Ť Miles de aficionados presenciaron cómo el futbol de Celaya venció 2-1 al show de las Aguilas
Festejo del América se transformó en humillación
Ť Ya en la desesperación Manuel Lapuente realizó sus tres cambios, pero ninguno le funcionó
MARLENE SANTOS A.X
Mucho show, mucho público... para tan poco equipo. El senil América llegó a los 85 octubres con una derrota de 2-1 ante Celaya, fiel reflejo de su última y borrascosa década. Y para colmo, con sabor amargo, se perfila hacia el clásico ante el superlíder Chivas, su acérrimo rival.
Más de 70 mil americanistas soportaron el frío y lluvioso clima y con inmejorable ánimo poblaron las tribunas del coloso de Santa Ursula, en el que los fuegos artificiales iluminaron el cielo, antes y durante el intermedio del partido.
Viejas glorias como José Antonio Roca, Arlindo dos Santos, Adrián Chávez, Antonio Carlos Santos y hasta el necaxista de corazón Ricardo Peláez fueron ovacionadas con destacado ímpetu de la porra Monumental, que cimbraba las gradas.
Pero lo único respetable del primer tiempo fue el apurado gol de Fabio Moreno al minuto 37, cuando el técnico Manuel Lapuente era todo preocupación y enojo, y ya había mandado calentar a sus hombres de banca.
Y es que ante la poca conjunción de los amarillos, el tanto del colombiano llegó por esfuerzo individual. Trompicándose tras una barrida de Everaldo Bejines, logró conectar un derechazo cruzado y raso que superó al portero Omar Ortiz.
El resto del partido fue más amargo que la hiel, sobre todo después de escuchar Las mañanitas, El aventurero y Yo no fui, aderezadas con los sensuales quiebres de cadera de Pedro Fernández, para deleite de las mujeres. Los hombres no parpadeaban y con científico afán graduaban sus binoculares para observar al grupo de bailarinas que acompañaba al cantante.
En los primeros minutos del complemento, el Celaya cedió la media cancha y cazó al festejado, vía contragolpe. Los jugadores americanistas andaban en la luna: El Chuy Mendoza, de cuyo cuello colgaba una brillante medalla de oro, estaba más preocupado por acomodarse la larga cabellera, y hasta mandó pedir una liga para sujetar la melena. Braulio Luna, desubicado; Duilio Davino, cada vez más errático; el Bam Bam Zamorano, sólo chispazos. La lista de fallas fue larga, pero sobre todo, se extrañó la creatividad de Frankie Oviedo.
Lapuente agotó sus relevos, con más desesperación que estrategia, pero las ganas de Christian Patiño, Octavio Valdés y el debutante Oscar Rojas no fueron suficientes para desequilibrar la buena defensa del visitante.
En contraste, al timonel cajetero, Sergio Bueno, le funcionó su primer cambio cuando ingresó Armando González al minuto 60, quien cinco minutos después se encargó de lograr el empate.
Tras un riflazo de Diego Latorre, el portero Adolfo Ríos chocó con Nicolás Ramírez, y González conectó un sólido cabezazo para el 1-1. Los amarillos no salieron de la sorpresa y dos minutos después, al 67, Diego Latorre asestó la puñalada mortal, después de una diagonal de Armando González y un error de Duilio Davino.
Jorge Jerez recibió cartón rojo de parte del árbitro Hugo León por una descompuesta barrida sobre Patiño. En adelante, Celaya se defendió tan bien que exhibió aún más los yerros americanistas, para finalmente aguar la fiesta y lograr su primera victoria como visitante en el estadio Azteca.
Antes del silbatazo final, la decepcionada afición americanista se encaminó hacia los túneles de salida entre silbatinas y abucheos.