MIERCOLES Ť 1Ɔ Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Urge nueva cultura en este ámbito, coinciden legisladores

Piden ONG a Fox ratificar convenio en favor de empleadas domésticas

RENATO DAVALOS

Legisladores y representantes de organizaciones civiles se manifestaron porque el presidente Vicente Fox ratifique el convenio 156 de la OIT para reinvidicar a las trabajadoras domésticas. También, requirieron que en la reunión de las primeras damas de América Latina, convocada por la señora Martha Sahagún, sean confirmados los acuerdos de la Cumbre de Beijing.

Asimismo, acordaron que se propondrán reformas a los códigos civiles y penales para que se consideren las circunstancias que hacen hoy a este segmento productivo más vulnerable.

En el recinto senatorial, la Comisión de Equidad y Género se reunió con diversas representantes de organizaciones vinculadas a las empleadas domésticas.

Irene Ortiz, de Atabal (organización dedicada desde hace 14 años a la defensa de esas trabajadoras), dijo que se pretenden modificaciones a la Ley Federal del Trabajo para considerar su jornada de trabajo, el contrato formal y la seguridad social. Además, que la labor doméstica sea incluida en el sistema de cuentas nacionales.

Patricia Espinosa, del Instituto Nacional de las Mujeres, por su parte, estableció que se trata de generar una nueva cultura en este ámbito. Citó que en algunos países, el volumen de trabajo sin retribución en los hogares llega a representar 35 por ciento del producto interno bruto.

En México los ingresos que generaría esta tarea representarían 13 por ciento del producto nacional. A la fecha, cuatro millones y medio de hogares son jefaturados por mujeres.

El promedio de horas semanales de trabajo doméstico que hacen las mujeres llega a las 28 horas y los hombres 11. Las tareas extradomésticas llegan en el caso de estos últimos a más de 46 horas, pero las mujeres realizan 38, especialmente ahora que este segmento representa 36 por ciento de los económicamente activos.

Es vital que en los códigos civiles quede considerada la importancia del trabajo doméstico, sobre todo cuando hay una separación o un rompimiento de la relación conyugal.

La senadora Leticia Burgos, presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, refirió la convocatoria que se ha hecho a Martha Sahagún para que en la cumbre de las primeras damas latinoamericanas se asuman los acuerdos de Beijing, en los que reivindica la lucha femenil.

En los códigos penales, añadió, debiera quedar establecido con precisión aquellas violaciones que se hacen de parte de los patrones en los hogares hacia las trabajadoras domésticas.

Podría proponerse además un sistema de cuotas simplificadas en las que el patrón adquiriese una tarjeta como la telefónica y que ésta pueda ser canjeable para las trabajadoras domésticas para tener acceso a la atención médica y, en el futuro, a la jubilación.

El senador Gilberto Morgan, presidente de la Comisión de Equidad, dijo que leyes como la del Seguro Social no están adecuadas para esta época en la que la mujer irrumpe en la vida laboral, económica y social. Sin duda, será un tema que tendrá que revisarse.