MIERCOLES Ť 1Ɔ Ť AGOSTO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

HAY QUIENES CREEN que con el último minuto de ayer llegó a su fin el cerverismo. Suponen que esa forma clientelar y caciquil de hacer política terminó con la salida de Víctor Cervera Pacheco del palacio de gobierno de Mérida. El Balo, como llaman sus paisanos a quien hoy será relevado por Patricio Patrón Laviada, ocupó el cargo más que ningún otro mexicano después de la Revolución: cuatro de forma discontinua, torciendo leyes y brincando entre interinatos, más los seis recientes que ayer concluyeron.

YA SE SABRA ahora, cuando deje el poder, si las graves acusaciones que el panismo solía hacer en su contra pueden tener sustento jurídico suficiente (y voluntad política real) como para iniciar acciones penales. Vencida electoralmente mediante malas y buenas artes, la corriente blanquiazul yucateca aseguró durante largo tiempo que el gran cacique habría usado siempre el presupuesto público para servir a su partido y a sus candidatos, sobre todo mediante acciones asistenciales de marcado corte clientelar, como la donación de bicicletas, máquinas de coser y bultos de cemento y otros materiales de construcción. También se decía con insistencia que el gobernador era el principal beneficiario de los negocios hechos en la entidad, incluidos los relacionados con el narcotráfico.

A CERVERA LO ha botado del poder, no sólo el término del periodo para el que fue electo, sino sobre todo el forcejeo que durante largos meses mantuvo contra instancias federales (es decir, contra el presidente Fox y el secretario de Gobernación, Santiago Creel, aunque oficialmente el litigio fuese entre el Congreso local y magistrados electorales federales), lo que lastimó seriamente su aureola de invencible (por las buenas y, sobre todo, por las malas) y permitió que se diera un voto popular que fue mayoritariamente adverso a las propuestas políticas con las que pretendía mantenerse como jefe máximo de Yucatán.

EL POSEEDOR DEL récord mexicano de permanencia en el poder no parece, sin embargo, dispuesto a dejar de hacer política: ya ha anunciado que montará una oficina de gestoría social, con el propósito de darle curso a la corriente que encabeza y que (de manera parecida a lo que sucede con el madracismo), a pesar de todos los adjetivos usados en su contra y de la inercia electoral del foxismo, no ha sido apabullada por sus adversarios, sino que se mantiene en una condición importante, fuerte, definitoria, frente a una mayoría precaria (en el caso yucateco; en el tabasqueño hace falta esperar resultados) y, según se ve, falta de oficio político.

ESE PUNTO, EL del oficio político, puede ser determinante en el futuro de Yucatán. Cervera tendrá todos los defectos que se quiera, menos los de flojo o de indolente. Al contrario, con una avidez que algunos calificarán de vocación virtuosa y otros de adicción enfermiza al poder, Cervera hacía política día tras día, hora tras hora, y de ello quedó cuidadoso registro en Los Pinos y en Bucareli, donde sufrieron para doblegar al yucateco en el largo pleito motivado por la integración del consejo electoral definitivo que habría de regular los comicios recientes. Patrón Laviada (quien llegará a su toma de posesión afectado de una gripe tan fuerte como inoportuna), por su parte, parece ser muy dependiente de las volubles motivaciones anticerveristas y del apoyo foxista.

POR CIERTO, EL Presidente de la República estará hoy en Mérida para atestiguar el cambio de poder, luego se reunirá con los demás mandatarios de la península, como son José Antonio González Curi, de Campeche, y Joaquín Hendricks, de Quintana Roo, con quienes hablará en especial del Plan Puebla- Panamá. Se hablaba, por otra parte, de la posibilidad de que Cervera no estuviera presente en el acto de transmisión del poder, para no permitir agravios a su persona, como los habidos en Tuxtla Gutiérrez contra Roberto Albores Guillén, cuando lo sucedió Pablo Salazar. Sin embargo, Cervera visitó el lunes al presidente Fox, acompañado por Santiago Creel, lo que hace creer en la posibilidad de un arreglo político más, en este caso para darle marco de civilidad a la ceremonia de hoy.

PERO, EN CASO de darse, la sobrevivencia del cerverismo no se verá solamente en ese terreno local (aunque, desde luego, habrá de verse la postura que asuma el nuevo gobernador, emparentado por la vía civil con el propio Cervera y primo hermano del senador priísta Emilio Gamboa Patrón, pues desde ahora se habla de pactos secretos de convivencia política que cubrirían generosamente a El Balo para que no fuese encausado penalmente ni perseguido por hechos "del pasado"). De hecho, el cerverismo ya ha dado muestras de resurrección en varios lados; incluso, irónicamente, en algunos desde los cuales teóricamente le repudian: el gobernador panista de Aguascalientes, Felipe González, por ejemplo, se ha dedicado a promover la instalación de pisos de cemento en comunidades pobres, a unos días de que allá se elijan diputados locales y presidentes municipales (por cierto, la aspirante del PRD a presidir la capital del estado se ha declarado abandonada por la directiva nacional de su partido, y en especial por la corriente dirigida por Jesús Ortega Martínez, quien es oriundo factotum de aquella entidad). No es un caso excepcional. Por el contrario, la mayoría de los panistas llegados al poder (y los perredistas, desde luego) han caído de inmediato en las mismas prácticas que en el caso del cerverismo tanto criticaron. No es el hidrocálido, sino un botón de muestra de que el clientelismo es parte integrante de una cultura política que en los opositores al PRI ha prendido o había estado latente y ahora comienza a aflorar. Cervera vive, el clientelismo sigue.

ASTILLAS: Los viejos caciques priístas citaban a sus subordinados en sus ranchos o haciendas, para así hacerles sentir con claridad de qué lado estaba el mando (un clásico es Gonzalo N. Santos). Ahora, los gobernadores de los estados habrán de ir este sábado al rancho de la familia Fox, en San Cristóbal, para tratar allí, en un recinto particular, importantes asuntos republicanos, como sería, entre otras cosas, el de la reforma fiscal. No será una reunión informal, amistosa o no, que realicen políticos deseosos de darse un marco menos estricto para deliberar sobre temas acordados entre todos, y que eventualmente podría ser, ese marco, rotatorio. No. Es una reunión impuesta, en la que los gobernadores han sido citados ("invitados") para tratar asuntos oficiales... Mientras tanto, Santiago Creel se reunía ayer con gobernadores panistas y priístas para hablar sobre el famoso reformón. El gobierno foxista continúa empeñado en que haya impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos y medicinas... En otros temas económicos, el Banco de México redujo por segunda ocasión la liquidez diaria; es decir, estableció un nuevo "corto"... El procurador Rafael Macedo de la Concha negó que hubiese probabilidad de que sean reactivadas las órdenes de aprehensión contra zapatistas, en revancha porque no reanudan el diálogo con el gobierno federal. Al tal diputado Fernando Pérez Noriega, autor de la propuesta original, hasta sus compañeros panistas le andan haciendo el feo.

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