MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Comienza a fluir de nuevo el opio

El caos que reina en Afganistán permite a los jefes de tribus reactivar masivamente el cultivo de la amapola en ese país, faro de la producción ilegal del opio, mientras que el desastre militar de los talibanes parece precipitar el desalmacenamiento de la heroína, según expertos.

"Todas nuestras informaciones concuerdan: se está plantando aceleradamente en todo el país", declaró al diario La Provence Bernard Frahi, director para Afganistán y Pakistán del Programa de Naciones Unidas para el Control Internacional de las Drogas.

Afganistán pasó, en 20 años de guerra, de pequeño productor de opio a primer productor mundial, habiendo llegado a representar 70 por ciento bajo los talibanes.

En julio de 2000 el mullah Mohammad Omar, deseoso de mejorar la imagen internacional de su régimen, declaró impío el cultivo de la amapola, que cayó 95 por ciento.

La guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos en Afganistán después de los atentados del 11 de septiembre llevó a los talibanes a suspender la prohibición.

En Afganistán una hectárea de trigo aporta 58 dólares al plantador contra 9 mil dólares la hectárea de amapola.

Los estadunidenses no están interesados por la heroína afgana, ya que la que penetra en el país proviene del sudeste asiático y de Colombia, comentó el especialista Alain Labrousse ante los medios de prensa.

Paralelamente a la reactivación de las siembras de amapola, que será confirmada en febrero cuando aparezcan las plantas, los expertos observan un desalmacenamiento de heroína.

En Sofia, punto de paso de la "ruta de los Balcanes" de la droga, las aduanas han multiplicado las incautaciones desde el comienzo de los bombardeos contra los talibanes, y lo mismo se observa en Tadjikistán e Irán, según Labrousse.

El desalmacenamiento es obra de los más grandes traficantes paquistaníes, que temen que la campaña de búsqueda de Osama Bin Laden desemboque en el descubrimiento de los escondites de droga en las innumerables cavernas afganas, cree Labrousse.

Según el último informe del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanía, menos de uno por ciento de la población de la Unión Europea declara haber consumido heroína.

La heroína provoca anualmente la muerte de 20 mil a 30 mil jóvenes en Estados Unidos y en Europa, según la ONU. (AFP)