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Ť Lourdes Galaz

De políticas y trampas fiscales

Dan grima los afanes del priísmo irredento de siempre

Corregir cifras y desestimar errores, encargos de Gil Díaz

Usabiaga a productores: vivan del subsidio, no de la tierra

Los priístas lo saben: su 18 asamblea nacional, que comenzó ayer, no sólo definirá la vía de renovación y el liderazgo de esa mayoría opositora. Por sobre todo, será definitiva para la supervivencia (o no) del PRI. Y en el ánimo del foxismo, el rencuentro priísta incidirá en el proyecto de gobierno, que hoy está prendido con los alfileres de la reforma hacendaria y de los paquetes de presupuesto e ingresos públicos para el segundo año de la administración y, por qué no, de todo el sexenio. Por lo menos eso se percibe en el Congreso, toda vez que el PAN en el poder y su grupo parlamentario aceptaron que la discusión de la reforma fiscal y de otras iniciativas del gobierno se dejaran para luego de la asamblea del Revolucionario Institucional que, se anuncia, reunirá a unos 11 mil militantes en cinco foros temáticos y 23 mesas deliberativas. Por cierto, fuera del partido tricolor el mayor interés está enfocado en el foro de Veracruz, donde los priístas definirán sus nuevas reglas del juego político en la oposición, los estatutos partidistas, en especial el capítulo de elección de dirigentes y postulación de candidatos a puestos de elección popular.

Sin embargo, militantes de viejo cuño, los priístas irredentos de siempre, aseguran que más interesantes serán los consensos para concebir un proyecto de nación o el programa de acción y las estrategias con las que lucharán por reconquistar el poder, primero en 2003, con la renovación del Congreso, y luego en 2006, en la elección presidencial. La designación de dirigentes vale, pero no es lo trascendente del acto, dicen. Luego arguyen que sin un liderazgo fuerte y definido, a un año de navegar en la oposición, el PRI suma 43 por ciento de los votos en las elecciones realizadas luego del 2 de julio, aunque desde que perdió la Presidencia sólo ha ganado una gubernatura: la de Tabasco, de las seis que han estado en juego. Los prinosaurios hacen cuentas alegres cuando pregonan que, huérfano del poder presidencial, su partido sigue siendo la única fuerza política nacional... Dirán hasta una misa los irredentos del tricolor, pero de escucharlos y verlos, lo cierto es que da flojera el PRI y su 18 asamblea. Qué fiaca provocan esos personajes que "coordinan" los foros, como Mario Moya Palencia, Antonio Rivapalacio, Samuel Palma...¡uf! Igual Abelardo Carrillo Zavala, Miguel González Avelar, Sadot Sánchez Carreño, Guillermo Jiménez Morales...¡ogh! Y Natividad González Parás, Blanca Ruth Esponda, Florentino Castro López, hasta Rogelio Montemayor y Manuel Aguilera Gómez... ¡qué grima!

En fin, habrá que ver si se renuevan. Hoy, y hasta fin de año, el debate nacional girará alrededor del paquete económico que preparó la oficina del Presidente para el segundo año de la administración. Como es costumbre, el 21 de noviembre comparecerá el secretario de Hacienda ante el pleno de los diputados. El de la reforma hacendaria, más que un debate serán jaloneos entre legisladores y representantes del Ejecutivo. El mandatario advirtió que le entrará a las negociaciones en el Congreso y con los gobernadores. Y faltaba más, si se conoce que fue precisamente en las oficinas de los asesores presidenciales, ahí en los escritorios que ocupan Eduardo Sojo y Carlos Flores, donde se hizo la proyección de los ingresos y se preparó el Presupuesto de Egresos. A los funcionarios de la Secretaría de Hacienda les toca salir al paso de los errores, las insidias políticas y las trampas fiscales que son evidentes en los documentos del paquete económico. Ya el periodista Aurelio Bueno, adjunto en la dirección de comunicación de la SHCP, informó que se enviará "una aclaración" a los diputados para salvar sus dudas.

El secretario Gil Díaz, que en el pasado se recomendaba solo por el cuidado que ponía a su trabajo y a los documentos que salían de su oficina, ahora no sabe ni dónde dejó el prestigio y dónde tiene la cabeza y sus apuntes, por lo menos eso aparenta, luego que su jefe, el presidente Fox, lo obliga a encarar a los medios y negar que en el proyecto de ingreso-gasto para 2002 se hayan considerado aumentos al salario del mandatario y los altos mandos de la administración. El incremento ya lo cobraban desde abril-mayo de este año, sin la autorización del Congreso. Es bien sabido que las partidas presupuestales más impugnadas se decidieron en las oficinas de Los Pinos. No sólo es la nómina de altos funcionarios, también son las correspondientes al gasto social, particularmente a educación, salud (bajan 40 por ciento el gasto en medicinas del sector salud) y apoyos agropecuarios (salvo Procampo, otros desaparecen). Son ajustes que los diputados y senadores responsables de analizar y preparar el dictamen legislativo califican como "verdaderas provocaciones" de los foxistas al Congreso. Por lo menos eso fue lo que advirtieron, en principio, la senadora Laura Garza y los diputados David Penchyna y Manuel Añorve.

