DOMINGO Ť 18 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Tres productores promueven el gusto por el buen trago
México no es un mercado educado en el consumo de vinos, afirman expertos
JUAN JOSE OLIVARES
Con el propósito de crear una cultura y una educación en México sobre el consumo de vinos -''porque México no es un mercado bien educado sobre esta cultura"-, así como de abrir nuevos mercados, tres directivos de igual número de las casas de vinos más importantes y tradicionales de Francia, de la Joseph Drouhin (vinos tintos), de Delamain (coñac) y la Bollinger (champán), se encuentran en nuestro país.
Gérald Uhlen, Charles Braastad-Delamain y Guillaume Deglise, representantes de casas productoras que no pertenecen a ningún grupo vitivinícola, "y que producen poco volumen pero de mucha calidad", coinciden en entrevista que tienen como objetivo promover el gusto por probar buenos vinos por medio de demostraciones o catas, despejar algunas dudas sobre esta cultura, así como dejar en claro que el champán no es un coctel sino un vino que no sólo se puede consumir en ocasión de celebrar algo.
"Tratamos de hacer un trabajo de educación con los clientes mexicanos, porque es un mercado un poco limitado y bastante pequeño, pero existe gente conocedora que trata de educarse con el vino francés".
Invitados a México por la distribuidora Grandes Viñedos de Francia con la que organizaron el jueves pasado un gran cata en el Club de Banqueros de México, los directivos reiteran:"El objetivo es abrir y desarrollar el mercado de México, así como conseguir clientes. Queremos presentar nuestros nuevos productos. Tratamos de proponer una variedad de calidades".
Gerald, de la casa Joseph Drouhin, que produce el exquisito blanco Laforet Chardonnay -botella que no sobrepasa los 130 pesos, pero de excelsa calidad- comenta: ''Es básico abrir nuevos mercados y mantener un contacto con México. Observar el desarrollo del comercio de vinos aquí. Hacer contactos para un futuro.''
Calidad casi artesanal
Cabe señalar que la relación que existe entre estas casas es la calidad y el modo casi artesanal con el que trabajan. Sin contar que los precios de sus productos son notablemente más baratos que los de sus competidores ya establecidos. Por dar un ejemplo, la casa de champán Bollinger -la misma que usaba James Bond- maneja precios de coñacs desde 540 pesos, mientras que la casa Delamain maneja precios en sus coñacs desde 700 pesos.
Charles Delamain, heredero de esta firma, considera que es importante "darles a probar la calidad de nuestro coñac, que es mucho más barato que otros más industriales". No obstante, acepta que "tan bien esté la economía de un país, la venta de coñac es buena; si hay dificultades, la venta cae".
Se les cuestiona sobre Ƒcómo harán unas casas tan reservadas, tan artesanales por decirlo así, para contrarrestar el efecto global de las grandes empresas de vinos?
Coinciden: ''Nuestros competidores están aquí desde hace tiempo con grupos comerciales, y nosotros somos familiares, pero crearemos una distribución más selectiva; también haremos promociones, degustaciones (catas), sin esperar que haya crisis. También pensamos hacer publicidad".
Hablando de crisis, se les inquiere sobre la pasada del 11 de septiembre, ya que el mercado mayor para estos tres productos es Estados Unidos.
"Es normal -dice Guillaume, representante de Bollinger- que la crisis afecte al mercado de nuestros productos, porque no son de carácter básico. Tenemos clientes que quieren seguir probando nuestros vinos, pero es lógico que la crisis afecte nuestras ventas, aunque éstas se pueden decaer, mas no la producción. Al principio de los noventa tuvimos un problema con la guerra en el golfo, pero no hay crisis que afecte la producción.".
Interviene Gérald: ''Por ejemplo, una semana después del 11 de septiembre, la casa Bolange tuvo un gran pedido de Estados Unidos; entonces la crisis no cancelará totalmente el mercado; éste siempre existirá y hay que desarrollarlo más".
-ƑCuáles son sus nexos con México?
-Hay una unión -argumenta Gérald, de la firma Joseph Drouhin, que tiene una gran variedad y calidad de tintos y blancos- que queremos crear con los consumidores, al nivel de educarlos, con el fin de que encuentren calidad en los productos. El otro puente es probablemente el que se haga con diversas compañías que tengan un nivel de calidad y que estén dispuestas a intercambiar información con nosotros".
-ƑY cómo competirán?
-Con calidad y con precios menores (ya constatado) a los de nuestros competidores que ya tienen tiempo aquí. No es producción masiva, es especializada. Buscamos la excelencia".
El vino mexicano
No podía faltar su opinión del vino mexicano.
Gérald confesó que no sabía mucho de éste. "No lo he probado, pero sé que técnicamente se produce diferente al nuestro".
Charles dice que sólo conoce el tequila, mientras que Guillaume mencionó haber probado algunos de Baja California. "Son interesantes, sobre todo para el mercado interior, pero difícil para la exportación".
Cabe mencionar que, por ejemplo, la casa Delamain es un negocio familiar en el que trabajan sólo 15 personas embotellando y etiquetando, y que fue fundada en 1759. En el caso de champán Bollinger -''la bebida preferida de James Bond''-, es una casa familiar que se fundó en 1829. Mientras que la casa Joseph Drouhin, fue fundada por los hermanos Joseph y Maurice Drouhin en 1756.
Como dato se podría decir que, como lo afirmaron los tres, Estados Unidos es el mejor mercado. Le siguen Europa y Japón, donde se aplicó la misma terapia que se quiere implementar en México. šSalud