DOMINGO Ť14 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Llama De la Fuente a retomar la agenda nacional
Pide Creel más presupuesto para seguridad e inteligencia
Ť Anuncia Gil Díaz más recorte al gasto en 2002 Ť Junto con Castañeda participaron en mesa de debate
Santiago Creel Miranda, secretario de Gobernación, anunció que a corto plazo será necesario redefinir el concepto de seguridad nacional y pidió a la Secretaría de Hacienda mayor presupuesto para fortalecer las dependencias del ramo y las agencias de inteligencia.
El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, consideró necesario "voltear hacia nosotros mismos" para fortalecer el Estado mexicano y retomar la agenda nacional, acelerar el paso y resolver los problemas internos, pues restringir aún más el gasto social resultará en un mayor costo para el país. Advirtió que más allá de las promesas del gobierno de Vicente Fox de mantener las finanzas públicas sanas, es preciso cuidar que el presupuesto social no se achique más, pues de no hacerlo "mucho me temo que los problemas sociales serán a corto plazo de mucho mayores consecuencias".
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, anunció un recorte de 800 a 900 millones de pesos al presupuesto de egresos 2002, y adelantó que en los próximos días se dará a conocer un ambicioso programa de vivienda por el cual podrían otorgarse 500 mil créditos; asimismo, la reducción de trámites en el sector público para el rápido funcionamiento de empresas y negocios, y apoyos a las compañías aéreas sin acudir a los subsidios, pero que significarán reducción de costos en turbosina y otros insumos.
En una mesa de debate conducida por Joaquín López Dóriga, el titular de la SHCP descartó la posibilidad de recurrir a una política de gasto público y déficit para amortiguar los efectos de la desaceleración económica, porque "empeoraría las cosas". En cuanto a la guerra contra el terrorismo, exhortó a mantener la calma y garantizó que en México "somos una isla tranquila" y con una percepción internacional "privilegiada".
En su oportunidad, el canciller Jorge Castañeda reconoció que hoy en día México ya no ocupa el mismo lugar que tenía en las prioridades de Estados Unidos hasta antes del 11 de septiembre, cuando era la relación más importante para el gobierno de George Bush.
El ex embajador de México en Estados Unidos, Jesús Reyes Heroles, y Soledad Loaeza, investigadora de El Colegio de México, compartieron esta visión e incluso en su momento el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, puso énfasis en que ha terminado un ciclo económico y los acontecimientos en la vecina potencia del norte señalan que la estructura económica vigente en el mundo ya tocó fondo y es momento de iniciar un nuevo proyecto económico que, sin embargo, "aún no se ve con claridad".
Para Reyes Heroles, el cambio en el entorno internacional es tan fuerte que sería absurdo sostener que no es necesario reconsiderar las prioridades. Se manifestó a favor de revisar la composición del presupuesto y buscar cómo impulsar cambios que sustituyan el gasto público por el privado para responder a los requerimientos financieros y de inversión que reclama el país.
El debate se enfocó a los efectos económicos que para México dejaron los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Estados Unidos y al replanteamiento de la agenda bilateral con esa nación, tanto en materia de inversiones como de migración.
Sin embargo, no se dejaron de lado temas como la posibilidad de una guerra bacteriológica, sobre lo cual el rector de la UNAM llamó a no desestimar este riesgo porque, dijo, "debe reconocerse que potencialmente puede ocurrir y ningún país está preparado para ello".
Soledad Loaeza advirtió que Estados Unidos podría aumentar la presión hacia el gobierno "para que México sea más rígido en la aplicación de la ley", al considerar que si antes del 11 de septiembre había complacencia si no se castigaba algún ilícito, ahora no la habrá.
A juicio de Creel Miranda y Gil Díaz, no debe perderse de vista la agenda de reformas estructurales, y estimaron que la crisis permitirá tener "una ventana de oportunidad para sacar adelante muchas de ellas", entre las que figuran la apertura a la inversión privada nacional y extranjera en el sector energético, especialmente en la generación de electricidad y la extracción de gas natural.