MIERCOLES Ť 15 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Al igual que su madre, se exiliará por ''falta de oportunidades en México''
Ultimo concierto de Julio Revueltas antes de partir a EU
ANGEL VARGAS
Dentro del ciclo šOye, Jueves!, que desde el 5 de julio y hasta el 18 de octubre se efectúa en el Museo de la Ciudad de México, Julio Revueltas ofrecerá mañana su último concierto en el país, previo a su partida definitiva a Estados Unidos.
El joven guitarrista, "decepcionado y dolido por la falta de oportunidades en México", seguirá así los pasos de su madre, la jazzista Olivia Revueltas, quien en 1988 decidió autoexiliarse allende el Río Bravo por esas mismas razones.
"Al ver que mi campo de trabajo se había reducido considerablemente, se hizo una junta familiar y se decidió que yo tenía que irme a buscar nuevos horizontes. Se había convertido en algo imprescindible", señaló la pianista, hija del escritor José Revueltas, en entrevista publicada en este diario en mayo del 2000.
"Desterrarse -agregó- es una medida bastante cruel y muy dolorosa. Resulta difícil imaginar cuánto he extrañado el país en estos años, a mi familia, a los amigos, a la gente".
Julio Revueltas emprende el viaje con la intención de "hacer una vida nueva, como si el antiguo Julio hubiera muerto", y con la expectativa de "encontrar mayor sensibilidad y apertura para las propuestas que difieren de lo comercial".
Pero antes de partir, desea concluir una serie de proyectos que ya comenzó. Se trata de cuatro discos, todos bajo el sello de Opción Sónica, y que espera terminar a más tardar en un par de meses.
Entre esos materiales se encuentran dos que en realidad son parte de uno solo concepto. Se trata de los álbumes El cuerpo y El alma, en los cuales el músico utiliza un instrumento de su invención, la viotarra, "una especie de chelo pero con el traste de la guitarra", que se toca, según las necesidades sonoras, con arco o con el rasgueo de la mano.
En El alma se puede apreciar una fusión de música académica con jazz, dentro de una atmósfera minimalista; mientras que en El cuerpo, Julio Revueltas regresa a sus raíces, al blues, el rock y el heavy, que lo revelaron como un virtuoso en su grabación Mi Santa María.
Sobresale el aspecto de que el intérprete creó una especie de grupo virtual para ambos discos, al grabar de manera separada diversos instrumentos y luego acoplarlos en una sola emisión.
Ni el desencanto de promesas incumplidas, puertas cerradas, un sinfín de antesalas y "hasta una que otra humillación" que padeció en algunas de las grandes disqueras asentadas en el país han logrado mermar la ilusión de Julio Revueltas.
El guitarrista está seguro de que su decisión de exiliarse no será en vano y casi puede apostar que logrará obtener el reconocimiento y el éxito que en el país se le han negado, como ha sucedido con su madre, quien hace unos días, por ejemplo, fue calificada como "una de las más grandes pianistas de jazz de Estados Unidos" por el crítico Mike Greenberg, del Express-News de San Antonio, Texas.
(En el concierto de este jueves, Julio Revueltas interpretará una selección de sus más recientes materiales. La cita es en el Museo de la Ciudad de México, ubicado en Pino Suárez 30, Centro Histórico, a partir de las 20 horas. La entrada es libre.)