MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Sólo prisioneros o muertos saldrán combatientes extranjeros de esa ciudad: Rumsfeld
Naciones Unidas no se hará cargo de los talibanes que se rindan en Kunduz
Ť El presidente paquistaní pide a Gran Bretaña dar una "respuesta humanitaria" a la oferta
AFP, DPA Y REUTERS
Nueva York, 20 de noviembre. La Organización de Naciones Unidas (ONU) se negó hoy a ha-cerse cargo de las fuerzas talibanes que desean rendirse en la norteña ciudad afgana de Kunduz, en momentos en que en Kandahar la milicia islámica afirmaba que aún mantiene el control de esa ciudad y que la guerra santa continúa.
El representante de la ONU para Afganistán, Lakhdar Brahimi, admitió que el organismo recibió el lunes formalmente una petición de "comandantes talibanes que querían rendirse incondicionalmente y querían hacerlo ante Naciones Unidas"
Sin embargo, ante la prensa afirmó que el organismo mundial no está en condiciones de actuar, y dijo al Consejo de Seguridad que "es evidente que la ONU no puede, no tiene los medios, no está presente en el campo, y simplemente no puede, desafortundamente, acceder a este pedido".
Miles de talibanes y combatientes paquistaníes, chechenos y árabes resisten en Kunduz, en la frontera con Tadjikistán, donde se hallan aislados y enfrentan el asedio de la Alianza del Norte e intensos bombardeos de la aviación estadunidense.
El mullah Fazil había autorizado al go-bernador provincial para tomar las medidas para la rendición ante la ONU, al afirmar que nunca lo harán ante los aliancistas sino a una autoridad neutral como sería el organismo mundial, al cual entregarían sus ar-mas pesadas, así como a los extranjeros para su repatriación a sus respectivos países y la desmovilización de sus soldados afganos.
Incluso uno de los comandantes de la Alianza del Norte en la zona, general Mo-hammad Daud, dijo que no descartaba la evacuación de los combatientes extranjeros "si la ONU o ciertos países están dispuestos a acoger esos milicianos", pues sólo así se les permitiría salir de Afganistán.
Los aliancistas, que ahora dan un nuevo plazo de tres días a los talibanes para rendirse, dijeron que sólo podían ofrecer una amnistía para los afganos que entreguen sus armas, pero no a los extranjeros.
Sin embargo, Estados Unidos rechazó la propuesta talibán al afirmar que nunca aceptará que los extranjeros se vayan vivos a otros países.
"Lo que yo espero es que morirán o se les tomará prisioneros", señaló el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por lo que sólo les queda rendirse, pues no permitirán que vayan a otros países a "desestabilizar" o "atentar" otra vez contra Estados Unidos.
No obstante, un portavoz del Pentágono indicó que Estados Unidos está dispuesto a hacer una pausa en los bombardeos sobre Kunduz si así lo solicita la Alianza del Norte para facilitar la rendición de los talibanes y los extranjeros.
El contralmirante John Stufflebeem afirmó que sin embargo los bombardeos se realizan a solicitud de los mismos aliancistas.
Temor a masacres por aliancistas
Los talibanes que resisten en Kunduz, donde afirman que en los últimos días han muerto más de mil civiles por los bombardeos estadunidenses, han hecho saber que quieren entregarse a una fuerza neutral y no a la Alianza del Norte, debido a las masacres que cometieron con sus combatientes cuando tomaron Mazar-e-Sharif.
Ante esa situación de impasse y en medio de versiones de prensa de que militantes extranjeros de Al Qaeda han aniquilado entre 300 y 400 talibanes que quieren rendirse en Kunduz, también el embajador afgano en Pakistán, mullah Abdul Salam Zaeef, pidió infructuosamente la intervención de la ONU.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, otrora aliado de los talibanes, fue otro de los que pidieron al primer ministro británico, Tony Blair, y al secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, dar una respuesta "humanitaria" a la oferta de rendición talibán en Kunduz, al alertar que las "facciones afganas" podrían cometer "graves violaciones de la ley internacional", como las masacres cometidas en Mazar-e-Sharif y Herat tras el repliegue talibán.
En ese marco, Estados Unidos continuó sus bombardeos en Kunduz y Kandahar, matando en los alrededores de esta última ciudad a cinco civiles, e incluso la agencia Aip reportó que bombardeos sobre el este del país causaron la muerte de siete miembros de la recién instalada nueva administración antitalibán en Shamshad, provincia de Nangarhar, donde otras 30 personas mu-rieron en los ataques de ayer.
El gobernador de Nangarhar, Hayi Abdul Qadir, criticó a Estados Unidos por el elevado número de víctimas causadas por los bombardeos contra objetivos talibán.
Convertido en gobernador hace una se-mana a raíz de la salida talibán de la región, Qadir exigió a Washington y sus aliados que "limiten sus ataques a sus enemigos".
En Kandahar, el antiguo baluarte talibán, la milicia islámica afirmó haber repelido una ofensiva de combatientes enemigos del comandante afgano Abdul Rehman y ha-berles provocado unas 30 bajas en la provincia de Helmand, al oeste de la ciudad, a quienes además decomisaron 11 vehículos.
El vicesecretario talibán de Relaciones Exteriores, Najibulá Sherzai, negó que estén negociando la rendición en su feudo histórico al apuntar que siguen controlando la ciudad y que la guerra santa prosigue.
Añadió que no están interesado en las provincias perdidas, pues al fin que no han sido ganadas por la Alianza del Norte sino que obedecen a su repliegue ante los ataques estadunidenses.