Ť Quejas por la concurrencia masiva de grupos de derecha
Escasa presencia de feministas en foros sobre el Proequidad
Ť Aborto y derechos sexuales y reproductivos, los asuntos más polémicos Ť Ofreció Inmujeres considerar todas las propuestas
Concurrencia masiva de organismos de derecha, escasa presencia de integrantes del Movimiento Feminista y del Movimiento Amplio de Mujeres, cientos de propuestas, algunas que se contraponen, en las cuales los temas que causaron controversia fueron los derechos sexuales y reproductivos, el aborto y la incertidumbre de cuál será el mecanismo para incluir las demandas de los participantes, fue la constante de los foros convocados por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), para elaborar el Programa Nacional de Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres (Proequidad).
En conferencia de prensa, después de los primeros tres días del foro -7, 8 y 9 de agosto en los que se realizaron 10 mesas de trabajo- representantes de más de 300 organizaciones civiles que trabajan por los derechos de las mujeres explicaron que el Inmujeres debe dar prioridad a las propuestas del movimiento feminista, pues no puede hacer a un lado su trabajo de más de 30 años en defensa de los derechos de las mujeres.
Aseveraron que hay demandas "irrenunciables" en materia de salud, educación, equidad de género y desarrollo económico, empleo y fomento educativo, violencia, cultura ciudadana e institucionalización de la perspectiva de género que deben quedar incluidas en el programa.
No se puede dejar de lado, afirmó María Consuelo Mejía, de Católicas por el Derecho a Decidir, la instrumentación y reglamentación del aborto legal, para que se otorgue este servicio de forma regular en los centros de salud pública.
Itziar Lozano, de Milenio Feminista, hizo notar que las mujeres del PRD y el PRI no estuvieron presentes. A los grupos de derecha, continuó, no les afectó la "premura del tiempo" con que se llamó a participar.
Consuelo Mejía, señaló que "no puede ser que las mujeres sigamos de adorno en las mesas de consulta". No se está hablando, expresó, de que las "feministas radicales tomen el poder" sino de que haya un desarrollo justo y humano, para lo cual se requiere de un cambio de valores.
El Inmujeres, abundó, tendrá que considerar los convenios internacionales ratificados por México, así como la legislación nacional y los criterios científicos para "resolver el dilema al que se va a enfrentar" al tratar de integrar las diversas posiciones de quienes participaron en la consulta.
Mercedes Barquet, del consejo consultivo del Inmujeres, informó que la siguiente semana concluirán los foros regionales que se están llevando a cabo para "recoger el sentir de toda la población", aunque aceptó que no todas las mujeres de la República están representadas a pesar de que se efectuó una convocatoria pública.
El primer día de trabajo, las pocas integrantes de la organización Milenio Feminista asistentes, se inconformaron por la numerosa presencia de grupos consevadores, lo que las llevó, incluso, a pensar en la posibilidad de retirarse del acto. Se quejaron también de que las conferencias magistrales estuvieran a cargo de hombres, funcionarios del gobierno foxista.
Las inconformidades de las participantes continuaron. Hilda Salazar, de la Red de Mujeres y Medio Ambiente, criticó la forma en que se realizaron los foros, pues "deben ir más allá" y no sólo escuchar a la gente e incluir algunas de sus propuestas.
Se requiren procesos de diálogo
En ese sentido, Sandra Peniche Quintal, directora de la Clínica de Servicios Humanitarios de Salud Sexual y Reproductiva de Yucatán, expresó a este medio que en ese estado no se habían realizado foros regionales, por lo que acudió a la reunión nacional a presentar sus propuestas.
Ante tal panorama Salazar demandó tanto al Inmujeres como al gobierno foxista generar "procesos de construcción, diálogo y participación", ya que de otra forma siempre serán las mismas las que discutan los problemas de todas las mujeres, con lo que se excluye a quienes padecen más la pobreza y la marginación.
Los planteamientos de los grupos de derecha, según feministas, cayeron en lo "absurdo": por ejemplo, José Carlos Serrano, hijo del fundador de Provida, Jorge Serrano Limón, demandó "que el aborto se considere como homicidio calificado con premeditación, alevosía y ventaja". Ante esta posición, Sandra Peniche Quintal contestó que los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos inalienables y las mujeres deben tener acceso a métodos de regulación y control de la fecundidad y a la interrupción de un embarazo "socialmente inviable o no deseado".
El delegado de Provida dijo también que el aborto produce en las mujeres "baja autoestima, tristeza, culpabilidad y promiscuidad", lo que causó risa en las asistentes.
Al referirse a la consulta del Inmujeres, Peniche Quintal dijo que ésta representa un ejercicio de tolerancia. Consideró sin embargo que es una "agresión" el que haya estado participando una gran mayoría de personas de derecha y "ultraderecha" como los grupos de Provida, "quienes utilizan argumentos pseudocientíficos" para convencer de sus posiciones.
Sandra Arévalo Flores, de Mujeres por la Salud y el Desarrollo, aseguró que "el trauma de la violación debe inhibir la ovulación", por lo que la mayoría de las mujeres ultrajadas "no quedan embarazadas", a lo que las feministas respondieron que los comentarios "deben apegarse a hechos científicos" y no a la "doble moral".
Aunque desde un principio las coordinadoras de las mesas señalaron la prohibición de realizar reclamos en los trabajos de la consulta, la académica María Teresa del Val pidió se retirara de la relatoría la propuesta de "limitar la natalidad" a las mujeres del medio rural. Sin embargo, Teresita Aguilar, pro secretaria del Inmujeres, expuso que todas las propuestas "a favor o en contra" debían ser incluidas, para que el consejo consultivo del instituto las analizara. Leticia Bautista, una de las pocas mujeres indígenas que acudieron a la reunión, se sumó a la protesta.
Entre las propuestas de la mesa donde se abordó el tema de la familia, se planteó el reconocimiento de la existencia de diversos tipos de familias y de la diversidad sexual; también se pidió la promoción de la abstinencia "como forma de planificación y para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual". (ALEYDA AGUIRRE)