Ť Generaría más descontento de la población y complicaría la actividad empresarial
Gravar prestaciones sociales provocaría menor
recaudación y más presión inflacionaria: analistas
Ť Informa Hacienda que el plazo para acreditar gravámenes
vence el 31 de este mes
ISRAEL RODRIGUEZ J.
Gravar las prestaciones sociales con impuesto sobre la renta (ISR), y con ello disminuir el subsidio al salario, frena la economía al provocar menor recaudación y generar presiones inflacionarias, además de crear descontento entre la población y más dolores de cabeza a los empresarios, consideraron analistas financieros.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por su parte, precisó que la facilidad administrativa para que las empresas cumplan con el pago de los impuestos mal acreditados será hasta el 31 del presente mes.
Lo que es un hecho es que a partir de esta quincena los trabajadores recibirán menos dinero en su cheque, pues al aumentar el ingreso gravable el porcentaje de subsidio disminuirá, y por ello se deberá aplicar un mayor impuesto a cada uno de los trabajadores de todas las empresas del país.
En enero de 1991 nace el artículo 80-A de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, el cual establece que los contribuyentes tendrán un subsidio, mismo que reducirá el impuesto resultante a su cargo. Este subsidio depende de dos factores: por un lado, decrece conforme aumenta el salario, beneficiando así a los trabajadores de menores ingresos, y por el otro, su factor de aplicación depende del nivel de prestaciones brindadas por la empresa a los trabajadores. Es decir, a mayores prestaciones patronales, menor subsidio, y viceversa.
En julio de 1995 se reforma el artículo y se gravan las prestaciones sociales (IMSS, Infonavit, SAR, entre otras) Sin embargo, y después de largos procesos jurídicos, el Tribunal Fiscal de la Federación dispone que no se deben gravar las cuotas de IMSS e Infonavit. Ante esto, la Secretaría de Hacienda se inconforma y apela ante la Suprema Corte de Justicia, la cual dispone que deben incluirse las cuotas patronales al IMSS e Infonavit dentro de este cálculo, por ser consideradas parte del ingreso de los trabajadores.
Así, por ejemplo, había trabajadores de bajos ingresos con un salario nominal de mil 500 pesos, que gracias a ese subsidio recibían mil 800 pesos, empleados con sueldos brutos de 25 mil pesos recibían 18 mil 500 y no 16 mil 500, como correspondería a su nivel de sueldos. Como la cantidad de prestaciones que da la empresa por voluntad propia a sus trabajadores incide directamente en este cálculo, habrá que esperar a ver los resultados de recaudación para conocer el efecto de esta medida.
El semanario especializado Tendencias consideró que los efectos a mediano y largo plazos serán negativos. Explicó que si los trabajadores tiene menos dinero gastarán menos; en consecuencia, las empresas resentirán una menor demanda y menores ventas, lo cual traerá consigo despidos por la caída en las ventas y menores ingresos para el gobierno por concepto de impuestos ante la caída de utilidades que reportarán los empresarios. Hacienda, agrega, por lo tanto, puede terminar recibiendo menos dinero que el proyectado, dados los efectos anteriores.
El informe semanal para la dirección de empresas señala que los trabajadores ahora tendrán una justificación adicional para solicitar un aumento salarial por arriba de la inflación esperada para el próximo año, para recuperar el poder adquisitivo y el nivel de consumo que ahora pierden. Estos aumentos salariales tendrán que verse reflejados en aumentos similares a los bienes y servicios que se producen, lo cual traerá presiones inflacionarias.