DOMINGO Ť 14 Ť OCTUBRE Ť 2001
 
Ť La pobreza se transforma en violencia, advierte James Wolfensohn a empresarios

Los atentados del 11 de septiembre, efecto de la desigualdad económica en el mundo: BM

Ť Los ricos deben buscar ya una solución, no por caridad, sino por seguridad propia, expresa

 DPA Y AFP

Washington, 13 de octubre. "Si no tendemos una mano a la gente que vive en la pobreza y no creamos una mejor distribución de la riqueza, no habrá paz", advirtió aquí el presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn, y añadió que los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington así lo demuestran.

Wolfensohn recordó que 80 por ciento de la población del planeta vive con 20 por ciento del ingreso. Repitió el concepto poniendo números a los porcentajes y señaló que de los 6 mil millones de habitantes del mundo, 4 mil 800 millones acceden a sólo 20 por ciento del producto interno bruto (PIB).

switzerland-u-attacks-de-40Añadió que la mitad de la población mundial, 3 mil de los 6 mil millones, viven con menos de dos dólares al día. De éstos, mil 200 millones de personas viven con menos de un dólar al día.

Esta situación de disparidad en la distribución de la riqueza es la que está siendo "desafiada" desde las calles, con las manifestaciones desde Seattle hasta Génova. Y también con los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, afirmó al hablar ante empresarios de medios de comunicación del hemisferio.

Hasta el 11 de septiembre, para mucha gente había dos mundos, dijo Wolfensohn: el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo, pero esa idea es falsa, "la pobreza en un lugar es pobreza en todos lados".

El presidente del BM dejó en claro que eso es lo que ha quedado evidente el 11 de septiembre. La pobreza en un lugar del mundo se trasladó en forma de violencia a otro lugar del mundo. Esos atentados dejan en claro, que los ricos deben buscar urgentemente una solución a la pobreza, ya no por solidaridad o caridad, sino por su propia supervivencia, su propia seguridad y su propia paz.

"Los dos mundos han desaparecido. Hay sólo un mundo. Y en la comunidad internacional, debemos pensar cómo ajustarnos para ser ciudadanos globales y preparar a nuestros hijos para ser ciudadanos globales, en un mundo que será mucho más desequilibrado que el que vivimos ahora", advirtió.

Wolfensohn dedicó mucho tiempo a hablar de la globalización, pero no en el sentido en que la mayoría de los líderes mundiales lo hacen, sino para dejar en claro que ese "único mundo" en el que vivimos es tan interdependiente, que la pobreza en otro continente, a miles de kilómetros, puede significar la muerte de los que viven en países desarrollados.

Para el año 2025, los líderes del Grupo de los Siete (G7) -Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá- "seguirán representando al exacto mismo número de personas que representan hoy"; en cambio en los países en vías de desarrollo "habrá 2 mil millones de personas más", afirmó.

El presidente del Banco Mundial convocó a comprender los valores de otras culturas. Aseveró que en Occidente "tenemos mucho que aprender" de los valores en Africa, que "los valores del Islam son muy apreciables".

"De hecho, hemos probablemente creado un montón de angustia y desolación en la comunidad islámica, porque hemos hecho un abuso muy superior del mundo islámico, que además, en la primera fase de la globalización, nos ayudó llevando la astronomía, las matemáticas, la filosofía y la cultura a Europa", subrayó.

010f2.jpgPero el 11 de septiembre, aseguró, tiene que hacer "evidente para todos que el tema de la falta de equidad entre los ricos y los pobres no es un tema que se pueda seguir esquivando".

Ante un auditorio de cientos de empresarios de los medios de comunicación de América, Wolfensohn dijo que "la prensa no ha encarado el tema de la mala distribución de la pobreza con el peso que yo pienso merece, pero nadie va a poder evitar darle este peso después del 11 de septiembre".

"Nuevos desafíos"

De su lado, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, sostuvo que América Latina debe introducir reformas institucionales, y en particular erradicar la corrupción y mejorar la distribución de la riqueza para hacer frente al peligro de una recesión.

El titular del BID admitió que si bien los ataques terroristas contra Estados Unidos golpearon duramente a la economía latinoamericana, sostuvo que "ahora se nos presentan nuevos desafíos".