Fue el día del aniversario de la Revolución, día que los priístas eligieron para la refundación de su partido. No hubo relatoría ni se aprobaron los dictámenes como se previó hacerlo. Un himno desairado y unos vivas madracistas apagados por señales precisas para que el grupo musical de casa, Los Joao, confundiera su voz con la de los priístas, resumieron una tarde de ausencias y de alegorías a la unidad priísta.

Cambios a la plenaria

Sauri, Labastida y Beatriz Paredes se reunieron antes de la convergencia del priísmo en la culminación de su asamblea, y definieron los cambios a la plenaria que incluso empezó 10 minutos antes de las cinco, en la sede del PRI donde hace seis años los militantes expulsaron a Raúl Salinas.

En apresurada sesión, la directiva ofreció un partido que dejará de ser corrupto, que cambiará de actitud y que no volverá a ser soberbio.

Tanta era la prisa por regresar a casa que sólo hubo dos discursos: el de Dulce María Sauri Riancho y el de Jaime Aguilar Alvarez, secretario técnico de la comisión organizadora, que no leyó los dictámenes con el argumento de que éstos fueron dados a conocer en las plenarias de las mesas.

Fue un triunfo más de Madrazo, refrendado con la presencia de su hijo Federico, organizador de jóvenes que arrancaron una manta para pintarrajearla por el revés: "Jóvenes con Madrazo".

Cuando las voces inundaron la plenaria y estaban a punto de ahogar los discursos, el micrófono oficial acalló: "Aquí hay un solo nombre, que es el de todos: México".

Sauri dijo que su partido está resuelto a corregir errores y omisiones, y a ganar una vez más el respaldo mayoritario para "culminar las tareas que dejamos pendientes y que un gobierno sin proyecto y sin rumbo amenaza con agrandar".

Pero el PRI no desapareció, estableció Sauri. Tampoco se cumplió el vaticinio de que el PRI iba a dividirse o debilitarse, "estamos unidos y trabajando".

Aprendimos la lección, dijo Sauri. "Hemos sabido sacar las enseñanzas de nuestros tropiezos y decidimos renovarnos para ser un partido en el poder. Aprendimos que entre servir al gobierno o servir al pueblo hay que optar y decidir por el pueblo".

El comité ejecutivo preparó el argumento jurídico para darle validez a la aprobación de los dictámenes en las mesas y no en la plenaria, como ocurre en muchos partidos en el orbe. Pero el priísmo no salvó las contradicciones entre una y otra mesa.

No se debe convivir con la corrupción, expresó Sauri en un discurso repetido y de contrasentidos de cara al pasado priísta. Estamos decididos a desterrar ese fenómeno y a "combatirlo de todas las esferas públicas. Habremos de eliminar la soberbia de nuestro comportamiento, cancelar los excesos que alimentan intereses personales o de grupo", prometió.

En conferencia de prensa le preguntaron si el mensaje fue con dedicación a Almoloya o Dublín. Evasiva, respondió que se trata de un "compromiso con la sociedad".

Nuevos rostros, alianzas con partidos, conquistas sociales. La retórica del priísmo entreverada con el ruego: "lo que pedimos es una oportunidad".

Entre los delegados surgió el grito de batalla y de campaña: "šMadrazo, Madrazo...!"

Sauri Riancho atrapó el guante y devolvió: "šArriba Madrazo..!", pero Carlos A. Madrazo.

Madrazo Pintado envió aquí un mensaje que dirigió la víspera a delegados de varios estados en el puerto de Veracruz. En él afirma que el principal "resultado" de esta asamblea fue que los priístas lograron "las exequias de aquel viejo PRI legitimador de decisiones impopulares" y ahora será "capaz de autorrenovarse y autogobernarse sin rupturas".

Dice que "los dictados cupulares y las soluciones predirigidas quedaron atrás", y que la militancia "se cansó del discurso vacío, de la oferta de democracia aplazada tantas veces, se cansó de ser blanco de la simulación".

Aun cuando la mayoría de las reformas, al menos en lo que se refiere a las formas y tiempos de la elección del próximo dirigente, se las anotó él, dijo que en esta asamblea "no hay vencedores ni vencidos; no hay triunfadores ni derrotados".

E insistió que está listo para continuar su campaña por la presidencia del CEN, porque quiere llevar al partido "por la senda de los triunfos electorales".

En el "festejo" hubo muchas ausencias, como la de los ex presidentes de la República, pero sí asistieron los gobernadores Tomás Yarrington, Joaquín Hendricks, José Murat, Fernando Moreno, René Juárez, Manuel Angel Núñez Soto, Fernando Silva Nieto y Arturo Montiel.

A ellos se sumaron los ex presidentes del partido: Humberto Roque, Genaro Borrego y José Antonio González Fernández; el senador Manuel Bartlett Díaz y hasta el candidato perdedor Francisco Labastida Ochoa.

Eso sí, abajo del templete estaban unos 6 mil de los 11 mil 700 delegados que participaron en la 18 asamblea priísta, sólo para llenar espacios, como en los viejos tiempos.

Ť El Estado debe retomar compromisos

RENATO DAVALOS E ISRAEL DAVILA ENVIADO Y CORRESPONSAL

Toluca, Mex., 20 de noviembre. En la miniplenaria del lunes, los 3 mil delegados de las diez tribunas mexiquenses escucharon los dictámenes aprobados, entre ellos el indígena, con un nuevo documento en el que el priísmo pidió la "reforma de la reforma".

Finalmente, la tribuna indígena logró introducir prácticamente un nuevo documento que empujaron los del sur-sureste, con Enrique Ku y Aquiles López a la cabeza.

Sin embargo, también en el tema indígena hubo contradicciones. En la discusión sobre Desarrollo rural se avaló apoyar la reforma indígena aprobada por el Congreso en abril pasado.

Una asistencia menor a 3 mil delegados -las diez tribunas previeron reunir 6 mil- fue el escenario al que sólo llegaron dos gobernadores: Guerrero Mier y Yarrington, y el general Absalón Castellanos, que se congratuló de que el priísmo haya reconocido el conflicto chiapaneco.

El dictamen de la tribuna indígena no menciona al EZLN por su nombre, pero advierte que el conflicto chiapaneco no está resuelto y plantea que su solución significa un avance sustancial en la agenda nacional; que los pueblos indígenas sean reconocidos como entidades de derecho público.

El Estado debe retomar sus compromisos con los indígenas. Tiene que reconocerse la propiedad colectiva de los territorios y revisarse la reforma constitucional que recoja estos planteamientos, establece el texto aprobado e impulsado fundamentalmente por los oaxaqueños.

Los priístas proponen un acuerdo político entre el Congreso y el Ejecutivo para construir una política indígena de Estado, e instan al CEN a que emita la convocatoria para la constitución de la comisión nacional organizadora del movimiento indígena.

Rodolfo Becerril dio cuenta del rechazo de la tribuna de Economía al IVA en medicinas y alimentos. Horacio Martínez destacó: no se permitirá la privatización de la educación pública. Y en la tribuna de Desarrollo rural, el dictamen propone que se revise el TLC en el ámbito agropecuario.