Czeslaw
Milosz
Eso Gritar: gente, les mentí diciendo que eso no estaba en mí, cuando eso está ahí siempre, días y noches. Aunque gracias a eso supe describir sus ciudades inflamables, sus cortos amores y juegos desmembrándose en humus, aretes, espejos, el deslizar de un tirante, escenas de alcoba y de campos de batalla. Escribir fue para mí
estrategia de protección,
Llamo en mi ayuda a los ríos
en los que nadé,
ESO se parece al pensamiento
de alguien sin hogar, cuando
Se asemeja al momento cuando
un judío cercado ve aproximarse
ESO es cuando el hijo
del rey se dirige a la ciudad y ve el mundo
ESO puede ser comparado
con el inmóvil rostro de alguien
O con las palabras del médico sobre la sentencia inevitable. Porque eso significa enfrentar
un muro de piedra
Tu voz injustamente. Suplica a los dioses que te den una agonía fácil. Lo que eres, un poco de ambición, deseo y sueños, no merece el castigo de la lenta agonía. Solo no sé qué puedes hacer, tú solo ante la muerte de los demás niños bañados en fuego, mujeres sacudidas con el perdigón , soldados cegados Que perdura por días, aquí, a tu lado. Tu piedad sin hogar, mudas tus palabras, y le temes a la sentencia, porque no pudiste hacer nada.
Cortos días. Cortos días,
Dije tan poco.
Mi corazón se cansó,
Las fauces de Leviatán
Estaba acostado, desnudo,
en las orillas de las
Me raptó consigo al
abismo
Y ahora no sé
estallando en risas sobre su desgracia, teniendo a tu lado un cúmulo de bufones para revolver lo bueno con lo malo. Aunque se inclinaran todos
ante ti
No estés seguro. El
poeta recuerda.
Mejor para ti sería
el amanecer del invierno
Versiones
de Agnieszka Kawecka
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