DOMINGO Ť 12 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Se busca revertir el retroceso electoral que tuvo el año pasado, explica su dirigente

Emprende el PRD-DF campaña de afiliación "sin clientelismo": Imaz

Ť El proceso incluye elaborar un padrón de militantes más confiable y construir comités de base

ELIA BALTAZAR

El Partido de la Revolución Democrática comienza hoy su campaña de afiliación y reafiliación, lo que significará el principio de su restructuración territorial en el DF y de su padrón. Esto, de acuerdo con los estatutos aprobados recientemente por los perredistas en su congreso, ante el retroceso que tuvo en términos de votación, que llevó a su dirigencia a plantear la necesidad de un trabajo más intenso entre los ciudadanos.

En entrevista con La Jornada, Carlos Imaz, líder del PRD en la ciudad, aclaró que la campaña se realizará sin clientelismos de por medio, pues aquel militante que incurra en "la tentación" será sancionado y quedará fuera de este partido si así se demuestra, de acuerdo con el nuevo estatuto y el reglamento de sanciones que sería aprobado en el próximo consejo nacional del PRD.

El dirigente asume como una enorme responsabilidad el papel que desempeña su partido en la capital, dentro del perredismo nacional: "Es un elemento estratégico en términos del proyecto nacional, porque todo el país mira cómo se gobierna en el Distrito Federal. Y en esa medida es fundamental el trabajo conjunto de los perredistas en todos los niveles -gobierno, Asamblea Legislativa y partido- para construir procesos muy apegados a los estatutos, superar diferencias y convenir representaciones y nombramientos de manera muy tranquila, institucional".

En ese contexto, agrega, el proceso de relaboración del padrón no es menor, "porque necesitamos uno en el que todos confiemos, que quede claro que a nadie se le obligó o impidió pertenecer al partido por alguna razón ajena a nuestros estatutos". Si bien el número de perredistas en la capital del país no ha dejado de crecer -a la fecha suman 350 mil-, también es cierto que no necesariamente se trata de un padrón confiable, asegura Imaz. "Por eso el proceso ahora es borrón y cuenta nueva".

El PRD en el DF tiene debilidades que corregir, y así lo admite Carlos Imaz: "Tenemos poca estructura territorial, y por lo tanto la modificación estatutaria que propusimos y que fue aprobada en el congreso nos obliga ahora a construir los comités de base, que tendrán representación y presencia dentro de la estructura del partido, lo que se traducirá en mayor fuerza política y capacidad de decisión".

Paralela a esta restructuración, habrá también una campaña de formación política masiva y de acercamiento a los medios de comunicación. "Todo eso significa que hemos reconocido lo que no se estaba haciendo o se hacía de manera insuficiente. Y todo con el fin de construir una militancia que obtenga de su propio partido información, formación, espacios de organización y de decisión política".

Respecto de los militantes del PRD, Imaz asume: "Su presencia ha estado en las movilizaciones y en las definiciones políticas. Lo que no hubo antes fueron espacios para que esa militancia pudiera pasar al interior del partido, como ya sucede ahora".

Pero no siempre la movilización se traduce en mayores espacios de poder político y así lo advierte Imaz, sobre todo a partir del análisis de lo ocurrido en las pasadas elecciones de 2000. "Sí hubo una disminución en el número de votos con respecto a lo obtenido en 1997, y nos hacemos cargo de eso. Pero no podemos hablar de un retroceso como tal, dado que se refrendó el triunfo en la ciudad".

Ahora, en el esquema de participación ciudadana diseñado por el Gobierno del Distrito Federal, el PRD busca su lugar: "En general se está utilizando el esquema de las unidades territoriales. Pero hay dos niveles, el de organización y el de representación. Y los consejos delegacionales se van a conformar ahora con los representantes de los comités de base. De modo que cada delegación define el ámbito territorial de su representación, con base en sus características".

En su último año como presidente del PRD-DF, Carlos Imaz promete un año de Hidalgo invertido: "Chín-chín, a dejar algo".