MIERCOLES Ť 21 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Exige la Asociación Mundial de Periódicos se investigue el crimen

Hoy serán enviados a Pakistán los cuerpos de los 4 periodistas asesinados cerca de Kabul

DPA, REUTERS Y AFP

Kabul, 20 de noviembre. Los cuerpos de los cuatro periodistas muertos en una emboscada el lunes en Afganistán fueron identificados este miércoles por sus colegas en un hospital de Jalalabad, elevándose a siete el número de profesionales de la información muertos en la guerra en este país centroasiático.

Las últimas víctimas fueron María Grazia Cutuli, del periódico italiano Corriere della Sera; Julio Fuentes, del diario español El Mundo; el camarógrafo australiano Harry Burton, y el fotógrafo afgano Azizullah Haidari, ambos de la agencia Reuters.

Los informadores fallecieron cerca de un puente en Tangi Abrishum, 90 kilómetros al este de Kabul, en una emboscada. Viajaban en una caravana de ocho vehículos desde Jalalabad, próximo al Paso Khyder que lleva de Pakistán hacia la capital afgana, Kabul.

Reporteros que escaparon dijeron que los vehículos en que viajaban sus colegas asesinados iban casi al frente de la caravana. Fueron detenidos por hombres armados con rifles automáticos, quienes obligaron a los cuatro periodistas a bajar de los autos, los insultaron, los apedrearon y después recibieron disparos en la espalda. No se ha determinado quiénes fueron los asesinos, ya que se mencionó que pudieron haber sido talibanes, o bandidos que se aprovecharon de la anarquía que impera en la región.

Enfrentamiento

La Alianza del Norte dijo que 300 efectivos enviados a recuperar los cadáveres se enfrentaron el lunes por la noche con combatientes no identificados en inmediaciones de Sarobi, unos 60 kilómetros al este de Kabul.

La provincia a través de la cual viajaban los cuatro informadores cayó bajo control de líderes tribales antitalibán la semana pasada, pero persisten focos de combatientes talibanes y árabes de la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden, que se cree siguen merodeando por muchas partes del país. "Tratamos de investigar lo que pasó y quiénes son los asesinos", declaró a Afp en Peshawar, Pakistán, Nasrullah Baryalai Arsalai, hermano del gobernador de la provincia de Nangahar. Sin embargo, dio a entender que difícilmente se llegarán a averiguar las circunstancias y quiénes son los autores del crimen.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) llevará este miércoles a Pakistán los cuerpos de los cuatro periodistas que por ahora están en un hospital público de Jalalabad, ya la organización humanitaria recibió la petición de repatriarlos para que sean entregados a sus familiares. "El CICR intentará el miércoles transportarlos a Islamabad por carretera", precisó la portavoz Macarena Aguilar Rodríguez.

El asesinato de los cuatro periodistas ocurrió poco después de que el día 11 corrieron la misma suerte los periodistas franceses Johanne Sutton, de Radio France International, y Pierre Billaudn, de radio RTL, así como el alemán Volker Handloik, del semanario Stern, quienes fueron abatidos en una emboscada talibán mientras se encontraban en un tanque de la Alianza del Norte en el frente noroeste de Shatarai, cerca de la frontera con Tadjikistán.

La Asociación Mundial de Periódicos (AMJ, por sus siglas en inglés) expresó el martes "su indignación por la muerte de periodistas en Afganistán" y llamó a las fuerzas de la coalición, así como a la Alianza del Norte, a encontrar a los asesinos para que sean juzgados, indicó la organización por medio de un comunicado.

"Si nuestras fuentes son exactas, al menos cuatro periodistas fueron empujados fuera de su vehículo, llevados detrás de una roca y ejecutados. Los asesinos todavía no fueron identificados. Estos terribles actos de barbarie cometidos contra periodistas no deben quedar impunes", declaró Timothy Balding, director general de la AMJ, con sede en París.

