Lunes en la Ciencia, 10 de septiembre del 2001



 

Alternativas para la industria azucarera

Gustavo Viniegra González

Hace dos años se publicó en esta sección un artículo titulado La industria de la caña del azúcar de México enfrenta un dilema: se diversifica a un plazo menor de cinco años con nuevos productos de valor agregado o perece a manos de la competencia de los jarabes fructosados. Es muy lamentable que se esté cumpliendo ese pronóstico. La carencia de opciones para el excedente azucarero ha generado una grave crisis que se piensa resolver mediante expropiaciones y reventa de 27 ingenios, pero sin un programa de diversificación tecnológica beneficioso a los productores y al país.

La causa fundamental de la crisis azucarera se generó debido a la forma en que se negoció el Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá, y de la carencia de opciones zafra-el-naranjo-slp-jpgtecnológicas para los derivados de la caña de azúcar. En el TLC México acordó eliminar los subsidios de la agricultura y los aranceles de importación de productos agrícolas (incluyendo al maíz) aceptando acuerdos ambiguos sobre las cuotas de exportación del azúcar. Además, las empresas azucareras carecieron de una estrategia de diversificación tecnológica y el gobierno desincorporó al Instituto para el Mejoramiento de la Producción del Azúcar. En cambio, EU subsidia la producción de maíz y diversifica sus usos industriales como son: la producción de jarabes fructosados y la substitución del antidetonante Metil ter-Butil Eter (MTBE) como aditivo al 10 por ciento de las gasolinas por el alcohol producido por la fermentación de glucosa de maíz.

En México se han subsidiado las operaciones de exportación del azúcar, y su mercado interno se defiende por un arancel a la fructosa cuyo litigio se perdió recientemente en un dictamen de la Organización Mundial del Comercio. EU cerró la frontera a las importaciones azucareras desde México como medida recíproca al arancel de los jarabes fructosados impuesto por nosotros.

El excedente cercano a 1.5 millones de toneladas de azúcar mexicano, convertido en alcohol de caña sería menor a 5 por ciento de la gasolina consumida en el país. Pero los planes de la industria petrolera han seguido la idea de importar o promover la producción nacional de MTBE. Se podría justificar el uso de este aditivo, por su menor precio que el alcohol, pero puede tener efectos ecológicos indeseables pues es muy poco biodegradable y se tendrá que sustituir progresivamente a la gasolina por alcohol. Sobre todo si se toma en cuenta que las reservas petroleras no han crecido al mismo ritmo que el consumo de los aceites crudos.

En EU y Europa se desarrollan microrganismos mejorados por ingeniería genética que pueden producir alcohol a partir de los azúcares derivados de las pajas de los cereales y del bagazo de caña. Ese alcohol tendría un costo menor en 25 por ciento al alcohol de grano. También se están desarrollando tecnologías avanzadas para aprovechar esas fibras como materia prima de la industria de plásticos, de la construcción y textil. En sustitución de las materias petroquímicas.

La solución de fondo a los problemas de la industria azucarera está en la diversificación del uso de los derivados de la caña y esto requiere de un gran esfuerzo de asimilación y desarrollo tecnológico. No basta con producir caña para hacer azúcar, se necesita encontrar nuevos productos con nuevos usos rentables y de gran volumen. Y esto es lo que no se ha hecho desde que se privatizaron los ingenios. ƑQué espera el titular de Hacienda con los futuros dueños? ƑAcaso es una repetición de la película de la reventa de los bancos a las empresas extranjeras? Los grandes problemas de esta industria no se resolverán sin tener una estrategia tecnológica de diversificación que no será de mucho interés para las empresas extranjeras. Ojalá no sea otro fracaso más a costa del erario.

El autor es profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa

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