JUEVES Ť Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť A final del sexenio se habrán prevenido 1.2 millones de embarazos no planeados

En marcha, Programa de Salud Reproductiva

Ť Todos los días ocurren 600 abortos y mil adolescentes dan a luz, según datos oficiales

ANGELES CRUZ

Todos los días ocurren aproximadamente 600 abortos y mil mujeres adolescentes dan a luz, según registros oficiales. En las zonas rurales la población femenina tiene un riesgo tres veces mayor de morir a consecuencia de la falta de acceso a los métodos anticonceptivos y de una deficiente atención médica. De hecho, el rezago en esas áreas es de 16 años en comparación con las zonas urbanas. Con estas premisas, la Secretaría de Salud (Ssa) puso en marcha el Programa Nacional de Salud Reproductiva.

Lourdes Quintanilla, directora del programa, detalló algunas de las principales metas de la estrategia en un año: prevenir alrededor de 60 mil embarazos no deseados, 6 mil abortos, 570 muertes neonatales y 28 decesos maternos, así como evitar un gasto extra de 231 millones de pesos en atención obstétrica.

Para ello se aumentará la oferta de métodos anticonceptivos entre las mujeres en edad fértil, para pasar del 70.8 por ciento que se registró en 2000, a 73.9 por ciento en 2006. En los lineamientos del programa se explica que con sólo incrementar anualmente 0.5 puntos porcentuales este indicador, al final del sexenio se habrán prevenido aproximadamente 1.2 millones de embarazos no planeados, más de 600 muertes maternas y cerca de 11 mil fallecimientos neonatales.

Desde el punto de vista demográfico, la política de planificación familiar logró una vertiginosa reducción de la fecundidad en los últimos 28 años, sin la cual hoy habría 154 millones de mexicanos, en lugar de los 101 millones que somos actualmente, advirtió Rodolfo Tuirán, secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo).

El acceso a los métodos de planificación familiar, apuntó, constituye una expresión del ejercicio del derecho que tienen hombres y mujeres a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos.

La mujer dejó de ser el vehículo exclusivo para la planificación: Julio Frenk Mora

Por su parte, el secretario de Salud, Julio Frenk, recordó el camino que ha seguido la política poblacional y cómo a partir de las conferencias internacionales de El Cairo y Pekín la mujer dejó de ser vista como el vehículo exclusivo para la planificación familiar y como responsable de la salud de sus hijos, para convertirse en el centro de las políticas de salud, de una atención integral como sujeto de derechos humanos, sexuales y reproductivos.

El funcionario reconoció que los roles tradicionales de género y la posición de desventaja en que todavía están las mujeres en México las exponen a daños particulares a la salud, incluidos los asociados a la violencia familiar y sexual.

La presentación del programa se realizó en el auditorio Abraham Ayala González del Hospital General, lugar en el que se dieron cita médicos, funcionarios del sector salud y representantes de organizaciones de mujeres. Incluso -aunque no fue invitada- llegó la presidenta del Comité Nacional Provida, Rocío Galván. Su interés, dijo, era conocer las acciones de salud reproductiva.

En tanto, Quintanilla explicó que el Programa Nacional de Salud Reproductiva forma parte de las acciones prioritarias en la materia para reducir rezagos, vincular la salud con el desarrollo económico y promover la perspectiva de género. Se enfocará en aumentar la aceptación voluntaria y el uso de métodos anticonceptivos en las áreas rurales y urbanas marginadas, en la población indígena y en adolescentes.

366 mil nacimientos al año en mujeres adolescentes

Mencionó que en México existen 21.6 millones de mujeres de 10 a 19 años de edad, entre quienes se registraron 366 mil nacimientos el año pasado, equivalentes a 17 por ciento del total. Quintanilla detalló que los adolescentes sexualmente activos tienen una prevalencia de uso de anticonceptivos de 48.8 por ciento. La problemática en este grupo de población se agrava porque apenas hay un intervalo de cuatro meses entre la primera relación sexual y el inicio del embarazo.

Detalló que en el país existen 10 millones de indígenas, de los cuales 87 por ciento se encuentra en 11 estados de la República, y la prevalencia de métodos de planificación familiar en este sector es menor a 10 por ciento. Para una mujer indígena, el riesgo de morir durante el embarazo, el parto o el puerperio es casi tres veces mayor que el de una persona no indígena.

También se plantea incrementar la participación del hombre en la planificación en por lo menos 25 por ciento. Actualmente, por cada hombre usuario de anticonceptivos hay siete mujeres.

La directora de Salud Reproductiva admitió que en el país existe una demanda insatisfecha de métodos de planificación familiar. A nivel nacional es de 12.1 por ciento, pero por sectores resulta que en la población indígena es de 25.8 por ciento, y en los adolescentes llega a 26.7 por ciento.

Otro aspecto que se incluye entre las acciones de la estrategia tiene que ver con la etapa posreproductiva de las mujeres. A la fecha hay 11.7 millones mayores de 40 años, con un incremento anual de 570 mil personas.

El programa se regirá por tres principios rectores: el derecho a la información, el respeto de los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a servicios de salud con calidad.