"El hecho de cubrir una guerra es una actividad de alto riesgo, pero estos asesinatos son actos de criminales salvajes", prosigió Balding.

La AMJ representa a 17 mil periódicos y entre sus miembros se encuentran 67 asociaciones de editores y de directores de periódicos de 93 países, 17 agenciasLOS MUERTOS informativas y ocho grupos de prensa regionales y mundiales.

En este contexto, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, condenó enérgicamente la muerte de los cuatro periodistas. Annan está "particularmente consternado por el asesinato de los periodistas en el camino entre Jalalabad y Kabul, y condena ese acto en los términos más enérgicos posibles", dijo el portavoz Fred Eckhard.

El tribunal de Roma anunció este martes que abrirá una investigación judicial de "homicidio voluntario" por la muerte de la enviada especial del diario Il Corriere della Sera, María Grazia Cutuli.

El procurador Federico De Siervo y su adjunto Italo Ormanni, encargados de la investigación, se pusieron en contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores para establecer las circunstancias de la muerte de la periodista.

Maria Grazia Cutuli, de 39 años, nació en Catania, Sicilia, y comenzó a trabajar para Il Corriere della Sera en 1997, luego de mudarse a Milán hace diez años. Cutili realizó diversos reportajes en varias zonas de conflicto, entre ellas Bosnia, Congo, Sierra Leona y Afganistán, país al que viajó en varias ocasiones incluso durante sus vacaciones.

El año pasado logró sus mayores satisfacciones profesionales tras haber cubierto la tragedia del submarino ruso Kursk, la nueva intifada en Medio Oriente, la destrucción de los Budas gigantes en Afganistán y el problema de los niños esclavos en Benín.

Julio Fuentes, de 46 años, cubrió conflictos desde El Salvador hasta Bosnia-Herzegovina y Chechenia como corresponsal especial para el diario español El Mundo, al que se incorporó hace 12 años. Su esposa también es periodista del mismo rotativo.

El Mundo describe a Fuentes como "el hombre que huye de los portavoces oficiales", subrayando que este corresponal de guerra "siempre ha sido un soldado del periodismo. Sus huérfanos de Sarajevo, a los que compraba raciones humanitarias y cuidaba como hijos, nunca lo olvidarán".

"Julio era el rostro más noble del ejercicio del periodismo. Había comprendido que tenía la misión de informar a los otros. Estamos orgullosos de lo que representó", afirmó el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez.

Harry Burton, un australiano de Brisbane que comenzó a trabajar para Reuters como camarógrafo hace 20 meses, se labró un nombre en Timor Oriental, cubriendo la violencia que arrasó a la ex colonia portuguesa tras el referendo en que sus habitantes aprobaron su separación de Indonesia en 1997.

Burton se hizo periodista tras varios empleos en la industria agrícola. Trabajó como camarógrafo independiente para Reuters por nueve meses, antes de unirse al personal de Reuters Video News en enero pasado, a la edad de 32 años.

Azizullah Haidari nació en Kabul pero pasó la mitad de su vida como refugiado en Pakistán, donde comenzó a trabajar para Reuters monitoreando las transmisiones de la radio afgana en agosto de 1992, para luego convertirse en fotógrafo.

Su viaje a Kabul lo llevó de vuelta a su ciudad natal por primera vez desde 1983. Luego de la retirada de los talibanes de la capital afgana, Haidari, de 33 años, casado con una paquistaní con la que tuvo un hijo, expresó su deseo de regresar a su tierra natal, en la que no había estado por años.

Los expertos afirman que la muerte de siete periodistas en Afganistán en una semana recuerda los riesgos que entraña este oficio, independientemente de la experiencia que se tenga, y muestra que cualquier medida de seguridad resulta insuficiente en tiempos de guerra. Según la Federación Internacional de Periodistas, más de 80 reporteros perdieron la vida este año al desempeñar su trabajo.