Para Ripley: los legisladores aún no recibían en sus oficinas los proyectos de presupuesto de egresos y de ingresos cuando Javier Usabiaga ya se aprestaba a discutir con diputados la "propuesta de planeación estratégica 2002". El exitoso productor de ajos entregó a comisiones legislativas (la de Programación y Presupuesto, que preside el panista Luis Pazos) un documento en el que se atreve a recomendar que los productores de trigo en Sonora, los de maíz en Sinaloa y de sorgo en Tamaulipas (que todavía no reciben los apoyos para la comercialización de sus cosechas, autorizados en diciembre pasado por el Congreso) desistan de sembrar la tierra y entiendan que es más rentable vivir de los subsidios que les da el gobierno. La "propuesta" se justifica con cifras de la Sagarpa: "En el ciclo otoño-invierno de 2000-2001, la ganancia del productor de 533.8 pesos/tonelada resulta ligeramente menor a los subsidios federales de Procampo y apoyos a la comercialización, que sumaron 547.53 pesos/tonelada". Se infiere que la cosecha de maíz en Sinaloa (uno de los estados con alta producción de la gramínea) no generó ningún valor agregado. O sea: los campesinos hubieran ganado 13.70 pesos/tonelada con cargo al gobierno, sin tomarse la molestia de sembrar y cosechar el maíz.

El documento de la Sagarpa consigna: "si no se produce maíz, el productor mantiene sus ganancias derivadas de subsidios federales, los compradores se abastecen en otras regiones y/o importaciones, el presupuesto público no se vería afectado y la economía libera recursos por mil 528 millones de pesos, que podrían destinarse a otras actvidades productivas". Así de fácil, y sin conflictos y broncas que tanto enojan al señor Fox y a los buenos ciudadanos que sufren las manifestaciones de campesinos en las calles de la ciudad de México o en las carreteras federales, allá en el norte del país. Si Usabiaga se atreve a entregar esa "propuesta de planeación estratégica" al Congreso, los asesores más cercanos del Presidente se atribuyen facultades como la de ajustar el presupuesto federal a conveniencia de los intereses políticos del foxismo y, más aún, del grupo que se apropió del gobierno en Los Pinos. Además, el paquete económico a debate en el Congreso tiene la firma del secretario de Hacienda, y no la de Eduardo Sojo, el superasesor presidencial quien, ciertamente, "no es nadie, según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal" (Laura Garza dixit).

EN 3 TIEMPOS

Fox quiere su reforma fiscal, no hay de otra

Ahora sí, se acepta que EU entró en recesión

Va de nuevo: Núñez Soto vs Ignacio Loyola

DE VERDAD QUE Vicente Fox no tiene medida. Ayer mismo aseguró que el gobierno pronto estará en condiciones de hacer despegar la economía, y que está trabajando para mantener una férrea disciplina fiscal y presupuestal. Y a propósito del paquete de ingreso-gasto que envió al Congreso, insistió en que con su reforma hacendaria el país podrá avanzar con velocidad en la eliminación de rezagos... Insiste en que no hay de otra. Y como estaba en Médica Sur, el Presidente aprovechó para decir que la salud de los mexicanos es una de las prioridades de su administración. Sólo que olvidó contar que para el año 2002 decidió reducir 40 por ciento el gasto en medicinas de IMSS, ISSSTE y el sector salud en su conjunto.

PARECE QUE LA buena estrella se Fox ya no brilla como antes. Ahora resulta que ayer, por primera vez en esta nueva crisis de la economía mundial, el Fondo Monetario Internacional aceptó oficialmente que espera que Estados Unidos entre en una "recesión leve" en la segunda mitad del año 2001. Pero eso no es todo, confirma que el crecimiento de la economía estadunidense no alcanzará un dígito en 2002, si acaso será de 0.7 por ciento. Con estas previsiones, el equipo foxista tendrá que comenzar a recortar el presupuesto mucho antes de que caigan por los suelos los precios del petróleo. Malas noticias, señor Fox. Pero como dicen sus amigos, esto no es para alegrar a nadie, "si le va mal a Fox nos va mal a todos". Ni modo, así es esto de la crisis mundial.

COMO LO ANUNCIO el gobernador Manuel Núñez Soto, está empeñado en desarrollar su estado impulsando la construcción de un aeropuerto en la región de Tizayuca. Sería una terminal de carga, según se informó. Pero el empeñoso hidalguense ahora tendrá que ganarle la partida al gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola, quien hace unos seis meses anunció su proyecto de levantar en su estado una terminal de carga aérea para atender la demanda de las zonas industriales de Querétaro, el estado de México y la región del Bajío. Más todavía, el gobernador Loyola pretende un aeropuerto internacional alterno al de la ciudad de México. Ya el queretano viajó a España a "vender" su proyecto, que estima tendría un costo de 70 millones de dólares. La mitad sería inversión privada y el resto estatal y de la Federación... Los dos mandatarios dicen que no ven la recesión, miran a largo plazo.

Ilustración: Juan Gabriel Puga / Serie: Revolución sobre ruedas