DOMINGO Ť 12 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť EU y GB "quieren exterminarnos", acusa Bagdad
Condena Moscú el ataque aéreo de Washington y Londres contra Irak
AP, REUTERS Y AFP
Moscu, 11 de agosto. Rusia condenó hoy el más reciente ataque aéreo que aviones de Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron contra baterías antiaéreas de Irak, al señalar que esa acción bélica pondrá obstáculos para convencer al gobierno de Bagdad de que permita el regreso a su territorio de inspectores de armas de la Organización de Na-ciones Unidas (0NU).
Washington anunció que la ofensiva del viernes, la más grande desde febrero pasado, estuvo enfocada en sitios que han tratado de derribar aviones de las fuerzas aliadas. Como consecuencia del ataque, Bagdad informó de un muerto y 11 heridos.
El Ministerio del Exterior iraquí anunció a través de un comunicado que "estas ac-ciones son una cruda violación de las normas de la ley internacional y sólo complican la búsqueda de una solución".
Rusia ha presionado para que se ponga fin a las sanciones de la ONU a Irak, que le fueron impuestas tras su invasión a Kuwait, que se seguirán aplicando hasta que el go-bierno de Bagdad demuestre que no se en-cuentra acumulando armas químicas o de cualquier otro tipo de destrucción masiva.
Por su parte, Irak acusó este sábado a Washington y Londres de querer "exterminar" al pueblo iraquí, tras el ataque del viernes contra baterías antiaéreas.
"Esta agresión, que viola la Carta de Na-ciones Unidas, es peor que un crimen de guerra, es un crimen de exterminio contra el pueblo iraquí", declaró el representante de Bagdad ante la ONU, Mohamad al Duri.
Mientras tanto, el primer ministro de Si-ria, Mustafa Miro, comenzó este sábado una visita oficial a Bagdad, la primera a es-te nivel en más de 20 años, informó la agencia oficial iraquí Ina.
Miro, quien viaja acompañado por una importante delegación de empresarios y responsables sirios, sostuvo reuniones de alto nivel tras su llegada al país árabe.
El viaje del dirigente sirio está destinado a fortalecer los lazos diplomáticos que se interrumpieron durante la guerra entre Irán e Irak en 1980 y 1988, en la que Damasco respaldó a Teherán.