LUNES Ť 6 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Pide el brazo político del ERI más tiempo "para analizar el nuevo documento"
Advierte el Sinn Fein que no acatará el ultimátum impuesto para hoy por Dublín y Londres
DPA, REUTERS Y AP
Londres, 5 de agosto. El Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (ERI), anunció hoy que no acatará el ultimátum impuesto para este lunes por Dublín y Londres para aceptar un nuevo acuerdo que ambos gobiernos adoptaron hace unos días, con el que se espera reanimar el estancado proceso de paz para Irlanda del Norte.
Según la nueva fórmula, el gobierno británico reduciría sus tropas e instalaciones militares en Irlanda del Norte de forma progresiva, siempre y cuando disminuya la amenaza de la guerrilla.
El objetivo general es revivir el estancado acuerdo de Viernes Santo de 1998, que prevé un gobierno de poder compartido entre los católicos republicanos y los protestantes probritánicos, además del desarme de los grupos paramilitares.
Un portavoz del Sinn Fein citado por la agencia Dpa, calificó el plazo de "disparate", y sostuvo que el partido necesita de más información sobre el contenido del renovado documento y más tiempo para analizarlo ciudadosamente. "En lo que a nosotros respecta, en este asunto no hay plazo", dijo el portavoz cuyo nombre no fue precisado por Dpa, luego de que sostener una reunión con el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid.
Los republicanos están descontentos en especial con las medidas anunciadas de reorganización de la policía norirlandesa y de retirada de los soldados británicos, que consideran insuficientes.
A su vez, los unionistas protestantes probritánicos reiteraron el sábado que opinan que las concesiones hacia los republicanos van demasiado lejos, y advirtieron que insistirán en que comience de una vez el autodesarme del ERI.
Por su parte, el dirigente protestante David Trimble, quien renunció como primer ministro de Irlanda del Norte el 1o. de julio, dijo este domingo que el ERI debe tomar medidas para deponer sus armas si se requiere salvar el proceso de paz.
Trimble manifestó que es improbable que el nuevo plan británico-irlandés sea suficiente para permitir a los protestantes probritánicos vuelvan a asumir su posición de liderazgo en el gabinete de gobierno compartido.
Agregó que el acuerdo sólo será aceptable si éste logra que el ERI deponga sus armas y que los partidos católicos respalden las controversiales reformas políticas.
Los gobiernos británico e irlandés pusieron como plazo el lunes para que los partidos norirlandeses manifestaran su postura sobre elnuevo acuerdo porque el próximo fin de semana es la fecha en la que se decidirá si Londres asume nuevamente la administración directa de Irlanda del Norte, o convoca a nuevas elecciones para un parlamento regional, en caso de que Trimble no retorne al poder.