La presa Fernando Hiriart, mejor conocida como Zimapán, fue construida en l995 por la Comisión Federal de Electricidad con el fin de generar energía eléctrica (mil 292 gigavatios por año). Se localiza entre los estados de Hidalgo y Querétaro, en el cañón de Zimapán, a donde confluyen los ríos San Juan, Tula y Moctezuma. Tiene una superficie de 23 kilómetros cuadrados y se encuentra a una altitud de mil 870 metros sobre el nivel del mar.

En la región son escasas las oportunidades de trabajo, por lo que la construcción de este embalse y el desarrollo de una pesquería ha sido benéfica para los habitantes de las comunidades ribereñas que encontraron una alternativa de empleo y una fuente de alimentos.

En la presa viven varias especies de peces, algunas de las cuales se aprovechan de manera comercial, como las carpas, la lobina, las tilapias y los bagres. La pesca la realizan 843 personas, sus embarcaciones son de fibra de vidrio, y sus artes de pesca son redes agalleras que sus dueños operan y revisan diariamente.

El 96 por ciento de la captura es de tilapia y el porcentaje restante de lobina, carpa y bagre. Las tilapias que se extraen son, en general, grandes: de 21 a 27 centímetros de longitud patrón, con un peso promedio de 500 gramos.

La producción pesquera es de 300 toneladas por año, por lo que el rendimiento (130 kg/ha) es adecuado tomando en cuenta lo reciente de la pesquería. Sin embargo, la captura por pescador es baja, de aproximadamente 354 kg/ha/año.

No obstante que comenzó hace poco tiempo, la actividad conlleva un exceso de esfuerzo pesquero debido, especialmente, a que no había lineamientos para administrar el recurso y a la falta de actividades productivas en la región. Por esta razón, los habitantes acuden a la presa para pescar algo y obtener así algún ingreso.

Mejorar condiciones y rendimientos

Respecto a la calidad del agua, es importante realizar muestreos permanentes de ella y de los productos pesqueros para que su aprovechamiento se lleve a cabo sin menoscabo de la salud humana. Esto es muy necesario ya que los aportes que llegan a la presa están altamente contaminados. Además, hay metales pesados que han sido evaluados por el Laboratorio Nacional de Salud Pública y laboratorios privados, los cuales encontraron que los niveles de esos metales están aún dentro de los límites permisibles.

A partir de los estudios de evaluación pesquera que se realizaron en la presa, se hicieron varias recomendaciones para mejorar la pesquería:

a) Acreditar a los pescadores por medio de una credencial con fotografía.

b) Continuar con los registros de producción.

c) Evitar el incremento del esfuerzo pesquero.

d) Se estableció una zona de restricción en la parte oeste del embalse, desde el poblado de Taxidhó hasta el de Xidhi.

La pesca comercial se realiza sobre carpas (siete especies), tilapias (dos especies) y lobina. La tilapia puede extraerse con longitudes de 29 centímetros, la captura de bagre no está permitida.

Las artes de pesca autorizadas son tres redes agalleras, con aberturas de malla de 4.5 pulgadas por pescador con las que operan de lunes a sábado, ocho horas diarias.

La pesca deportiva está permitida. Cada pescador puede extraer cinco kilogramos de peces diarios, incluyendo cinco lobinas.

Estos lineamientos se encuentran plasmados en la Norma Oficial Mexicana (NOM-028-PESC-2000) que establece regulaciones para el aprovechamiento de los recursos pesqueros en el embalse de la presa.

Además, se estableció veda temporal para la captura de todas las especies de peces del 24 de mayo al 15 de junio (Diario Oficial de la Federación, 24 de mayo 2001).

La presa de Zimapán es la de mayor superficie en el estado de Hidalgo y es una fuente de recursos económicos y alimenticios para sus pobladores. Por ello es necesario observar medidas de administración y de ordenación de pesca y debe vigilarse continuamente, de manera que se evite la sobrepesca.

Respecto a la pesca deportiva, es una actividad que se está fomentando, con lo que se espera generar otra alternativa económica para los lugareños.

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