JUEVES Ť 1Ɔ Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Al parecer es líder más por su inmutable fe en el Islam que por sus dones políticos
El mullah Omar, un enigma tanto para el enemigo como para su propio pueblo
Ť Incumplidas, las predicciones sobre una rápida derrota de su régimen en Afganistán
AP
Washington, 31 de octubre. Con sus prácticas ascéticas llevadas a un nivel inusitado para el líder de un país quizá poco atractivo para las multitudes, el líder afgano, mullah Mohammed Omar, representa un enigma no sólo para las fuerzas que están bombardeando su país, sino para su propio pueblo.
Normalmente Omar dirige sus negocios sentado en una cama, mientras sus interlocutores se sientan frente a él en el piso.
Debido a que la fotografía y la televisión están prohibidas, prácticamente ningún afgano conoce su imagen. Sólo en raras ocasiones emite declaraciones políticas.
El líder de la milicia fundamentalista que controla la mayor parte de un país con 22 millones de habitantes no es del tipo que atraiga a las multitudes. Es, además, alguien que ha usado estas prácticas desde que su movimiento talibán tomó el poder hace cinco años.
Después de los ataques del 11 de septiembre contra Estados Unidos, no hay objetivo más importante que Omar para los estrategas militares estadunidenses, salvo su correligionario extremista islámico Osama Bin Laden, a quien el líder afgano ha dado refugio desde 1996.
Podría parecer una batalla desigual: la maquinaria militar estadunidense altamente tecnificada contra una de las naciones más pobres del mundo, pero Omar y su movimiento han sobrevivido más de tres semanas de ataques, y las predicciones sobre su rápida derrota están quedando incumplidas.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, dijo recientemente que Bin Laden podría ser presa fácil para Estados Unidos, una vez que Omar sea derrocado.
"Esto podría terminar en un día si son retirados el mullah Omar y sus dirigentes talibanes", dijo Musharraf a la prensa estadunidense. "Una vez que ustedes hayan hecho eso, la campaña habrá concluido".
Cuando los bombardeos de Estados Unidos y Gran Bretaña comenzaron, el 7 de octubre, el edificio de oficinas de Omar en la ciudad sureña de Kandahar figuró entre los blancos. Dos semanas después, las fuerzas especiales del ejército bombardearon una residencia de Omar en Kandahar.
Aparentemente el mullah sobrevivió indemne a los ataques.
Horas después de los atentados del 11 de septiembre, el presidente George W. Bush dijo que Omar era un objetivo tan importante como Bin Laden. "No podemos hacer ninguna distinción entre los terroristas que cometieron estos actos y quienes les dan refugio", dijo.
Ahmad Rashid, un periodista paquistaní que publicó recientmente un libro titulado Talibán, dice que algunos seguidores de Omar sostienen que él fue elegido como su líder por su piadosa e inmutable creencia en el Islam, más que por sus dones militares o políticos.
Omar comenzó como mullah, o predicador, en su comunidad de Singhesar, donde ofreció servicios religiosos a cambio de dinero para alimentar a su familia. Combatió a los invasores soviéticos durante la década de 1980 y, en ese proceso, perdió un ojo por una herida.
Consternado por los excesos de los líderes militares de la era postsoviética, él y sus aliados formaron el talibán en 1994 y tomaron el poder dos años después.