MIERCOLES Ť 11 Ť JULIO Ť 2001

Ť Escritora y activista en pro de los derechos de la mujer

Admitió un tribunal denuncia por blasfemia contra Nasrin

Ť Los fundamentalistas la acusan de ofender al Islam

Ť Rushdie y Gordimer, entre otros muchos agraviados

PABLO ESPINOSA Y DPA

Un tribunal admitió una denuncia por blasfemia contra la escritora feminista Taslima Nasrin presentada en 1999 por un religioso islámico en Gopalganj, sur de Bangladesh, se informó hoy.

taslimaMusulmanes radicales pronunciaron en 1990 una fatwa (sentencia) de muerte contra Nasrin, de 38 años, luego de que la escritora criticara en su novela Lajja la discriminación que padecen las mujeres.

Desde entonces los fundamentalistas la acusan además de haber ofendido al Islam y al Corán en una entrevista en la que se declaró en favor de algunas reformas.

Nasrin huyó al extranjero en 1994 y regresó por unos meses a su país en 1998, cuando su madre se estaba muriendo. La escritora tuvo que permanecer escondida y tras el deceso de su madre, ocurrido en 1999, regresó al exilio en Europa.

La clandestinidad, opción vital

Taslima Nasrin, bengalí, es también científica. Su poesía y su prosa tienen un claro objetivo: contribuir a los esfuerzos por la defensa de los derechos de las mujeres. Se le ha ubicado, por tanto, como una amenaza en los ámbitos tradicionales de discriminación islámicos.

Nació en Bangladesh en 1962, de familia musulmana. A los 22 años se graduó en medicina e inició su trabajo como ginecóloga en zonas rurales. Fruto de ese compromiso vital es buena parte de la actitud ética de Taslima, pues convivió con los efectos de la discriminación islámica en directo, sin teorizaciones.

Empezó, en consecuencia, a publicar artículos críticos contra el sistema islámico. En 1990 supo de la reacción fundamentalista cuando mediante una fatwa se ordenó su detención y ejecución. Ella continuó su tarea. En 1993 el gobierno de Bangladesh le confiscó su pasaporte.

En respuesta, Taslima Nasrin publicó su novela Shame (Vergüenza), que describe los avatares de una familia hindú atacada por fundamentalistas islámicos. La novela se hizo popular de manera instantánea, por lo que los líderes fundamentalistas en Bangladesh respondieron poniendo precio a la cabeza de la escritora. Bajo la acusación de blasfemia, Taslima no tuvo otra opción que la clandestinidad. En agosto de 1994 escapó de Bangladesh y recibió asilo del gobierno de Suecia. Ya habían intervenido, para entonces, organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Ha publicado 17 libros y un número considerable de artículos periodísticos. Shame ha sido traducida a 22 idiomas y su autora ha recibido varios premios, entre ellos el Ananda, en India, por su columna periodística ''Niubachita", además del Sajarov de Libertad de Pensamiento otorgado por el Parlamento de la Unión Europea.

No es el único caso. En estas páginas se han documentado los de la escritora egipcia Nawal El Saadawi; el de la sudafricana Nadine Gordimer, Nobel de Literatura 1991; el escritor egipcio Igrahim Abdelmegid; el iraní Kazemn Kardevani, entre otros, además del más conocido de todos, el novelista indo-británico Salman Rushdie, de quien la noticia más reciente (La Jornada, 5/06/01) es que a pesar de que el presidente de Irán, Mohammed Jatami dijo que está ''terminado" el caso de la presunta blasfemia contra el Islam, luego de 12 años de terror, la tal sentencia es considerada irrevocable por musulmanes no iraníes o por instituciones de Irán de la llamada línea dura, como es el caso de las Guardias Revolucionarias, que continúan llamando a sus seguidores a obrar en contra del autor de Los versos satánicos.

En tanto, un tribunal de El Cairo ordenó recientemente (La Jornada, 19/06/01) posponer el proceso contra la escritora Nawal El Saadawi, a quien un abogado islámico acusa de blasfemar contra el Islam. La decisión, que permite a las partes ofrecer nuevos documentos, sorprendió a la feminista egipcia, quien tenía esperanzas de que la imputación fuese rechazada.

En una entrevista difundida por el Instituto para la Secularización de la Sociedad Islámica (ISIS), la escritora Taslima Nasrin narra desde el exilio: ''Son varios los cargos que me han imputado los fundamentalistas islámicos en las cortes. Inclusive me han atacado físicamente. Y lo que quieren es que yo sea ejecutada en público, ahorcada. Me han declarado apóstata y han organizado muchas marchas y mítines para lincharme. Han irrumpido en redacciones donde he escrito artículos periodísticos y han abierto expedientes intimidatorios contra mis editores. En 1994, cuando lograron levantar una orden de arresto contra mí, elegí la huida, porque la prisión no era sitio seguro. Los crímenes políticos no son cosa rara en las prisiones de Bangladesh".